Sebastián Keitel, candidato a Senador: "Mis banderas de lucha son el deporte y la salud mental"

- Desde que usted fue electo en el 2018 ¿Ha visto un cambio en la percepción que tienen en la cámara baja con el deporte?
- Me he sentido desilusionado. Es poco el interés de los parlamentarios en general sobre las ideas de los proyectos de ley relacionados al deporte. Nosotros como cámara también estamos limitados en el tipo de proyecto que podemos presentar en especial a los que rogan gastos para el Estado. Cualquier proyecto que genera gasto no puede venir presentado por un parlamentario y eso nos limita bastante porque los problemas que tiene el deporte y los deportistas es el nivel de la infraestructura sobre todo en regiones. No puede ser que tengamos un solo centro de alto rendimiento (CAR) en el país y no tengamos un CAR en todas las regiones. Debemos tener 16 CAR para poder entregarles las herramientas necesarias a los deportistas. Es cosa de ver cuántos proyectos de ley relacionados han sido presentados durante estos 3 años y que se han convertido en ley, es uno solo. Actualmente hay 16 proyectos que están ‘durmiendo’ bajo muchos papeles.

- ¿Usted cree que esta problemática se puede solucionar con el ingreso de más deportistas a la Cámara de Diputados o directamente al Senado?
- Sin duda es un factor importante, porque desde la experticia y desde las vivencias personales uno puede decir y entender de mejor manera lo que se necesita, pero como te decía el problema va más allá de eso ya que me gustaría que tuviésemos más atribuciones en proyectos que rogen gasto para el Estado. He visto que tenemos un Ejecutivo muy pasivo y me gustaría que este fuera más activo, también me gustaría que a nivel presupuestario esto aumente, ya que para mi es una vergüenza que todavía el deporte se encuentre en el “patio trasero” de todos los Gobiernos.

- Usted criticó al Gobierno durante la pandemia por el horario de la franja deportiva propuesta por el Minsal. En este sentido ¿Usted se sintió escuchado o ignorado?
- Me sentí ignorado. Uno buscaba hacer ruido, pero siento que se hicieron los ‘lesos’ pero claramente se generó un avance y una presión al momento de tomar la decisión de alargar el horario y de abrir los gimnasios. La salud mental del país está muy deteriorada y los Gobiernos de turno no lo han visibilizado ya que justamente el costo es altísimo en términos de tratamiento.

- Usted hace unos meses impulsó un proyecto para que se duplicara la oferta de tratamientos de salud mental ¿Cómo ha avanzado esta iniciativa?
- No ha avanzado nada, está ahí botada como muchas otras propuestas porque rogan un gasto al Estado. El Minsal destina un 1,9% de su presupuesto hacia el cuidado de la salud mental, eso es absurdo y ridículo teniendo en cuenta que la OMS recomienda que se destine entre un 5% y un 8%.

- Durante los Juegos Olímpicos de Tokio se visibilizó la problemática de la salud mental de los deportistas en activo y retirados ¿Usted cree que urge una política que esté enfocada en esta materia en los deportistas nacionales?
- Uno de los proyectos que una vez propuse buscaba que el Estado se haga cargo, al menos, de los deportistas que han representado al país en unos Juegos Olímpicos desde 1896 que son cerca de 800. Ahora, aproximadamente quedan 450. El proyecto buscaba que el Estado se hiciera cargo de la salud física y mental. Esta es la mínima recompensa que el Estado le debe entregar a las personas que llegaron a lo más alto del deporte competitivo y eso no existe.

- Usted sufrió el corte de su tendón de Aquiles en el año 2000 y luego recayó en dos oportunidades ¿Se sintió abandonado por las instituciones del país?
- Totalmente. Perdí mis becas deportivas, la operación en ese tiempo me costó como 12 millones de pesos, recuerdo que tuve que ir a la casa de Eduardo Frei a tocarle el timbre con una carta para solicitarle apoyo, felizmente me escuchó y el Estado me pagó la operación. Nosotros no teníamos ningún tipo de seguro de salud. Había perdido todo y se me gatilló mi tema depresivo. Ahora ha cambiado un poco el tema, ya que los deportistas Prodar están más protegidos, también las mujeres están más respaldadas, ya que, por ejemplo, mi ex señora la echaron de las becas por haber quedado embarazada. Ciertas cosas han cambiado para bien, pero en otras seguimos estancados.

- ¿Qué lo motivó para postularse como Senador por el Bio Bío?
- Me motiva el abandono que sufren las regiones del país. Es un tremendo desafío entendiendo que el Bio Bío es la segunda región más grande del país, yo busco una renovación en los nombres. El país necesita gente que esté motivada para hacer las cosas y que proponga proyectos. Quiero trabajar en la descentralización y no puede ser que las regiones reciban el chorreo que sobra en Santiago. Mi zona de confort es quedarme en Santiago, pero donde creo que puedo hacer las cosas bien creo que son en lugares que son difíciles, es por ello que mi desafío es trabajar en una región.

- ¿Por qué el Bio bío en particular?
- A mi siempre me ha gustado el sur de Chile. Yo estaba evaluando si postularme por la región de Los Ríos o por el Bio Bío, ya que yo viví por cinco años en Valdivia. Hay un tema de necesidades y de trabajo en el Bio Bío, esta zona tiene 33 comunas, hay un tema de conectividad y logística que se convirtió en un lugar de desafíos personales para poder hacer un buen trabajo. A mi me gusta este tipo de desafíos y de trabajar en comunas que están totalmente abandonadas. Creo que por formación personal estoy hecho para desafíos difíciles y hoy día mi campaña va basada en eso. Yo no elegí donde nacer, pero si donde trabajar y crecer.

- ¿Qué proyectos buscará impulsar como Senador?
-De partida, buscaré avanzar los proyectos deportivos que están ‘dormidas’ en el Senado. Yo creo que podría ser un pilar fundamental entre los senadores para impulsar este tipo de proyectos que vengan de la cámara baja o que salgan del mismo Senado. Mis proyectos van dirigidas en las demandas que aquejan a la región del Bio Bío. Siento que puedo hacer un excelente trabajo en el Senado para poder mejorar la calidad de vida de millones de chilenos.