El 2012 es un año que los hinchas de Colo Colo recuerdan con dolor. Esa temporada los albos sufrieron dos de las derrotas más duras de su historia ante la U: por 5-0 y 4-0. Todo en menos de cuatro meses. Para Ariel Páez (27), ese 2012 es una mezcla de felicidad y tristeza. Con 18 años en el cuerpo y en aquella época, el ex delantero tuvo su debut profesional en la victoria del "Cacique" ante San Felipe, el 05 de mayo. Después de ese duelo, solo alcanzaría a ver acción en dos juegos más con el club.
Tras un breve paso por Deportes La Serena, Páez decidió colgar los botines luego de seis meses sin encontrar equipo en 2015 . Una decisión que le generó depresión y que hasta el día de hoy lo tiene con la espina clavada de no haber seguido jugando, pero que con el paso del tiempo y la compañía de sus hijas ha ido superando: "Vengo llegando de unas vacaciones que nunca pensé que estando fuera del fútbol iba a poder tenerlas. Estuve en Disney con mis hijas. Quizás no disfruto de la manera que uno más quiere, pero aún así estoy feliz con ellas y mi familia ".
Dedicado en los últimos años a trabajar en transporte y electrodomésticos, hoy goza de su familia y pone un poco de su sueño en el futuro de sus hijas. "Mi hija mayor me alcanzó a ver jugar, pero era muy chica. Le muestro videos de repente. Ahora ve a la mamá jugar. Es la ‘Cote’ Urrutia de Colo Colo. Esperamos que salga buena para la pelota y me saque de acá jajaja" , comenta en diálogo con AS el oriundo de Los Andes.
- ¿A qué se ha dedicado después de retirarse el 2015? - Después de jugar me dediqué a trabajar, tenía que reinventarme en la vida. No veía posibilidades en el fútbol y tenía hijos que mantener. He estado trabajando en empresas de transporte, alimentos. Ahora estoy en una compañía de aparatos eléctricos. Fue un cambio brusco al principio. Ahí le tomé el peso a lo que tenía y lo que perdí, pero ya estoy adaptado. Uno a veces no sabe lo que hará con su vida, pero gracias a Dios salió todo bien.
- ¿Qué lo llevó a colgar los botines después de su paso por La Serena? - La decisión la tomo por mi hija. Ya no podía estar sin generar dinero, tenía que ser responsable con mi familia. Tenía un poco de ahorro, pero ya no podía más. Estuve entrenando seis meses hasta que se abriera el libro de pases, me fui a probar y anduve bien en algunos equipos, pero no me dejaban. Ahí me entró la frustración y dije que no iba a seguir intentándolo. Me decidí por trabajar. No fue una decisión fácil. El fútbol era lo que más me gustaba, lo que me apasionaba en la vida, y dejarlo de un día a otro es súper duro. En ese tiempo me dio una depresión por dejar ir lo que más amo. Fue ahí que mis hijos me sacaron de eso y ahora estoy luchando día a día.
- En 2012 le tocó debutar en Colo Colo con Luis Pérez en la banca y dejó buenas impresiones en los tres partidos que jugó. ¿Qué recuerda de esos primeros minutos como profesional? - Fue emocionante. Nunca pensé que iba a debutar en ese momento, porque había grandes jugadores en el club y pasaban técnicos como si nada. Para uno que era juvenil ese momento era el triple de difícil. Se dio la oportunidad y lo aproveché bien esos tres partidos. Ya después nos tocó la U en los playoffs. Luego llegó Omar Labruna y nos bajó a las inferiores. Ahí me desmotivé.
- En su debut ante San Felipe hizo una gran dupla con Bryan Rabello y se pensaba que iban a ser el futuro de Colo Colo… - Con mi gran amigo Bryan Rabello. Él era figura y aún así no le dieron el espacio en el club para que siguiera desarrollándose. Con Bryan siempre fuimos centrados en lo que queríamos, luego él se va y yo me quedo. Seguimos siendo partners. Aprendimos el uno del otro. En ese tiempo estaba la Segunda División y yo no hice mal torneo. Esperaba una oportunidad, pero nunca se dio. Es difícil asimilar eso. Cuando no te dan minutos es demasiado frustrante, especialmente cuando los pides en la cancha. Por eso el fútbol es demasiado psicológico y la gente no ve eso. Un futbolista puede caer y después no se le ve más. Hay que saber llevar los momentos en que uno está bien y no perder el sueño.
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- Ese 2012 también les tocó vivir las goleadas por 5-0 y 4-0 que la U les propinó. ¿Cómo vivieron ese momento en la interna del equipo? - Fue demasiado difícil. Uno aprende en Colo Colo a vivir esos partidos, con las previas durante la semana, el banderazo, etcétera. Es un Superclásico. Habíamos ganado la primera llave de los playoffs y después perder el partido, de esa manera, no fue nada grato. El ver cómo a los demás jugadores les afectó fue muy triste. Con las goleadas que nos dieron estábamos destrozados y más aún los juveniles, que siempre quieren aportar.
