"Siempre quise seguir, le tengo cariño al club y tengo raíces en la ciudad"
Fernando Hurtado actuó más de una década en Antofagasta y se marchó. "Me llevo un cariño importantísimo", dice el nuevo arquero de Wanderers.
La historia personal de Fernando Hurtado se encuentra fuertemente ligada a Antofagasta. El arquero, quien acaba de fichar por Santiago Wanderers en el Ascenso, partió en el fútbol defendiendo la portería nortina y, hace unas semanas, concluyó su etapa luego de más de una década en el club. Sintió el adiós desde la ciudad y, a los 38 años, esperaba prolongar su estadía, pero los planes en la institución iban en un sentido inverso. En medio de la pretemporada con los caturros, Hurtado comenta para AS su salida desde la escuadra antofagastina.
"Siempre quise seguir en el club, le tengo un gran cariño a la institución, llevaba mucho tiempo en el club, y tengo raíces en la ciudad. Mi primera opción siempre fue querer estar, querer renovar, pero bueno… las condiciones obviamente cambiaron. Estas pequeñas cosas te dan impulso para tomar desafíos importantes y llegó la posibilidad de Wanderers", afirma el también ex guardameta de Cobreloa y San Felipe.
- ¿Con qué sensación, en el plano futbolístico, se marchó de Antofagasta? En la década del 2000 partió en el club y luego vivió una segunda etapa de casi 10 años.
- Es una evaluación muy positiva, me llevo un cariño importantísimo de la región. Eso me queda para siempre y quiere decir que algo bueno se hizo. Ojalá pueda hacerlo también acá, en Wanderers, ese es el desafío.
- Antofagasta ha tenido planteles con jugadores importantes en los últimos años. ¿Siente que el equipo rindió como todos esperaban en la ciudad?
- Mira, nosotros estábamos claros en que había partidos en que no jugábamos bien, pero también teníamos lo otro. Tuvimos situaciones difíciles durante el año, éramos el que durante la pandemia más viajó, los que más tuvimos que desplazarnos y seguido. No es que me esté quejando, pero lo hacíamos cada tres días. Era algo difícil y sopesamos todo eso e igual le echamos para adelante.
- ¿Eso los afectó mucho?
-Tuvimos rendimientos muy buenos, fuimos muy sólidos de local. Creo que fuimos uno de los equipos más sólidos de local, aunque en ocasiones no jugamos como queríamos. De todas maneras, conseguimos los resultados que la dirigencia espera. Siento que el club tiene que dar un salto cualitativo el próximo año e ir a pelear por clasificar a la Libertadores o ir a pelear el campeonato.
- ¿Qué le ha faltado al club para conseguir esos logros?
- Ganar los partidos importantes, eso fue lo que nos faltó a nosotros. Teníamos una campaña muy regular y, cuando queríamos dar el salto cualitativo para ganarle a Colo Colo Colo afuera o ganarle a la U o a Católica acá, ahí fue donde quizás no pudimos responder. Yo creo que, teniendo ese plus extra, el club va a estar peleando por el título.
- Usted no la tuvo fácil en sus años en el club. Siempre compitió por el puesto con arqueros con trayectoria también.
- Sí, siempre tuve buenos porteros al lado mío. Siento que eso me ayudó a mí y también siento que yo ayudé a los demás. Siempre tuvimos una competencia muy linfa y hasta el día de hoy con cada uno de ellos he tenido muy linda relación. Creo que al margen de quien jugó, siempre lo hizo bien. Además, el profe Robert Prieto (preparador de arquero de Antofagasta) ha tenido una incidencia importante en cada uno de los arqueros que ha tenido el club, con su profesionalismo obviamente. Eso ha sido muy bueno para cada portero que ha pasado por el club.
- ¿Es una etapa cerrada que ya queda atrás o guarda la expectativa de volver a Antofagasta en algún momento?
- Mira, ya tengo 38 años, me siento muy bien físicamente, pero también sé los pasos que siguen en el fútbol. Esto va cambiando día a día y uno está correspondido a las decisiones de los dirigentes en vista de los rendimientos de cada uno. Tengo que andar bien y llegaré a Antofagasta o a otro equipo. Ahora el desafío importante, el mejor desafío, es hacer lo mejor posible para que Wanderers llegue a Primera División. Lo que venga después será un regalo para mí ya con 38 años, cada cosa que venga así será no más.