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Entrevista AS

"Me veo entre los 30 mejores del mundo": la meta del Gran Maestro Chileno de ajedrez

Con 24 años, Cristóbal Henríquez se prepara para el Mundial de Ajedrez en Rusia. En 2015 avanzó una ronda tras derrotar al ex vicecampeón mundial. Ahora, apunta más alto.

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"Me veo entre los 30 mejores del mundo": la meta del Gran Maestro Chileno de ajedrez

 "Es la primera vez que no tengo que estar a ultima hora pidiendo recursos o rogando para que me apoyen", comenta a AS Cristóbal Henríquez (24), el ajedrecista número uno de Chile. Desde México, el Gran Maestro chileno se prepara para afrontar el Mundial de Rusia, a disputarse desde el 10 de julio, donde buscará superar su logró obtenido el 2015, cuando avanzó de ronda tras vencer al israelí Boris Gelfand, ex vicecampeón mundial.

Oriundo de La Florida, Henríquez comenzó en el ajedrez tras ver jugar a su padre y hermano. ¿Su primer club? Una parroquia: "Tenía ocho años y me pasaba jugando ajedrez en línea. Nos iban a visitar familiares a la casa y yo no bajaba porque seguía jugando ajedrez. Una vez casi logró llegar a mi récord, pero no logré, así que armé un escándalo y me puse a llorar. No hay un día en mi vida donde no haya algo de ajedrez"

- En las ultimas semanas se vio a Pablo Salinas y Javiera Gómez haciendo campaña para conseguir los recueros para poder viajar y competir en la Copa del Mundo, ¿cómo lo ha hecho usted?
- Los últimos días han sido súper ajetreados por lo mismo, pero por fortuna tengo el patrocinio de la empresa Fintual y agracias a eso puedo viajar con mi entrenador. Los pasajes los costeará la federación. Fintual me apoya con viáticos, el hospedaje y un notebook. Hoy en día es necesario tener un computador de alta gama para que soporte los programas. Esta Copa del Mundo ha sido súper especial, es la primera vez que no tengo que estar a ultima hora pidiendo recursos o rogando para que me apoyen. A lo largo de mis últimos 10 años de carrera me ha apoyado Fundacek, una fundación para el talento juvenil, sin fines de lucro. No solo apoyan al ajedrez, sino que a distintas áreas. Hay matemáticos, músicos, literarios, etcétera. Ellos me apoyan, pero hay viajes que tengo que costearlos yo. Esto del Mundial ha sido excepcional.

- El ajedrez no está contemplado dentro del Comité Olímpico era una gran desventaja en lo económico, ¿cuál es su opinión al respecto?
- Es un tema complejo. Me acuerdo que cuando niño hubo una reunión en el Palacio de las Artes donde ya se estaba pidiendo que el ajedrez fuera incorporado el COCH. Unos 12 años atrás y todavía no tenemos respuesta. Es un tema complejo, porque al no ser parte solo se recibe la mitad de los recursos al año. Al mismo tiempo se desprestigia un poco el ajedrez. A pesar de eso,  la federación ha logrado llevar bien los recursos que se reciben. Creo que falta apoyo de la empresa privada, de empresarios. El ajedrez es un deporte que se ha vuelto muy popular últimamente y las empresa privadas podrían aprovechar eso.

- Pensando en la Copa del Mundo en Rusia, y considerando que ya ha logrado superar una ronda en este tipo de competencia, ¿cuáles son sus objetivos en este Mundial?
- Tengo una meta muy alta, la de pasar a la cuarta etapa. En esa Copa del Mundo en que pase la primera ronda habían 128 jugadores, y ahora habrán 106. En la primera etapa los 50 mejores no juegan y pasan directo a la segunda. Entonces creo que sería muy meritorio pasar a una cuarta etapa y superar con creces mi récord anterior. Aún así es muy difícil. Por dar una idea, en el Mundial de 2019 me enfrenté a Jan Duda, que estaba entre los 25 mejores del mundo, y terminé eliminado en primera etapa. Es mucho más difícil de lo que uno cree. Ahora jugaré contra alguien que esta mucho más abajo que yo en el ranking mundial, pero esa persona va a dedicar 15, 20 o 40 horas a preparar una sola partida contra mí.

