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TENIS

Garín se acostumbra a ganar batallas y avanza en Australia

El tenista chileno superó en cinco sets al español Pedro Martínez y se instaló en la tercera ronda del Abierto de Australia.

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Cristian Garin of Chile reacts during his second round match against Pedro Martinez of Spain at the Australian Open tennis championships in Melbourne, Australia, Wednesday, Jan. 19, 2022. (AP Photo/Andy Brownbill)
Andy BrownbillAP

Cristián Garín ganó otra dura batalla para seguir adelante en el Abierto de Australia. Tal como en el debut frente a Facundo Bagnis, el chileno tuvo que estar en cancha durante cinco sets para superar ésta vez al español Pedro Martínez por 6-7, 7-6, 2-6, 6-2, 6-2 e instalarse en la tercera ronda en Melbourne.

El décimo sexto favorito no sabe por ahora lo que es ganar por la vía rápida en el primer Grand Slam de la temporada, pero ahí sigue firme. Por primera vez avanzó en su carrera avanzó a la tercera ronda, y ahora espera por Gael Monfils (20°), quien barrió al kazajo Alexander Bublik (37°). 

Garín lo hizo, además, ante un rival durísimo y en alto nivel. Prueba de ellos fueron los primeros dos sets disputados durante la madrugada en Chile. Perdió en 76 minutos el primero por 7-6 y ganó el segundo en 66' por el mismo marcador.  La pista se puso aún más pesada en el tercero, donde exhibió su versión más irregular, necesitó atención médica, y lo entregó por 6-2.

La cuarta manga fue el punto de quiebre para el tenista chileno. Acompañado en las tribunas por Alejandro Tabilo, Tomás Barrios y todo su equipo, sacó a relucir su garra y mentalidad para revertir una compleja situación.

En cancha, Garín exhibió su mejor nivel. Recuperó la fuerza con su derecha y el revés cruzado, y tomó el control del partido para no soltarlo más. Su defensa fue otra gran aliada: pese a sumar casi nueve horas en cancha se mostró ágil y mucho más entero que su rival.

El quinto set se disputó bajo un tenso ambiente. En las tribunas los hinchas chilenos apoyaban a un sólido Garín que tomó ventaja de 4-0 rápidamente, y aunque le concendió una nueva vida al español al ceder un quiebre que en ese minuto gritaba cada punto como una final, nunca perdió la confianza, ni la tranquilidad para cerrar el partido.