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ENTREVISTA AS

Multicampeón loíno: "Más debajo de esto Cobreloa no puede estar"

El ex lateral izquierdo Rodrigo Pérez ganó tres títulos en Calama y ve complicado el futuro del colista del Ascenso: "Hace falta un trabajo a largo plazo".

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Multicampeón loíno: "Más debajo de esto Cobreloa no puede estar"
JOSE ROBLES/PHOTOSPORT

Pese a surgir en O'Higgins y pasar también por varios clubes, Rodrigo Pérez es uno de los referentes de la historia cercana de Cobreloa. El ex lateral izquierdo actuó en tres etapas por el cuadro loíno y, en su paso por Calama, acumuló un trío de títulos nacionales. Pero no es solo eso: también estuvo al mando del elenco naranja, en 2018. Desde la tranquilidad de Lo Miranda, localidad cercana a Rancagua en donde hoy reside, Pérez abordó para AS el difícil presente de los mineros en el Campeonato Acenso, que los tiene en la última posición del certamen con serio riesgo de descender a Segunda División.

"Es lamentable porque a uno le tocó vivir épocas muy lindas en el club. Tuvimos la oportunidad de ser campeones muchas veces, de jugar la Copa Libertadores. Es una suma de malas decisiones, no solamente deportivas, sino que también administrativas. Hoy sería muy fácil culpar a los jugadores y al cuerpo técnico, pero en el último tiempo los dirigentes -como se dice acá- “se las han llevado pelá”. Las decisiones parten de la cabeza y, cuando la cabeza no está bien, pasa esto. Llegó el Pato (Patricio Galaz, gerente deportivo) y tengo la mejor impresión de que va con las intenciones de levantar al club. Esperamos que sea así, porque más debajo de esto no se puede estar", señaló Pérez.

Pérez en su etapa al mando de Cobreloa.
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Pérez en su etapa al mando de Cobreloa.RAMON MONROYPHOTOSPORT

"Me tocó ser jugador y también entrenador y vivir la interna del club. También me tocaron momentos muy lindos, donde los dirigentes eran dirigentes y cumplían su rol. Hoy día son entrenadores, empresarios, las hacen todas. Creo que eso ha llevado a Cobreloa a la situación en la que se encuentra. No es normal que un equipo con tanta historia, con tantos recursos y una hinchada que es muy exitista esté ahora en esta situación. Para nadie es grato. Se ve complicado el panorama, porque van pasando las fechas. Incluso cuando Cobreloa descendió a Primera B en Chillán viajé, porque es una institución a la que le tengo mucho cariño. Independiente de la forma en que salí, que creo que no fue la más adecuada, pero también veo de quien viene. No me puedo seguir cuestionando. Al final esta gente estuvo cinco años y pasó sin pena ni gloria. Les pagaban al día a los jugadores, pero las instituciones van más allá. Creo que se estancaron, no aprendieron y, a la larga, les está pasando la cuenta. Sería muy injusto echarle la culpa al Pato Galaz, hace cinco o seis años que vienen teniendo inconvenientes", agregó.

-¿Teme que Cobreloa descienda finalmente a Segunda División?
-Espero que no. Yo creo que igual con lo que ha mostrado tiene la chance, sobre todo de local, de hacerse fuerte. Ahí está la clave, ganar de local y rescatar algo afuera, ser un equipo más ordenado. Aparte de que hay mucha gente joven y ahora no solo están jugando contra el rival, sino también contra la tabla, contra el mismo público, contra la presión. Ahí es donde tienen que tener carácter. Es una hinchada complicada y va a ser muy difícil, sobre todo mediáticamente. La prensa no te ayuda mucho, yo estuve allá.

