ORTEGA
Se acaba la moda
De pronto, la mayoría de los equipos en Chile comenzó a organizarse en ofensiva con tres hombres. Como si cada plantel tuviera entre sus jugadores a los émulos de los atacantes del Barcelona.
Un importante cambio parece verificarse en el fútbol chileno y Colo Colo y Universidad de Chile se vislumbran como los equipos que muestran el camino. En su labor en ambas bancas, Gustavo Quinteros y Esteban Valencia optaron por eliminar un delantero del sector ofensivo, dejando de lado la moda de alinear a un trío de atacantes.
Mal no les ha ido a los entrenadores, pues paulatinamente se han ido sumando al grupo de avanzada del Campeonato Nacional. Hoy, albos y azules son protagonistas de la temporada y, por lo que muestran en la cancha con un nivel de juego que puede ir en expansión, debieran intervenir también en la resolución del torneo cuando finalice el 2021.
De pronto, la mayoría de los equipos en Chile comenzó a organizarse en el sector ofensivo con tres hombres. Como si cada plantel tuviera entre sus jugadores a los émulos de los atacantes del Barcelona, el cuadro que con su gran fútbol y multiplicidad de títulos propagó la tendencia por el mundo entero.
Además, alinear un trío de delanteros era visto como un símbolo de modernidad futbolística, bajo la idea de que el diseño había surgido recientemente y no se consolidó, de manera masiva, a mediados del siglo pasado, tal como efectivamente ocurrió. De hecho, el recordado sistema WM (1-3-2-2-3), de Herbert Champman en el Arsenal de Inglaterra, incluía ese módulo de ataque hace casi 100 años.
El tema es que en Chile, y sobre todo en los clubes grandes, cada vez quedaba patente que el formato de tres delanteros resulta disfuncional a los rasgos del plantel en cuestión. Mucho centrodelantero jugando de puntero o extremo y también algunos volantes ofensivos improvisados por la punta derecha o izquierda reflejaron esta realidad.
Asimismo, la triada ofensiva se encuentra concebida para hegemonizar el juego y que los delanteros ataquen todo el rato, tal como el Barcelona de Guardiola y Messi. Pero esto acá no acontece. Los punteros o extremos terminan jugando como segundos laterales por sus obligaciones defensivas. A esto se une que, como no sienten el accionar por las puntas, otros se centralizan y ahí sí que la profundidad por los costados pasa a ser un quimera.
Hoy, Colo Colo es el equipo que mejor juega en el campeonato, pero hubo un momento en que la cosa no marchaba bien. Entonces, Quinteros sustrajo un delantero y conformó una dupla de ataque en la línea ofensiva, con Iván Morales y Marcos Bolados. El panorama mejoró claramente.
En la U, el fenómeno exhibe una data reciente. Fue en el triunfo durante el clásico contra Universidad Católica, instancia en que Valencia optó por agregar un cuarto mediocampista y dejar en ofensiva, como dupla de arietes, a Joaquín Larrivey y Franco Lobos. Ha sido, sin duda, el mejor partido de los azules bajo la conducción del DT proveniente del fútbol joven.
¿Y la UC? En ocasiones parece cantado que los atacantes debieran ser únicamente Diego Valencia y Fernando Zampedri. Sin embargo, Diego Poyet no se muestra convencido. El DT uruguayo solo circunstancialmente organizó el ataque con los dos '9' y, por ahora, no da visos de optar por está fórmula en forma categórica. Quizás sea la última expresión de una moda que parece empezar a quedar atrás.