La Roja en la Copa América: ¿renovación generacional?
Ahora bajo la conducción del uruguayo Martín Lasarte, la selección nacional de Chile apuesta por la consolidación de un grupo joven que le garantice un bloque sólido en el torneo.
La selección nacional de Chile busca, bajo el mandato del uruguayo Martín Lasarte, la consolidación de un grupo que le garantice un bloque sólido y competitivo para el torneo de la Copa América 2021, con el objetivo además de maximizar rendimientos de cara a la clasificación del Mundial de Catar 2022.
El seleccionador
Martín Bernardo Lasarte. 60 años, uruguayo. Brillante trayectoria como jugador, (defensa central) en equipos de Uruguay y España. Larga trayectoria como entrenador en diferentes equipos uruguayos, Al Wasl en Emiratos Árabes, Real Sociedad en España, Millonarios en Colombia, Universidad Católica, Universidad de Chile, Al-Ahly en Egipto.
Su estilo, aparentemente reactivo, se adapta a las particularidades del equipo que debe dirigir. La estructura de sus equipos se caracteriza por una férrea defensa, sostenida en un alto ritmo de intervención y un ataque dependiente de las particularidades de sus jugadores, directo, alterno o combinado, en función del talento disponible y las características de sus atacantes. Claro exponente de la escuela uruguaya, Lasarte es un técnico reflexivo y analista, capaz de transmitir y con grandes dotes de liderazgo.
Alineación: Claudio Bravo; González, Medel, Vegas, Wiemberg; Alarcón, Galdames, Pinares; Orellana, Jiménez, Meneses.
Suplentes: Parra, Palacios, Henríquez, Saavedra, Montes.
Estructura defensiva de La Roja
La Roja en la Copa América: ¿renovación generacional?
Formación tradicional: 1-4-3-3.
Posicionamiento: Bloque medio/bajo.
Objetivo defensivo: Robar el balón con alta intensidad recuperativa en zona de posicionamiento defensivo.
Desarrollo defensivo: La selección nacional de Chile busca implementar un planteamiento defensivo que va muy ligado a la personalidad de su entrenador y a su cultura futbolística. Se busca jugar con altas intensidades defensivas en la posición elegida de partida, situando la defensa en posiciones medias o bajas, desde las que proyectar la coordinación de líneas y flancos en busca del robo del balón. Para ello se cierran los espacios a lo ancho del terreno de juego con basculaciones escalonadas, y se achica a lo largo del campo con líneas juntas y movimientos en oleadas que facilitan la eliminación de espacios entre líneas. Se busca impedir que el delantero centro adversario caiga entre espacios libres, por lo que un central, generalmente Vegas, interviene entre líneas muy encima de su adversario y provoca que la última línea cierre con solo tres defensores, los dos laterales y el veterano Medel.
En el centro del campo, el jugador referencia, defensivamente hablando es Alarcón, quien realiza las ayudas defensivas en forma de cobertura a sus interiores en el momento en que estos intervienen sobre el balón. Igualmente rompe la línea para incorporarse a la presión con los tres delanteros cuando esta acción es pertinente.
En general el ritmo defensivo es elevado y definen bien qué espacios son relevantes y cuales desprecian en cada situación de juego. A nivel individual, a medida que el balón se acerca al marco de Claudio Bravo, los duelos individuales, principalmente en los flancos son muy intensos, buscando la superioridad posicional en cada manifestación ofensiva rival por esta zona activa del juego.
Estructura ofensiva
La Roja en la Copa América: ¿renovación generacional?
Con una formación muy definida: 1-4-3-3, se busca la máxima amplitud del terreno de juego con extremos muy abiertos en las figuras de Orellana por la derecha y Meneses por el flanco izquierdo. Un estilo de juego combinativo, en el que prevalece el juego corto sobre el juego largo, con especial protagonismo de sus dos interiores, Pinares y Galdames, manteniendo el medio centro Alarcón su posición de sostén, buscan evolucionar en el terreno de juego aprovechando los espacios entre líneas y la movilidad (escasa generalmente) de los jugadores que se manifiesta por delante de la línea del balón.
En la iniciación del ataque amplían la distribución de sus efectivos, muy abiertos los laterales, adelantando una línea, con los dos centrales en paralelo y Alarcón buscando por delante la primera opción de pase, utilizando en una Lavolpiana modificada, la posición prevalente de Claudio Bravo en el juego con los pies. Gran parte del porcentaje de posesión lo emplean en esta etapa del juego ofensivo, dada la dificultad que manifiestan para introducir el balón en las zonas de influencia del posicionamiento defensivo rival.
La tendencia es a buscar profundo en el momento en que el delantero centro Jiménez tiene una opción de desmarque de ruptura o a elaborar con la posición interior de Pinares y Galdames como referencia en el campo adversario. Prevalece el ataque por el flanco izquierdo, con la incorporación de Wiemberg que busca superioridad posicional con su compañero, el extremo Meneses. El flanco derecho es responsabilidad de Orellana, que tiene en su lateral, González, un apoyo de sostén.
La finalización suele venir del proceso combinativo del juego o de la ruptura provocada por los desmarques profundos de sus jugadores más avanzados. El ritmo suele ser bajo, dada la dificultad para alterar la dinámica del juego desde la etapa de iniciación, pero cuando logran romper las líneas del rival, su capacidad de evolución se transforma, dada la alta calidad técnica de sus atacantes y su clarividencia en el juego colectivo. Suelen llegar con efectivos más que suficientes a la finalización de la acción, dejando a Alarcón como responsable de la frontal del área y a ambos centrales muy pendientes de las vigilancias defensivas sobre atacantes adversarios.
Jugadores referentes
Claudio Bravo (22). El portero es un pilar determinante en el juego del seleccionado chileno. Liderazgo incuestionable, su veteranía (38 años) incide muy directamente en el juego de su equipo, tanto en su labor de especialista, como en su clara participación en el juego de iniciación ofensiva. Dominio del uno contra uno y grandes reflejos bajo palos, es un estandarte incuestionable de la Roja.
Daniel González (23). El joven central y lateral derecho de 19 años representa la savia nueva que Lasarte pretende incluir en la nueva etapa del seleccionado chileno, alternando juventud con veteranía. El joven defensa de Wanderers incorpora la frescura de su alta capacidad defensiva con una paulatina evolución adaptativa en ataque. Conocedor de su papel en el equipo, ha entendido perfectamente cuáles son sus límites iniciales en cuanto a responsabilidad y criterio táctico. Inteligente y dominador de su posición. Altas expectativas sobre la joven promesa de Valparaíso.
Sebastián Vegas (18). Central de corte tradicional de 24 años que juega en Monterrey (México). Dominador de los duelos aéreos con altos porcentajes de eficacia, buena salida del balón y férrea voluntad en la marca es la extensión defensiva de su entrenador en el campo, liderando la defensa junto al ya veterano Gary Medel. Sobre el central zurdo recae gran parte de la expectativa futura de la defensa chilena.
Tomás Alarcón (2). El medio centro de O'Higgins, de 22 años, es el ancla del equipo. Su posición, estratégicamente hablando es determinante para el ordenamiento ofensivo y defensivo del equipo. Opción de preferencia en el pase para la elaboración del juego, ejerce de sostén de todo aquél que juegue por delante de su posición. Responsable de las tareas correctoras, es el jugador que mejor representa el espíritu asociativo de su selección.