El ingeniero en mecatrónica y fan de Eduardo Vargas que sueña con Red Bull Batalla

- ¿Cuánto le cambió la vida ganar la Final de su país?
- Muchísimo a nivel trabajo, popularidad y a veces como que no nos cae el chip de lo que hemos conseguido. Voy mucho al estadio de Tigres y me piden fotos. Eso me cohíbe, todavía no sé qué hacer, me pone muy nervioso (ríe).

- ¿Le gusta lo que está viviendo o le gustaría pasar desapercibido?
- Es bonito que en la calle la gente te reconozca, eso le da un valor a mi trabajo. Hay momentos en los que quiero hacer introspección, pero es bonito el reconocimiento de la gente.

- ¿Cómo es un día de Skiper cuando compite o cómo es un día normal de Alan Ramírez?
- Todos los días intento pasármela bien, reírme. Lo primero que hago es escuchar música, entrar en mi mood. Siempre trato de hacer algo en cada día que me haga sentir bien. Ya sea ver una película, escuchar un nuevo disco, verme con un amigo o ver a mi familia, cosa de sentir que el día valió la pena. Cuando es competir, trato de entrar en mí, pero cuando llega el momento de batallar es como: 'ya es hora de empezar la demolición'. Lo más importante es entender que estoy ahí para sorprenderme a mí. Si eso logra algo con el público, mejor.

- ¿Recuerda la primera rima en la que pensó que podía tener talento para hacer freestyle?
- Me acuerdo que cuando volví a las batallas en 2016, porque yo empecé en 2008, mi primera o segunda batalla medio formal fue contra RC, que ya era el 'Profe' (N. de la R: RC es un MC mexicano que es apodado el 'Profesor'). Recuerdo que le tiré algo de Dominic (otro MC de México) en un lugar de playa o algo así y RC me dijo algo como 'tú no me ganas porque eres regiomontano y no costeño'. Y le contesté en las primeras dos barras (frases) 'yo no soy costeño pero si voy a posta, yo no soy costeño más te gano a toda costa'. Yo perdí con RC, pero terminó el evento y Aczino y Danger salen y me dicen: 'la rima de la costa es de primer nivel de México. Sigue así'. Esa fue la primera vez desde que regresé a las batallas que se me acercó alguien a decirme 'qué buena rima'.

- ¿Por qué había dejado de competir?
- Porque estaba trabajando y estudiando y en mi ciudad pasaron unas cosas muy controvertidas, no estaban disfrutando de las batallas en las plazas. En mi país, participé en un programa de televisión rapeando y eso fue mal visto. Lo estaba pasando mal y tomé la decisión de dejar por dos o tres años.

- Le cambio el tema. Usted es fanático de Tigres, pero quiero preguntarle por Humberto Suazo, ídolo del clásico rival de su equipo. ¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza?
- Un gran enemigo (ríe). ¡Era buenísimo! Agarraba la pelota Suazo y era como '¡quítensela!' (ríe). Otro chileno que dejó huella en mi ciudad fue el 'Diablo' (Claudio) Núñez. Yo lo vi poco en vivo, pero era muy bueno. Lo veía en partidos de leyendas o buscaba video de sus goles. Es una leyenda para nosotros los Tigres.

- Y más reciente está Eduardo Vargas...
- ¡Sí! Metió un gol en la final más importante para nosotros. En el estadio de Monterrey hizo uno de los goles que más he gritado. El tiempo que él duró en Tigres fue buenísimo. No me sorprendió que se fuera porque no estaba jugando lo que él quería. Entendí que se fuera, pero me costó un poco aceptar su partida, porque sí era un muy buen nombre. Entraba y hacía muy bien las cosas, jugaba muy bien. Destacaba en momentos de presión, dejó un muy buen recuerdo en la ciudad.

- ¿Y si le digo Andre-Pierre Gignac?
- No, no, no, me vuelvo loco (ríe). Es una gran persona, he tenido la oportunidad de hablar por mensajes de Instagram con él y a pesar que es una superestrella en el país, es una persona muy humilde. Es un ídolo total.