- En ese entonces había varios nombres pesados en el equipo, ¿qué recuerdos tiene del plantel? - Muñoz, Olivi, el ‘Chino’ Millar, el ‘Chapa’, Pablo Contreras, Fierro, Paredes, Lucas Wilchez. Habías muchos nombres importantes. Por eso uno también veía las oportunidades lejos. Pensábamos que el DT iba a apostar por nombres que conocía en vez de un juvenil. Por eso se empieza desde cero, como juvenil no tienes historia en el club ni en otro. Aprendí mucho de los jugadores grandes. Esteban me daba consejos porque jugábamos en la misma posición. Contreras, lo mismo. Y con Brayan que siempre fuimos muy amigos en Colo Colo y la Selección. Toda una vida juntos. Con él mantengo el contacto todavía, también con Luca Pontigo, 'Rafa' Caroca y su hermano.
- Hablando de Rabello y Pontigo, ustedes son de una generación que prometía mucho en el fútbol chileno, pero al final no terminaron de consolidarse y otros se retiraron. ¿A qué debió esto? - Es la falta de oportunidades. A nosotros nos ponían 15 minutos y querían que brilláramos, que fuéramos los mejores del partido. Eso es muy difícil, se da en pocos casos. Hay que cumplir los procesos y que te den oportunidades no solo en un partido, sino que en varios. A veces uno entra nervioso o con demasiadas ganas. La falta de oportunidades a nuestra categoría fue clara. Ganábamos todas las copas, en Italia y Ecuador. Y hubo muchos jugadores de Selección.
- Sobre esas copas, en 2010 ganaron el prestigioso Torneo de Gradisca Sub 17 en Italia. ¿Qué recuerda de ese torneo? - Es un recuerdo inolvidable. De hecho, un compañero subió una foto hace unos días. Jugamos con grandes equipos y a gran nivel. Salimos campeones, goleadores y mejores jugadores. También llegaron ofertas de equipos extranjeros. Me acuerdo que le ganamos a equipos colombianos, brasileños, ecuatorianos e italianos. Como todos éramos juveniles no me acuerdo de los nombres de los rivales, pero sí puedo decir que enfrentamos al Milan, Lazio, Napoli, Bahía de Brasil. A mí no me llegó ninguna oferta concreta, pero hubo un rumor de una prueba en el Milan.
- Me imagino que como hincha debe seguir la campaña del "Cacique". ¿Qué le parece el momento del equipo de Quinteros? - Si, veo los partidos muy concentrado. Siempre apoyando y tirando para arriba. El semestre pasado fue demasiado difícil para el club y los jugadores. Ahora están ratificando lo buenos jugadores que son y más con chicos de la casa. Iván (Morales) lo está haciendo bien y tiene que aprovechar el momento con la Selección. También el resto de los jugadores. Tienen que aprovechar lo que a uno no se le dio. Son oportunidades para un buen contrato, irse a Europa y llegar a la Roja. Estoy feliz por los chicos y la institución.
- Hay hartos jóvenes que están destacando en el equipo como Pizarro, Cruz, Solari, Rojas, entre otros. ¿Cuál le llama más la atención? - Iván. Es el que más conozco, en general. Me acuerdo de una temporada en juveniles donde fuimos a Santa Cruz. Iván era más chico, no tan ‘puntudo’, y le tocó compartir habitación con nosotros, así que lo acogimos bien y de ahí que lo conozco. No creo que se acuerde de mí jajaja. Siempre están los buenos deseos. A lo mejor él estaría feliz si me hubiera tocado a mí.
- En juveniles le tocó marcar y ser figura en varios clásicos ante la U, ¿quedó con la espinita de no haber podido disputar uno como profesional? - Tuve la suerte de marcar en varios superclásicos y ser figura, no solo contra la U, pero claro, quedé con ese bichito metido. Yo fui citado, pero justo me tocaba a mí quedar fuera de la convocatoria final. Vivir ese partido de cerca fue bueno. Ahora Colo Colo tiene que ganar y seguir en la punta. Son partidos donde el resultado nunca está dicho.
- Con varios años ya en el cuerpo y con su etapa como futbolista ya terminada, ¿se considera pleno o feliz? - Obviamente no quedé satisfecho con mi último año de carrera. Siento que de verdad mi nivel era muy alto. Mi proceso en Colo Colo fue bueno, demostré cosas, pero no me llegaron las oportunidades y por eso opté por salir. Uno quiere jugar y demostrar. Las cosas no se dieron y pasó lo que pasó. Sabiendo que puedes ser un gran aporte para un club o en la selección chilena, porque siempre creí que tenía el nivel para estar allí. Ahora tengo tres hijos y estoy en otra faceta. El fútbol lo deje de lado. Sigo jugando con amigos y teniendo ligas, lo disfruto igual. Veo partidos y los comentó, pero obvio que uno quiere estar dentro de la cancha. Estuve desde los 11 años en Colo Colo y no paré hasta los 21.
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Ariel Páez en su debur profesional.