ENTREVISTA AS
Larrivey en AS: la promesa incumplida de la U, los motivos de su salida y el rol de Escobar
El ex goleador de Universidad de Chile habló con AS luego de la frustrada renovación de contrato y contó cómo fueron las negociaciones.
A comienzos de esta semana se conoció que finalmente las negociaciones entre Azul Azul y Sergio Irigioitía, representante de Joaquín Larrivey, no habían llegado a buen puerto, por lo que el delantero no sería renovado en Universidad de Chile.
Días después, el propio goleador argentino se tomó unos minutos para hablar con AS Chile, repasar el proceso de negociaciones que vivieron y el rol que fueron cumpliendo Michael Clark junto a Luis Roggiero en los últimos meses.
- ¿Cree que en su no renovación pudo influir que su representante ya venía con malas relaciones con Azul Azul por lo de Walter Montillo?
- No, creo que eso no influyó. Para mí, no tiene mucho sentido que alguien por cambiar de representante renueve o no. Tiene más sentido fijarse en el rendimiento que se ha tenido. A mi agente lo elegí porque es éticamente intachable y una grandísima persona. No creo que por estos motivos pueda darse una renovación o no.
- ¿Y cree que pudo ser factor el hecho de que el propio Montillo lo estuviera ofreciendo en el mercado brasilero a mitad de año?
- No, no creo. Me parece que no. Para una renovación basta ver el rendimiento y hablar en los pasillos del club para ver cómo trabaja uno o cómo es como persona. No si te ofrecen a tal o cual lugar. No tiene mucha lógica. Me parece que va por otro lado.
- En septiembre se le realizó una primera oferta de renovación y en octubre se mejoró, ¿es cierto?
- Sí, me dieron una oferta, luego una segunda, nosotros hicimos una contraoferta y, en el medio, el presidente me dijo que me quede tranquilo, que me iba a dar lo que yo había pedido, porque él -más allá de la economía del club- me valoraba, sabía lo que valía y después de esa promesa no volvimos a hablar nunca más.
- Usted descartó que esa contraoferta que hicieron junto a su agente fuera de un millón de dólares. ¿Fue cercano a los 700 mil dólares?
- No, tampoco. No me gusta hablar de números, pero no es así. Primero, lejos del millón de dólares y, segundo, lejos de los 700 mil dólares. De eso se tratan las negociaciones, hacer una oferta, esperar una contraoferta y en el medio hay un montón de cosas. Después de la última oferta que habían hecho ellos, nosotros hicimos una contraoferta y en el medio de esto nos empezamos a empantanar con los resultados y finalmente tuve esta reunión con el presidente en donde tanto a Arias como a mi nos dijo que nos quedemos tranquilos porque entendía que más allá de la problemática económica del club, él sabía lo que valíamos y que nos iba a dar ese dinero que pedíamos, que no era una locura.
- Y de Michael Clark nunca más supo...
- De alguna manera creímos en la palabra de él. Si no crees en el emblema máximo de un club, ¿en quién puedes creer? Es la primera vez en mi vida que me pasa. Fue así.
- ¿Quién le comunica que no continúa en el club?
- A mí me lo comunica mi representante, que habló con Luis Roggiero el fin de semana pasado.
- ¿Y los argumentos cuáles fueron?
- La verdad es que no sé qué argumento le dio, realmente, porque siendo sincero no hablé en profundidad sobre eso porque, ya te digo, yo había tenido varias reuniones con el presidente anterior, también con el director deportivo y dos más con el presidente actual, y en todas me manifestaron que querían que continúe, que iban a armar el proyecto rodeándome de buenos jugadores y obviamente me encuentro con esta situación. El que me lo comunicó fue mi representante, pero igualmente ya intuía que no querían contar conmigo.
- Santiago Escobar suele jugar con delanteros que se mueven por el frente de ataque y no exclusivamente en el área, como en su caso. ¿Esto le hace sentido o tampoco?
- No, para nada. La verdad que no, porque me resultaría muy extraño que a un entrenador no le guste un delantero centro que haga 20 o 24 goles por temporada. Me parece que hablaría muy mal de él. Por eso te digo, para mí no es un tema futbolístico. No conozco a ningún DT que no le guste un delantero que hace 24 goles en un año.
- ¿Usted cómo se encuentra?
- No estoy enojado. Simplemente cuento la verdad y miro para adelante con mucho optimismo, agradeciendo la oportunidad que me dieron, sobre todo la gente que estaba antes de vestir esta camiseta. Y a los hinchas que me manifiestan constantemente su cariño, quienes todavía no pueden entender esta decisión. Pero sin rencores, al contrario, agradecido y muy optimista para lo que viene, porque vengo haciendo las cosas muy bien, anoté un montón de goles y no tengo dudas que me saldrán buenas oportunidades en el futuro.
- Habla del cariño de la gente. ¿Cree que lo podría hipotecar al abrirle las puertas a Colo Colo y Universidad Católica?
- Mira, yo repito que la prioridad hasta el lunes 20 de diciembre, fue para la U. Siempre tuve la intención de quedarme, creo haber dado todo lo que tenía, tuve un rendimiento muy bueno y no quisieron contar conmigo. Para mí, no tiene que ver con una cuestión futbolística, sino que con otros temas, que desconozco, pero la cancha y los números hablan por sí solos, no tengo que decir nada extraño. Por eso hay tanto revuelo y desconcierto por esto. A partir del lunes pasado, la prioridad pasó a ser mi familia y todas las ofertas que vaya se verán.
- ¿Si le toca seguir en Chile y le anota a la U, lo celebrará?
- No sé, porque no puedo hablar de futurología, no sé dónde voy a jugar y la verdad que no sé lo que puede pasar. El cariño y el respeto por la gente de la U va a estar siempre, eso es lo único que te puedo decir. Le he anotado a ex equipos y no he celebrado los goles, pero porque me salió así en esos momentos: le hice goles a Huracán y no los festejé, le hice goles al Rayo Vallecano y tampoco. No creo que si uno festeja está faltando el respeto, uno hace lo que siente en ese momento y lo que me salga siento que estará bien porque yo siempre di el máximo para la U, siempre me brindé y ese es el máximo respeto que le puedo ofrecer. Siempre di todo, incluso en los entrenamientos, y me parece que el respeto va por ese lado.