El pasado 31 de octubre, Boston College se proclamó campeón de Liga Nacional A1 de Voleibol Femenino tras derrota en la gran final a Colo Colo , en una serie que se definió en un 'set de oro'. En aquel partido, todos las miras y posteriores aplausos estuvieron centrados en Petra Schwartzman, quien con solo 16 años ya dislumbra como una de las jugadoras nacional con mayor presente y proyección.
Para el equipo de la coorporación de deportes fue su noveno título consecutivo, mientras que para Schwartzman se trató de su primera corona. De una corta, pero intensa carrera, el futuro de la joven opuesta parece no tener techo y su próximo destino se encuentra fuera de Chile: en la liga peruana, una de las competencias más exigentes del continente.
"En Sudamérica hay dos ligas que son las más importantes: la de Brasil y la de Perú. Ya sé que allá es profesional, quizás no al nivel de Europa, pero es una liga que va mejorando y tiene buen nivel", afirma la seleccionada nacional en dialogo con AS.
- ¿Qué se sintió vencer Colo Colo en la final de la Liga Nacional de Voleibol? - La liga en general fue distinta, porque normalmente dura mínimo tres meses, pero este año fue un mes. Yo llegué después de un Sudamericano en Colombia, así que alcancé justo a llegar a jugar la segunda fecha con Boston. Mi incorporación tuvo que ser mucho más rápida y fue una temporada distinta para el equipo porque venía el recambio: éramos cinco U18. A la final llegamos con un partido perdido, que justo fue contra Colo Colo. Partimos perdiendo la primera final de forma muy apretada, ahí nos dimos cuenta de que podíamos ganar. Boston tenía la presión y haber estado ganando ocho finales seguidas e inconscientemente teníamos ese peso atrás. Al final se logró.
- Y sus inicios, ¿cómo empezó en este deporte? - Mi familia siempre jugó. Mi mamá nos llevaba a ver partidos de voleibol en el colegio. Yo soy de Los Largos, y allá se juega mucho vóley escolar, así que siempre íbamos a verlos en familia. Cuando pasé a tercer básico, con nueve años, me metí al taller de vóley. Al principio uno no empieza a jugar, sino que a conocer el deporte. A jugar, lo hice en sexto básico. Cuando pasé a octavo el 2019, ahí entré a la Selección Chilena
- Le ha tocado vivir harta vivencia deportiva con solo 16 años, ¿cómo lleva la presión y el organizarme con sus otras responsabilidades? - Desde que empecé a jugar voleibol siempre ha sido lo que más me ha gustado y lo he realizado ha tiempo completo. Siempre me he organizado bien con el tema del colegio y el deporte. Después, cuando entré a la selección, comenzó a ser un poco más difícil porque como soy de región tuve que empezar a viajar a Santiago, a perder clases, pero igual me logré organizar. Mi colegio, el Instituto Alemán de Frutillar, ha estado demás mío y ha ayudado haciendo planes especiales, los profesores siempre han estado disponible. Con mi familia siempre he sido clara en que me gustaría dedicarme al vóley. Ellos siempre me han apoyado y no he tenido complicaciones.
¿Es posible ser voleibolista profesional en Chile? - En Chile es difícil ser profesional, en especial el voleibol femenino que no es un deporte muy vistoso en el país. Siempre he pensado que si los otros países puede, ‘¿por qué Chile no va a poder?’. No es que el voleibolista chileno sea malo, sino que le falta salir. Ya lo vimos con Beatriz Novoa que se fue a Argentina, luego a España y Perú, y hoy está de nuevo en España con Camila Mendoza y Paula Salinas que estuvo en Perú. Al final es querer salir. Se puede, aunque sea difícil.
- ¿Por lo mismo se irá a Perú a fin de año? - Sí, es por lo mismo. Se dio la oportunidad y es lo que quiero. Decidí aceptar la oportunidad e irme de acá a ver cómo resulta. Estoy bien emocionada.
- ¿Cómo se dio ese ofrecimiento del Club Regatas Lima? - Después de jugar el Sudamericano, el entrenador del club se contactó con el entrenador de la Selección. Yo ya había con él de que me gustaría irme al extranjero. Entonces lo hablamos con mi familia y aceptaron. Me voy a Lima el fin de mes.
- ¿Cómo será el tema de su estadía allá? - Como soy menos de edad no firmo un contrato, es más un tipo de acuerdo. Me voy hasta abril, por seis meses. Allá el club es como una ciudad dentro de una ciudad, entonces tienen de todo dentro: alojamiento, restoranes, gimnasios y todo para poder vivir ahí mismo. Me quedaré ahí junto a ‘Isa’. Mis papás me apoyan y me ven felices.
- Me imagino que el voleibol peruano está uno o dos niveles sobre el chileno… - Siempre estoy viendo vóley y en la selección nos dicen que veamos harto. En Sudamérica hay dos ligas que son las más importantes: la de Brasil y la de Perú. Ya sé que allá es profesional, quizás no al nivel de Europa, pero es una liga que va mejorando y tiene buen nivel. El vóley femenino de Perú es como el fútbol de Chile en importancia.
La Roja de vóley y sus próximos objetivos - En el Sudamericano de Voleibol de este año no les fue muy bien, ¿qué reflexión sacaron de esa competencia? - El vóley femenino en Chile nunca ha tenido grandes logros salvo algunas excepciones, como el Sudamericano U16 del 2019 donde logramos el campeonato, pero este año precisamente fuimos a un Sudamericano Adulto con una delegación donde la mayor tenía 23 años y el resto todas éramos chicas. Al final fuimos con una selección juvenil. Los números dicen que perdimos cinco partidos por 3-0, pero hicimos buenos partidos. Quizás nos hubiera gustado sacarle algún set a un equipo.
- ¿Qué objetivos se les viene en la selección? - Siempre apostar por seguir mejorando y buscar el próximo año la clasificación al Mundial de nuestra categoría U20.