-¿La hinchada cambió por el hecho de estar hoy en el Ascenso?
-Antes no había tanto clima extraño. Hay muchos coludidos. Por ahí, el presidente paga los viajes, paga una cena, se junta a jugar con la prensa los miércoles. Nunca escuché que hablaran mal del presidente. Al final, es como que lo alaban en todos y las cosas están mal. Uno no pretende que hablen bien de uno, pero sí que vean el trabajo. Cuando me tocó dirigir los siete meses, las puertas estuvieron abiertas para todos, dirigentes, la prensa, el público. Uno es de trabajo y siempre es bueno transparentar todo. Pero cuando tú ves que no hay ningún respeto con José Sulantay, con Chifli Rojas, con César Bravo, con Rodrigo Pérez, con Riveros, la gran mayoría, entonces, el tema va más allá de lo deportivo. Eso llevó a la situación que se está viviendo hoy día. No puede ser que, en una reunión de directorio, tú vayas y plantees que de local de ocho partidos ganaste siete. “No, es que ustedes ganan de local solamente por la altura”, esa fue la respuesta del presidente. Partiendo de esa base, no teníamos nada qué hacer. El fútbol para la gente del fútbol, ellos que vayan a la oficina, que vean los números, que no se metan en temas deportivos. A larga, le hicieron un daño enorme a un club con tanta historia. No puede ser tanta casualidad que en el tiempo que estuvieron el club hoy esté así.

-¿Los dirigentes son los grandes responsables del mal momento del club?
-Todos tenemos un porcentaje de responsabilidad. Es lo mismo que echarle la culpa solo a los jugadores. Ellos son dirigidos por un cuerpo técnico, los cuerpos técnicos los contratan los dirigentes, entonces… Al final esto es un grupo, porque cuando salen campeones se florean todos. Yo por lo menos tengo muy buenos recuerdos del gordo Mella, con lo apichangado que era en su momento, decía las cosas de frente y te hablaba. Heriberto Pinto era un tipo muy caballero. Pero estos señores, aparte de irrespetuosos ventilaban todo. Nunca Cobreloa en los últimos cinco años hizo noticia por una cosa positiva. A mí me echaron por la prensa. Jugamos contra Católica, ya sabía que me iban a echar por la prensa y al otro día finiquito. No hay una consecuencia, pero sería injusto también echarles la culpa solo a los dirigentes. Los jugadores y los técnicos igual tienen que tener capacidad. Es un porcentaje que cada uno tiene que asumir cuando las cosas no andan bien. Es fácil lavarse las manos y responsabilizar a solo una parte de la institución.

-¿Por donde puede haber una salida a todo esto?
-Que exista un proceso, es lo que hoy día veo como técnico y como instructor. Tú ganas dos partidos eras bueno o pierdes dos y eres malos, así de simple. Ese es el análisis para ellos, pero no existe un proceso en que se trabaje con cadetes, pensando “este año nos vamos mantener, después vamos a contratar a cinco o seis jugadores y vamos a ir en busca del ascenso”. No está esa idea, no esa esa estructura para decir “sabes que nos vamos a organizar de esta manera”. No, es todo improvisado. Eso es lo que hace falta, un trabajo a largo plazo. Si en seis años no se ha podido subir, hagamos un proyecto a dos años. Elige un técnico, báncalo y trae los jugadores idóneos. Ese es un tema también, el perfil para ir a jugar a Calama no es fácil. Un jugador de carácter, agresivo, que sepa a lo que va, es una ciudad complicada. Hay hartos factores que uno puede desarrollar con un proyecto serio. No puede ser que estos últimos años cambien los planteles completos. ¿No te parece extraño?

-¿Por qué?
-Como dijo el Pato (Galaz) con un solo empresario. Porque claro es negocio, el porcentaje al cambiar el equipo completo. Entonces la gente tampoco es ignorante y menos uno que lo vivió. No puede ser que en los últimos cinco años planteles completos diferentes y con la misma persona. Yo creo que acá falta un tema de que se propongan un proyecto serio, potenciando las inferiores, sobre todo las que están allá, las Sub 18 y Sub 21, en donde busquen algo realmente con una idea, con un objetivo. Una estructura de trabajo, vamos a trabajar de esta manera y con esta gente. Me pone contento que esté allá el flaco (Luis) Fuentes, el flaco (Adán) Vergara, que son gente que conocen el club, pero también denles las herramientas.