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U. DE CHILE

Del dramatismo a la algarabía: así se vivió la hazaña de la U

Universidad de Chile vivió de todo en El Teniente de Rancagua y, pese a exhibir un fútbol paupérrimo, logró mantener la categoría con un final de ensueño.

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Del dramatismo a la algarabía: así se vivió la hazaña de la U
JOSE ALVUJAR/PHOTOSPORT

Universidad de Chile caía con Unión La Calera y se iba al descenso. Así lo decía el marcador a los 90 minutos, pero dos goles en los descuentos le dieron el triunfo por 3-2 al conjunto azul y se mantuvo en Primera División.

Debido al mal momento futbolístico y el hecho de que los azules no puedan llevar gente al estadio cuando jueguen en condición de local, ha provocado que los propios funcionarios del club sean, entre comillas, la reducida barra que tiene el equipo.

Además de ellos, que entonaron algunos "ceachei", también acompañaron los dirigentes. Algunos no se dejaron ver, como fue el caso de Luis Roggiero (que por lo general va analizando todo desde una caseta), pero otro sí estuvieron en la tribuna del estadio El Teniente, como por ejemplo Cristian Aubert.

Al actual director ejecutivo de Azul Azul se le vio tranquilo en un inicio, pero se fue desesperando conforme fueron pasando los minutos. Aubert pareció perder el control cuando Benjamín Saravia fue al VAR y anuló el penal que inicialmente había cobrado en el primer tiempo. Se levantó de su asiento en aquel momento y también cuando La Calera abrió la cuenta mediante Pedro Sánchez.

Por supuesto, también reaccionó en el segundo gol de la tarde, pero con resignación. Lo mismo que el cuerpo técnico de Cristian Romero, que tuvo a algunos de sus integrantes muy pendientes de los resultados de aquellos partidos que iban en paralelo.

En la tribuna, además de funcionarios y dirigentes, el equipo fue acompañado por un playlist de canciones de la barra. La que ha acompañado al equipo durante todos los encuentros en donde no pudo tener público (antes por la pandemia, ahora por castigo). Y lo cierto es que algunos ruidos no se condicen con lo que ocurría en el terreno de juego. Por ejemplo: el equipo puede estar en 3/4 de cancha y desde los parlantes suena un "uuuhhh" como si fuera una jugada de peligro, algo que los propios jugadores -en la interna- reconocen que confunde, o al menos que es extraño.

Esta playlist, coincidentemente, dejó de escucharse durante un minuto, cuando el reloj marcaba los 82', justo cuando Huachipato le anotó el 3-1 a Deportes Melipilla y a la U le costaba dos goles salvarse del descenso.

Por supuesto, todos reaccionaron con algarabía con el descuento de Ramón Arias en el minuto 84 y se transformaron en verdaderos hinchas en los minutos finales, olvidando en algunos casos sus cargos.

A partir de ahí, solo emociones. Una verdadera locura, primero cuando desde la banca azul se fueron encima del árbitro para pedir penal en los descuentos por supuesta mano de Erick Wiemberg (que nunca fue); luego, cómo no, con el segundo gol de Arias, y después, con el tanto en el epílogo de Junior Fernandes que rompió todos los esquemas, con una invasión a la cancha por parte de la banca, el cuerpo médico y el cuerpo técnico, junto con un ambiente de algarabía en las tribunas.

Al final, todos en conjunto, en la mitad de la cancha, entonaron un último "ceachei" para cerrar una temporada para el olvido con tintes épicos.