El entrenador uruguayo Guillermo Almada, recienite finalista de la liga mexicana con Santos Laguna, siempre ha tenido ligazón con Chile. Como futbolista jugó en O'Higgins en 1988 y luego, ya como un DT consagrado, tuvo varias chances de llegar a Chile.
Batió récords con River Plate de su país y desde ahí fue apodado como el 'Pep Guardiola uruguayo'. En ese momento sonó en la U, pero al final se fue al Barcelona de Guayaquil. En Ecuador ganó un título y se consagró. En 2018, volvió a aparecer el equipo azul en su vida. Al final llegaría Frank Kudelka.
- ¿Cómo fue su historia con la U? ¿Qué tan cerca estuvo? - Fue firme, porque viajaron a Ecuador, hablaron conmigo y con las autoridades del club, pero al final no se dio. Hubo mucha insistencia y hubiese sido atractivo.
- ¿Y por qué no se pudo concretar su fichaje? - A mí me gusta respetar los procesos en cada institución, porque hay gente que confía en uno y no quería desmerecer el equipo en el que estaba, no quise dejar ese proceso. Irse por la puerta de atrás no me gusta.
- También su nombre sonó en la Roja, antes de Reinaldo Rueda, ¿qué pasó ahí? - Más o menos lo mismo. Teníamos un compromiso con el club y aunque nos motivaba dirigir a la Selección Chilena, no quisimos defraudar a gente que había confiado en nosotros, no solo directivos e hinchada, también los jugadores, porque uno hace vínculos con ellos.
- De todas formas, ¿le gustaría llegar al fútbol chileno en algún momento? - Es un país que nos trató maravillosamente bien, ya tuve opciones y tenemos como objetivo dirigir allá. Además, jugué en O'Higgins y conozco mucho los dotes de los futbolistas chilenos. Son ricos técnicamente, tienen intensidad y gran capacidad técnica, así que siempre he tenido futbolistas de allá en mis planteles. Tienen mucha capacidad a nivel sudamericano y mundial.