Un viaje a los inicios de Leonardo Gil: “Lo tuve en brazos; ahora es un orgullo verlo en Colo Colo”
El volante de 31 años es uno de los líderes del plantel albo. Por ello, en Río Gallegos, su ciudad natal, hay orgullo. Especialmente después del título 33.
Leonardo Gil (31) es uno de los estandartes del plantel de Colo Colo. El mediocampista argentino nacionalizado chileno disfrutó con el título del Cacique en el Torneo Nacional, pero también con su buen rendimiento. Uno que se traduce en una titularidad indiscutida, y que, entre otras cosas, da cuenta de un gran despliegue físico y una pegada que no deja de llamar la atención.
Por ello, en Río Gallegos, la ciudad natal de Leonardo Gil, hay orgullo. Así se lo reconocen a AS.
En la capital de la Provincia de Santa Cruz, el primer club del '5' albo fue el Gimnasio Lucho Fernández, situado en el corazón del humilde Barrio Evita, donde su padre, Roque, lo llevó a los cuatro años. "El 'Colo' era un chico que a esa edad ya pateaba la pelota", recuerda Juan Navarro (56), quien lo dirigió en ese equipo.
Con el tiempo, el talento de Gil iba a crecer. "A los ocho años dominaba el balón y no se le caía. Lo ponías al lado de cualquier niño con esa edad y de lejos se veía que era superior. Tenía un don para el fútbol. Tampoco voy a decir que le enseñé todo, porque esos jugadores nacen así, como Messi o Maradona", cuenta Navarro, que curiosamente nació el mismo día (31/05) que el volante de Colo Colo.
Pero no todo fue alegría para Gil. Entremedio, específicamente a los cinco años, sufrió la perdida de su madre. Fue un golpe que remeció a su hogar. Sin embargo, logró sobreponerse y así lo demostró con el ánimo que adoptó en la vida y el deporte. "Era un chico muy dado, muy cariñoso, muy divertido. Nunca andaba de mal humor. También era muy hablador. Se cruzaba una mosca y él le hablaba", detalla Navarro.
Por otra parte, en la cancha, el pequeño Leonardo era ambicioso. "Recuerdo que, con apenas ocho años, él me decía 'profe, yo voy a vivir del fútbol. Quiero ser un profesional'. Era un chico con grandes aspiraciones", expone Rubén Darío (63), otro DT con el que Gil compartió en el Gimnasio Lucho Fernández, y que asoma en la foto principal de este artículo. "Tenía una mente ganadora y era muy amante de lo que hacía. Después, de a poco fue creciendo en la parte futbolística y personal", añade.
En el Lucho Fernández, entre otras cosas, Gil fue capitán en su categoría (1991) y alzó la Liga de Fútbol Sur de Río Gallegos. Luego, con el transcurrir de los años, el jugador pasó a Ferrocarril YCF, donde Rubén Darío volvió a ser su mentor, y posteriormente vistió la camiseta del Boxing Club. "El 'Colo' quería que todas las pelotas pasen por él. Tenía una pegada bárbara, tal como se le ve ahora. Siempre buscaba la perfección", dice Leonardo Mata (45), quien lo dirigió en el último elenco.
Tras aquello, Gil saltó a la CAI de Comodoro Rivadavia e inició su carrera profesional. Una que siguió en Olimpo, Estudiantes de La Plata, Talleres, Rosario Central, Al Ittihad y Vasco da Gama antes de brillar en Colo Colo. "Estoy contento por él, ya que lo vi crecer, lo tuve en brazos... Es un orgullo verlo con la camiseta más grande de Chile y es ídolo de mucha gente en ese país. Me emociono cuando escucho que salió mejor jugador de la fecha", manifiesta Juan Navarro.
Rubén Darío, por su parte, tiene una mirada similar sobre el buen momento de Leonardo Gil: "No me pierdo los partidos de Colo Colo. Acá lo queremos mucho. Yo de sobremanera, porque lo tuve de chiquito. Cuando escucho o veo que le va bien, siento orgullo y una gran emoción. Gran parte del fútbol chileno lo admira y está agradecido de que regale su buen juego, su buena patada. Yo le decía 'siempre mira la pelota y nunca pongas el balón con el pituto para arriba (ríe)'".
En la misma línea, Leonardo Mata entrega su opinión. “Realmente ahora el ‘Colo’ encontró su club. Me alegra mucho. Es un placer que esté bien y que haga esa carrera tan linda. Es un jugador que, cuando se agranda o le salen bien las cosas, cada vez rinde mejor”, expresa, y advierte: “Te puede sorprender con un montón de mejores cosas todavía”.
Pero más allá de su buen fútbol, en Río Gallegos también destacan la humildad de Gil. "Él jamás se olvida de sus orígenes. Eso es lo bueno que tiene. Las veces que estuvo acá, sus visitas siempre fueron al Gimnasio Lucho Fernández para ver a sus instructores y a los chicos del fútbol. En el Club Ferro, lo mismo. También ha hecho entrega de camisetas. Como ser humano es maravilloso", narra Rubén Darío.
El legado de Leo Gil en su tierra
Rubén Darío destaca que la imagen de Leonardo Gil es clave para los jóvenes que buscan irrumpir en el fútbol en Río Gallegos: "Él pasó a ser una figura, una estrella, alguien a quien los chicos pueden mirar. Siempre se le tiene presente. En el gimnasio Lucho Fernández, quienes manejan las divisiones inferiores, le comentan a los chicos que el 'Colo' nació ahí... Se les inculca todo el sacrificio que le ha permitido ser un jugador profesional y una buena persona".
De paso, Darío cuenta una experiencia personal que se relaciona con Gil: "Cuando estuve dirigiendo las primeras categorías de Ferro, en mis charlas yo comentaba que todo es sacrificio, ganas, responsabilidad, seriedad, trabajo. Si no, no se consigue nada. Cuesta mucho llegar al profesionalismo. Para nosotros, llegar a Buenos Aires, teniendo 2.800 kilómetros de distancia, ya es una barbaridad. Y que Leo haya ido escalando posiciones, y haya logrado lo que logró, lo transforma en un ídolo".
Río Gallegos le envía un mensaje a la Roja
Finalmente, Navarro, Darío y Mata abordan la ausencia de Gil en la Roja. El primero de ellos es categórico con su postura: "Sea cual sea el técnico que esté en la Selección, al 'Colo' no lo van a llamar hasta que se vayan los señores Vidal y Medel, quienes ya no dan más. Ellos no lo quieren. Yo fui árbitro hasta los 45 años, me sentí viejo y no arbitré más. Ellos deberían hacer lo mismo y dejar pasar a los chicos para que tengan una nueva generación, sin importar si son argentinos o chilenos".
Rubén Darío concuerda con la óptica de Navarro. “Nos habíamos puesto muy contentos cuando llevaron al ‘Colo’ a un microciclo. Después, cada técnico tiene su razón de por qué no convoca. A las grandes figuras de Roja hay que agradecerle por lo que le han dado, pero se necesita un recambio. Gil ya tendría que haber sido convocado”, afirma.
Leonardo Mata, en tanto, se atreve a señalar que Gil sería un buen complemento en el mediocampo nacional. “He mirado mucho a la Roja en los últimos años, y sí, el ‘Colo’ le puede dar una buena pelota parada o en profundidad. No sé si va a ser titular o suplente, pero al lado de un Vidal, un Pulgar, nunca viene de más un jugador como el Colo. Creo que le puede aportar un montón de cosas”, cierra.