ORTEGA
Gil merece estar en la Roja
Leonardo Gil es uno de los jugadores más sobresalientes del fútbol local en la actualidad. Apenas llegó, el argentino-chileno dejó clara su jerarquía para el medio nacional: por la Supercopa ante Universidad Católica, el zurdo anotó un gran gol en el estadio Nacional. Inmediatamente, nos dimos cuenta de que estábamos ante un jugador distinto y que los antecedentes que exhibía no estaban inflados como a veces suele ocurrir en algunos fichajes extranjeros.
Hoy, cuando la Roja pasa por el peor momento de las Eliminatorias con evidente riesgo de quedar fuera del Mundial de Qatar, el nombre de Gil vuelve a aparecer en el horizonte de la Selección. En todo caso, no es nada nuevo, ya que el volante comenzó a ser vinculado con el cuadro nacional ya en la época de Jorge Sampaoli, en Juan Pinto Durán. Ha hecho méritos de sobra para aparecer en la próxima convocatoria, pero en el plano local, y a veces esto puede llevarnos a la equivocación. ¿No esperábamos acaso que Iván Morales mostrara algo de lo que hace en Colo Colo frente a Colombia?
Más allá de todo debate, lo concreto es que la Roja necesita a Gil para la próxima triple fecha de las Eliminatorias. Lo más probable es que Chile, en esa instancia, resuelva su destino en la ruta al Mundial y resulta crucial contar con hombres en buen momento de forma. Pero no es solo eso: Martín Lasarte no tendrá a Arturo Vidal en el primer partido, por suspensión, y tampoco sabemos el estado en que se encuentra Charles Aránguiz después de que solo pudo actuar en el segundo tiempo contra los colombianos.
Estando bien los tres fijos del mediocampo (Erick Pulgar, Aránguiz y Vidal), no hay duda de que deben ser los titulares. En esta pasada reciente de Eliminatorias, las alternativas en la zona de volantes mixtos fueron Claudio Baeza, Tomás Alarcón y Pablo Galdames y, como hoy están las cosas, el argentino-chileno les puede discutir su aparición también como variante en el sector medio. Es uno de los mejores de Chile y debe estar en la próxima nómina.
Con el zurdo en la cancha, la Roja puede avanzar en una faceta que muestra deficiencias incluso desde la época del bicampeonato de América. Entonces, no tuvo gran incidencia porque el notable rendimiento individual y colectivo tapa cualquier atisbo de flaqueza. Gil puede aportar con su gran pegada en todas las facetas del juego ofensivo. Es un preciso ejecutante de balones que no van directo al arco y qué decir cuando el tiro es dirigido hacia la portería rival.
La lectura anticipada de los duelos que vienen para la Roja está clara desde un principio. Tendrán un trámite parejo, equilibrado, con equipos compactos, no regalando nada para recibir goles y sacando máximo provecha de la opciones que surjan en el arco rival. Poseer con un gran ejecutante de balones detenidos, como el es el caso del mediocampista albo, puede resultar vital en este contexto táctico.
Lo principal es que el zurdo constituye una buena alternativa en el puesto de volante mixto. Es su posición ideal, con el arco rival más de frente y plena libertad para ir y volver en el terreno de juego. Su contribución en la generación de fútbol también es relevante: es un apoyo confiable para sacar el balón desde la última línea y más arriba interviene con predominancia en asociaciones de avance y progresión, verticalizando el juego. A menor escala, por cierto, su aporte se iguala en funcionalidad con el de Vidal y Aránguiz.
Además, el argentino con raíces chilenas lleva ya varios años diciendo que quiere jugar por la Selección. No es que ahora que está en Colo Colo apareció ofreciéndose para vestir la Roja. El tipo tiene familiares en el país, siempre visitó el territorio nacional y se siente en parte chileno. Tiene que estar contra Perú, Paraguay y Venezuela, no hay margen para gustos personales. Chile está al borde de quedar fuera otra vez del Mundial y la obligación es maximizar los recursos disponibles para evitar que esto finalmente ocurra.