FORMULA 1
F1 en pandemia: ¿cómo se vive la carrera de Sao Paulo?
A pesar de las medidas sanitarias impuestas por las autoridades paulistas, aún es común ver a personas que hacen caso omiso. Hoy es la carrera.
Brasil ha sido uno de los países de Sudamérica que se ha visto más afectado durante la pandemia, pero ahora lucha por volver a la normalidad. De hecho, durante este fin de semana, la Fórmula 1 volvió al circuito de Interlagos luego de dos años y las autoridades de Sao Paulo han luchado por entregar una imagen positiva a los miles de turistas que llegan hasta esta ciudad.
La llegada al aeropuerto de Guarulhos sorprende debido al énfasis que las autoridades paulistas han puesto en su propaganda. "Sao Paulo es el estado de la esperanza que ha llevado la vacuna de la Butantan a todo Brasil" reza uno de los carteles que se muestran en las pantallas que están instaladas antes de entrar al control de aduanas.
Curiosamente, en este lugar, la policía no exige ningún documento sanitario para ingresar al país. Algo que se contrapone al estricto control que tiene Chile al momento de abandonarlo.
La vida en las calles paulistas pareciera que está reviviendo los días previos a la pandemia. Es común ver gente sin mascarilla en lugares públicos,a pesar de que las autoridades locales obligan su uso en estos sitios. Incluso, en la mayoría de los locales comerciales no toman la temperatura al ingresar, algo impensado en la realidad chilena.
La llegada del gran circo a Sao Paulo
Para hacer posible el retorno de la F1 a Brasil, la organización y las autoridades sanitarias exigen a los asistentes una serie de requisitos que deben cumplir si quieren ingresar al Autódromo José Carlos Pace: estar registrado a la aplicación Chronus i-passport (pasaporte sanitario), estar vacunado con, al menos, dos dosis, tener puesta la mascarilla en todo momento y presentar tu ticket del evento.
A pesar de todas estas exigencias, una vez dentro del recinto no es raro ver personas sin la mascarilla en las galerías, ni tampoco respetando el distanciamiento social. Tampoco hay fiscalizadores que velen por el cumplimiento de estas medidas. Eso sí, alrededor del circuito hay acceso gratuito a alcohol gel en pequeños dispensadores. Incluso, los organizadores regalan una botella de 60 ml a todos los presentes.
Para evitar el constante contacto con billetes, la organización ofrece una tarjeta de consumo recargable que se asemeja a una tarjeta de débito para así adquirir los distintos productos que se ofrecen durante el evento.
La F1 le entrega un momento de esparcimiento a los miles de fanáticos que llegan al Autódromo. Y cuando los motores comienzan a rugir, los asistentes al evento se olvidan, al menos por 71 vueltas, que existe una pandemia mundial.