- Le ha tocado visitar muchos países con distintas realidades en cuanto al ajedrez, ¿cuál es el contraste entre Chile y países como Rusia, México o Estados Unidos?
- México no es un país que invierta tanto en comparación a Rusia, pero si se nota una diferencia muy grande. En Chile hay dos torneos internacionales y de categoría al año, y luego no hay más competencia donde uno pueda intentar sacar una norma de Gran Maestro. Yo para obtener ese titulo tuve que ir a España a jugar un circuito. Estuve 30 días seguidos jugando. Falta en el tema de la competencia, un plan de entrenamiento serio. Por ejemplo, los rusos tienen más de un entrenador y todos financiados por el Estado. Acá en México hay un centro de alto rendimiento en Ciudad de México, también en Chihuahua y uno acá en Mérida. En Chile no hay ninguno. En mi carrera, mis entrenadores han sido financiados principalmente por mi papá y por la fundación. La carrera de un jugador ruso fuerte en ningún caso va a ser financiada por sus padres. Hay una diferencia abismal y es muy duro.

La presión, el título de Gran Maestro y su futuro

Cristóbal Henríquez jugando ajedrez.
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Cristóbal Henríquez jugando ajedrez.

Ha estado metido en el mundo competitivo desde que era un niño, ¿cómo lo ha hecho para llevar la presión de ser el número uno de Chile desde tan joven?
- La presión por ser número uno de Chile no es tan alta. A pesar que de superé en ranking a Iván Morivc y Pablo, no siento que juegue mejor que Iván. Me falta mucho para superarlo como jugador. En ese sentido nunca me he presionado. Ese puesto lo tendrá Iván durante mucho tiempo y, quizás, en el futuro yo sea el sucesor. La presión de dedicarse a algo no tradicional es constante, a donde quiera que vaya siempre habrá preguntas sobre por qué me dedico al ajedrez y de cuánto dinero gano. Creo que en Chile es muy usual eso, de querer saber cuanto dinero se gane. Uno mide una carrera por la felicidad que pueda dar. En mi caso, desde que tengo nueve años he podido viajar gracias al ajedrez y conocer casi todos los continentes. Desde India a Qatar. El ajedrez tiene muchos beneficios, pero cuando uno dice que de dedica a eso, la otra persona inmediatamente piensa en cuánto dinero ganaré. Es una visión errónea de la sociedad.

- En la serie "Gambito de Dama" se veía que en el ajedrez es muy importante el trabajo entre compañeros. En su caso, ¿existe un trabajo en equipo con Pablo, Iván o Javiera?
- Yo viví con Pablo uno año prácticamente, el año en que me convertí en Gran Maestro. Vivimos y entrenamos juntos, fue bastante provecho para ambos. También iban amigos y compartimos. Si existe ese apoyo en equipo. Hoy en día entrenamos con el equipo olímpico e Iván nos aconseja en ese sentido. También está Pablo García y Luis Valenzuela. Una vez al mes hacemos sesiones maratónicas de ajedrez. Entrenamos a full, pero también tiramos la talla. Es muy necesario ese trabajo en equipo.

- Habiendo obtenido el titulo de Gran Maestro, ¿qué hay más allá para usted?
- Cuando llegué a ese titulo me costó encontrar una nueva motivación en mi carrera. En algún momento me planteé llegar a 2600 de ranking ELO, pero estuve tres años estacando. Ahí fue cuando empecé a trabajar con Sandro Mareco, mi actual entrenador, y logré llegar a 2600. Era una meta demasiado optimista. El 2019 llegué a esa meta y fue realmente magnifico. A partir de ahí, mi próximo objetivo era mantener ese puntaje intentar llegar a 2650 de ELO. Aún así, no siempre me planteo llegar a cierto ranking, sino que progresar en las cosas que estoy fallando y trabajar en mis errores.

- ¿Cómo se ve en cinco años más?
- En cinco años más me veo con 2700 de ranking ELO, eso significaría estar entre lo 30 mejores del mundo.