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Entrevista AS

La sensible baja de Chile para el Mundial U20 de Atletismo: la figura del salto, fuera por lesión

Nicolás Numair (19) quedó descartado para el Mundial realizarse en Kenia debido a un desgarro. El chileno, lejos de desanimarse, ya piensa en grande: "Ojalá ganarme mí lugar en Paris 2024".

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La sensible baja de Chile para el Mundial U20 de Atletismo: la figura del salto, fuera por lesión

Chile contaba con tres representantes para el Mundial U20 de Atletismo en Nairobi, Kenia. Laura Acuña (19) en los 1500 metros planos, Valentina Claveria en el lanzamiento de Martillo (18) y Nicolás Numair (19) en el salto alto eran los representantes nacional que dirían presentes en el evento atlético.

Lamentablemente, la delegación chilena sufrió la sensible baja de 'Nico' Numair, quien sufrió uno desgarro unas semanas y, pese a intentar recuperarse hasta el último momento, no podrá decir presente en el Mundial Juvenil, cuyo inicio está pactado para el miércoles 18 de agosto.

"Estaba entrenando, salté un par de dobles y al terminar el entrenamiento acabé con el isquiotibial derecho un tanto resentido. Eso fue un jueves, así que dije que iba a elongar todo el fin de semana y pensé que se iba a pasar. Volví a saltar el lunes, terminé el entrenamiento y la molestia seguía. Era raro porque no me pegó ningún tirón y me sentía bien saltando. Ahí me fui a hacer unos exámenes en cuanto pude y salió que tenía un desgarro", comenta el saltador en conversación con AS.

- No debe haber sido una noticia fácil de asimilar, ¿cómo se lo tomó?
- No fue un muy buen momento para lesionarme de algo así. Lo encontraba inevitable. En el momento no se me cayó toda la ilusión, quedaban un par de semanas para la partida y apostamos desde el día uno a salvar el campeonato, yendo a médico, haciendo exámenes y partiendo con kinesiología al día siguiente. Esa fue la postura hasta estos días en los que me llegó la noticia de que no iba a poder ir.

- En 2019 hizo su mejor marca, récord nacional U20, a seis centímetros del récord absoluto...
- Fue muy importante, de los momentos que más han marcado mi carrera deportiva. Es mi mejor marca, con la que sigo presentándome como atleta. Además, fue el salto que me clasificó al Mundial de Atletismo U20 de Kenia. Venía saliendo de un 2018 bastante complicado por las lesiones y llegó un 2019 muy positivo en los resultados. Haber regresado con buenos resultados, catapultados por ese 2.16 que me clasificó al Mundial, fue muy importante para mí.

- Un par de meses antes había sacado bronce en el Panamericano U20 de San José…
- Si, el 2019 fue realmente bueno en cuanto a resultados. Saqué el 2.12 en los Juegos Deportivos Nacionales, después el 2.14 en Costa Rica y el 2.16 final. La proyección iba muy bien, fue una lastima que se tuviera que interrumpir a fin de año por el estadillo social y después con la pandemia. Todos esos resultados buenos que venía sacando generaron que fuera una ambición el seguir buscando resultados. Ya no me quiero contentar con los mismos objetivos que buscaba hace un par de años. Puedo lograr muchas cosas más.

- ¿Cómo afrontó los entrenamientos durante la pandemia de 2020 y este año?
- Encuentro que, dentro de todo, tuve bastante suerte. Estoy en una casa donde se me dieron espacios para que pudiera entrenar y mi familia me apoyó mucho. Me dieron espacio en el garaje para poner las pesas. El apoyo de mi familia fue muy bacán. También tuve la posibilidad en cierto punto de ir a entrenar al Estadio Nacional para transferir a pista todo el trabajo de mi casa. El apoyo de mi colegio también, que no solo me dejó ir a entrenar allá. Todo el mundo estaba encerrado y yo podía ir a usar la pista. Me prestaron pesas y vallas para que usara en mi casa. Lo pude llevar bien porque tuve la suerte de contar con ese apoyo.

- Desde la Fedachi lo consideran como un candidato a medalla en Santiago 2023, ¿cómo se toma la presión?
- Algo que me he ido dando cuenta es que mis metas y ambiciones, las cosas que debo ir logrando, no las debo conseguir en base a la presión que otros pongan sobre mí. Yo no tengo que cumplir los objetivos que otras personas tengan sobre mí. Si me preguntas si es que me siento presionado, la verdad es que no. No me siento presionado. Lo que sí, claramente es motivante que la federación me vea como una buena carta para los Panamericanos. Me pone feliz que lo vean así porque en parte habla de que lo he venido haciendo bien. La ambición de sacar una medalla, que me vaya bien y que Chile quede bien parado va por un tema personal de querer rendir, no porque me sienta presionado por lo que los demás esperan de mí. Yo quiero saltar bien, ser un atleta de elite en algún momento y es por eso que espero rendir.

- ¿Se ve rompiendo el récord absoluto en 2022?
- Ojalá romperlo el récord absoluto este año, a eso apuntamos. Salte 2.16 en 2019 y desde ese año que el récord está en la mira. Ojalá lo pueda sacar este año. Sacar un récord nacional adulto siendo juvenil todavía es algo que voy a intentar hacer. Si no es este año, trataré de que sea el próximo.

La particularidad de Tokio 2020 y su futuro en Paris

- Me imagino que estuvo pendiente de lo que pasaba en los Juegos Olímpicos, especialmente en el salto alto, donde se vivió un momento muy particular en la final entre el italiano Tamberi y el catarí Barshim. ¿Qué le pareció el momento?
- Si, lo estuve viendo a las seis de la mañana. Me dejó realmente contento. El catarí era mi apuesta por la medalla de oro, yo iba por él, y encontré emocionante por la forma en que se dio. Además, hubo muy buenas marcas. Un podio con 2.37 es un muy buen resultado. Entiendo que el italiano es padrino de bodas el catarí, entonces tienen una historia de fondo y el mensaje que se transmite es priorizar compartir un logre sobre imponerse al rival. Los dos salieron ganando, algo perfecto. Fue muy emocionante y todos los amigos que lo estábamos viendo quedamos contentos.

- Y debe haber quedado con las ganas de participar en un evento de ese calibre, pensando también a largo plazo, en Paris 2024…
- Todo apunta para allá. Es un sueño que estoy trabajando para hacer realidad. Ojalá logre ganarme mí lugar en Paris 2024 y verme peleando alguna vez por un podio olímpico. Sería un sueño.

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