ORTEGA
El ejemplo de Medel
Fue una noche fatal, pasó todo lo que nunca debía suceder y, cuando parecía que Chile daba otra paso para acercarse al Mundial después de nosotros mismos darnos por eliminados, otra vez surgen dudas en torno a cómo la Roja concluirá esta azarosa ruta hacia Qatar. La cosa en San Carlos de Apoquino estuvo para que algunos perdieran la cabeza y también acompañaran a Arturo Vidal a camarines antes del epílogo. Pero la disposición de los hombres de la Selección resultó fantástica: no se las dieron de guapo al ver todo perdido, algunas indecisiones del árbitro Fernando Rapallini no los hicieron irse del partido y el foco siempre estuvo puesto en lo futbolístico, olvidándose de toda odiosa externalidad mal importada desde el exterior. Sobre esto último, una pregunta: ¿Otras selecciones sudamericanas habrían reaccionado como los chilenos si les expulsan un hombre a los 12 minutos?
El emblema de la cultura de juego mostrada ante Ecuador fue lejos Gary Medel. El segundo capitán de la Roja dio todo, no ahorró nada y dejó examine el terreno de juego. Cerca del final, Martín Lasarte tuvo dudas sobre si mantenerlo o no en la cancha por una molestia muscular, pero cada vez que el DT le preguntó cómo estaba el pulgar apuntando hacia arriba dejó en claro que no estaba dispuesto a borrarse del partido. Incluso con un jugador menos casi todo el partido, frente a rivales jóvenes, buenos, rápidos y fuertes, siendo superado durante largos pasajes por un conjunto que merecidamente es el tercero de las Eliminatorias detrás de Brasil y Argentina.
Hasta la expulsión de Vidal, si bien se estaba abajo en el marcador, la idea pareció ser contener a Ecuador y de a poco ir desarrollando el juego de las jornadas pasadas en San Carlos, ante Paraguay y Venezuela. Sin embargo, la cosa se puso totalmente adversa con la salida por lesión de Alexis Sánchez, porque antes se había ido también Eugenio Mena. En ese contexto de incertidumbre absoluta, Medel fue el comodín de Lasarte. Por momentos, el DT mantuvo los tres centrales y el hombre del Bologna siguió en el eje de la zaga. Luego, el uruguayo intentó un sistema de juego espejo (1-4-4-1) para generar emparejamientos de marca en el campo chileno, tratando que no se notara la inferioridad numérica, y Medel pasó al mediocampo. Ese subir y bajar, de central medio a volante de contención, no le hizo ni cosquillas: mantuvo su correcto desempeño.
Y como la noche era un desastre total, la lesión de Francisco Sierralta otra vez llevó a Lasarte a recurrir a Medel. Durante los minutos finales, y con la Roja en los hechos solo con 9 jugadores en situación de competir, el ex UC retomó su labor de zaguero. Claro que lo hizo en esta ocasión formando dupla con Guillermo Maripán. Menos mal que el DT de Chile no lo había sustituido cuando insistentemente le preguntó cómo estaba. Si no, quizás quién hubiera terminado jugando en el eje de la defensa y así probablemente los ecuatorianos hubieran asegurado antes la victoria. No en los descuentos, como finalmente ocurrió.
Sin Vidal, la pega para Medel se viene todavía más pesada. Junto al hombre del Inter de Milán y también a Claudio Bravo, son los más expansivos de la Generación Dorada. Esos jugadores que en la cancha llevan al resto, empujan el buque, otorgan seguridad cuando se flaquea y actúan como si las circunstancias no los sobrepasaran. Su fuerte son los hechos, las acciones en el terreno de juego y no las declamaciones o peroratas cuando todos después son generales.
Medel sabe que el panorama es durísimo. Argentina y Uruguay en casa siempre han sido una prueba de máxima exigencia para cualquier Selección chilena. Brasil allá es un imposible y no vamos a andar con cuentos de que ya están clasificados y blablablá. Por algo, ni siquiera un punto se ha obtenido por las Eliminatoras actuando de visita. Los bolivianos se metieron en la pelea y, para ellos, enfrentar a Chile es un clásico, más todavía si pueden acercarse a la clasificación y hundir a la Roja.
Después de la derrota en San Carlos, el hombre del Bologna demostró también que tiene la película clara. Incluso se la jugó por recibir a Argentina en Calama y luego visitar La Paz para medirse contra Bolivia. Rescató la entrega del plantel y, lo más importante, dejó en claro que nada está perdido, marcando el enfoque que tendrá la Roja en la víspera de los duelos que pueden ser definitorios para asistir a Qatar. En la cancha y afuera, Medel mostró el camino. Solo queda esperar que llegue el 27 de enero para recibir a los argentinos.