Entrevista AS | Parte I

El PF detrás de Colo Colo y la U: "La gente no entiende que los jugadores son personas"

Mario Soto tiene un centro de entrenamiento en Vitacura, y allí llegan varios futbolistas de esos equipos. "Trato de que esto no solo sea una rutina", cuenta el temuquense.

En 2010, Mario Soto abandonó su natal Temuco y desembarcó en Santiago. Lo hizo para iniciar un desafío que se había propuesto cuando solo era un quinceañero: ser preparador físico. Hoy, con 35 años, tiene su propio centro de entrenamiento en Vitacura. Es Baus Coaching, fundado en 2019, donde asisten varios jugadores de Colo Colo y Universidad de Chile. Matías Zaldivia, Marcos Bolados, Carlo Villanueva, Ramón Arias, Marcelo Cañete, Thomas Rodríguez, Luis Casanova y Marcelo Morales son algunos de los que han trabajado junto a él. Un listado que se engrosa con los ex albos Juan Manuel Insaurralde, Felipe Campos, Nicolás Blandi y Pablo Mouche.

El último de ellos, por cierto, fue el primero en llegar a Baus. "En ese entonces yo entrenaba a un amigo, Nicolás Larrondo, y él acá hacía como agente de Mouche. Entonces, él le dijo a Pablo que empezara a entrenar con nosotros, que eramos un centro nuevo, y que confiara un poco en la expertiz que teníamos con mi equipo. Ahí empezó nuestro relación con Pablo, bastante grata. Hicimos un muy buen trabajo con él", cuenta Mario Soto en conversación con AS. En la actualidad, el temuquense tiene cerca de 100 clientes. Y no solo hay futbolistas. "Todo el tiempo estoy recibiendo gente de distintas disciplinas", explica el coach.

- Me imagino que Mouche habrá recomendado su trabajo a los jugadores de Colo Colo, ¿no?
- Sí, sobre todo en la pandemia, cuando quedaron medios en el aire. Necesitaban entrenar, y yo empezaba a ir a las casas de ellos. Después empezaron a venir al centro. También íbamos a entrenar donde vive Santiago Dittborn, en su predio. Fue todo bien rápido, vertiginoso, pero bien productivo a la vez.

- ¿Por qué cree que tantos futbolistas optan por su servicio?
- Yo creo que ven la seriedad con la cual nosotros trabajamos, con la forma en cómo monitoreamos a cada deportista. Todos los días estamos preguntando cómo están, cómo se sienten. Eso puede ser algo bien sencillo, pero es fundamental y no todos lo hacen. Hacemos bastante seguimiento y, sobre todas las cosas, tenemos harto contacto con los profes de los clubes. Nosotros generamos un trabajo auxiliar en cooperación a lo que ellos hacen en sus equipos. En ese sentido, con el profe Sebastián Burrows, de la U, estamos trabajando bastante en tratar de equilibrar y que al final el trabajo rinda frutos.

Luis Casanova ha recurrido al trabajo de Mario Soto en Baus.

- Más allá de lo que los jugadores hacen en sus clubes, ¿qué es lo que buscan en Baus?
- Básicamente poder potenciar algunas cualidades que quizás no las pueden trabajar en los clubes. Por lo general, acá vienen a buscar una mejora en la fuerza y potencia, y también la parte preventiva de lesiones. Sobre todo en esta época, que ha sido bien complicada por el calendario abultado.

- ¿Usted jugó fútbol alguna vez?
- Jugué fútbol a nivel cadetes en Deportes Temuco, pero muy poco. Desde que me incliné por el tema deportivo, de los 15 años, siempre quise ser preparador físico. Incluso, cuando entrenaba en Temuco, me cuestionaba bastantes cosas de las cosas que nos hacían a nosotros. Siempre tuve la inquietud de poder entrenar gente. De hecho, a los 19-20 años, ya iba de forma voluntario y trabajaba con una escuela de mi sector en Temuco. Entonces, siempre me consideré un profesor de alma.

- ¿Cómo es su relación con los deportistas? ¿Va más allá del nexo laboral?
- Sí. Siempre respetando los márgenes que ambos podamos tener. Yo trato de que esto no solo sea una rutina, sino entender un poco más los problemas que pasan los jugadores. Muchas veces, la gente no entiende que detrás del jugador hay una persona. Trato de aterrizar un poco los parámetros y tratar que nuestro trabajo impacte. No es una intervención psicológica, ni mucho menos. Sino generar que nuestro trabajo sea ameno, y nosotros ser un poco la oreja escucha de los jugadores y tratar de entenderlos. Al jugador se le critican muchas cosas, pero nadie sabe lo que pasa detrás y todos los esfuerzos que hacen, que muchas veces no se ve, ni tampoco tiene por qué verse. Pero tratamos de ser lo más humano posible y, desde ahí, tratar de sacar un verdadero resultado.

- ¿Siente que lo han logrado?
- Sí. Siento que la confianza crece día a día y por algo todo el tiempo nos están llamando jugadores. Eso habla de un trabajo y un resultado que con Baus hemos logrado. Lo vemos en el campo de juego. Nosotros sabemos qué cualidades hemos trabajado. Así también nos llegan los feedbacks del jugador, que al final es el que va a evaluar el trabajo de nosotros.

- También quiero preguntarle por Nicolás Blandi. ¿Realmente estaban tan golpeado físicamente para no ser tenido en cuenta en Colo Colo?
- A veces prefiero no hablar de Nico, pero él estuvo lesionado. Es una realidad. No es un invento, como todos dicen. Siempre estuvo con la convicción y las ganas de poder salir adelante. Pero lamentablemente hay lesiones que son medias rebeldes, y ha costado que pueda estar bien. Ahora bien, yo lo veo cada día mejor, con harto ánimo. Yo creo que va a volver a su nivel, sí o sí.

El apoyo a otros futbolistas y su nexo con el tenis

Mario Soto también cuenta que respalda en lo físico a otros jugadores de la competencia nacional: "Monitoreo a distancia al segundo arquero de Cobresal, José Luis Gamonal, a dos futbolistas de Deportes Temuco y a uno de Cobreloa. Nos ha ido bastante bien en ese sentido. Nos reconocen harto por el rendimiento deportivo a nivel profesional". Es una de las tantas partes de su historia como coach. Otra, por ejemplo, se relaciona con el tenis, luego de trabajar junto a Nicolás Jarry y Cristian Garin, y compartir con Novak Djokovic y Roger Federer. Pincha aquí para leer la segunda parte de la entrevista.
Mario Soto, junto a su equipo de trabajo, en Baus.

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