DEPORTE FEMENINO
“Lo de Martín Vargas es patético; las cosas no se arreglan a combos”
Tras ser apuntado en duros términos por el ex boxeador, el juez Jorge Trípodi solicitó su derecho a réplica e hizo llegar una carta a la redacción de AS.
La entrevista que Martín Vargas le concedió a AS, en donde el histórico ex boxeador criticó en duros términos a Jorge Trípodi, el juez que estuvo a cargo de la definición por el título mundial súper mosca de la AMB entre la chilena Daniela Asenjo y la mexicana Maribel Ramírez, generó diversas reacciones.
En la nota, el osornino daba a entender que, producto del mal desempeño de Trípodi, la ‘Leona’ Asenjo no había podido quedarse con el cinturón. “Cuando empiezan a dar el fallo (empate), puta que me dieron ganas de pararme e ir a pegarle un palmetazo en el hocico (al juez)”, decía Vargas, en un artículo que puedes leer aquí.
Las palabras de Vargas, eso sí, molestaron a Jorge Trípodi. Por ello, este último solicitó su derecho a réplica y envió una carta a AS expresando su punto de vista.
“MARTÍN VARGAS ESTÁ EQUIVOCADO
El señor Vagas fue un púgil importante. Obtuvo en su carrera grandes triunfos y sonoros fracasos. Estos ocurrieron durante una época tenebrosa, oscura, dolorosa de nuestro país. Hacía falta un ídolo. Él lo fue.
Primera Confusión: Vargas debe saber lo que es un árbitro. Lo ha vivido desde dentro del cuadrilátero, los ha visto alzar su brazo cuando ganaba y el del contrario cuando era derrotado. El árbitro es el tercer hombre en el ring. Vela porque se cumplan las reglas, la limpieza del combate, sanciona o descalifica si hay actitudes desleales, hace cumplir el reglamento. Yo soy juez. Juez Internacional -no soy árbitro-.
Segunda Confusión: Los jueces internacionales, son aprobados y designados por los organismos que regulan los combates por títulos internacionales (AMB, OMB, CMB, FIB, Y otros de menor categoría). La FECHIBOX no participa en estas designaciones.
Tercera Confusión: Los jueces de boxeo son tres, el número es impar, con el objeto de lograr la mayor justicia. Cuando los combates se definen al final de los rounds pactados. Hay 3 posibles Resultados: FALLO UNÁNIME: los tres jueces dan un ganador, FALLO DIVIDIDO: Los tres jueces difieren en el resultado, y la pelea se declara empate. FALLO MAYORITARIO: dos jueces coinciden y el tercero no. Este último fue el resultado de la pelea a la que alude Vargas. Dos jueces dieron empate (la jueza argentina y el juez chileno), el juez peruano dio vencedora a la campeona mexicana. Los jueces no estamos para “favorecer” (palabra que usa Vargas) a ningún boxeador, sea local o no. No forma parte de la ética. Todos los jueces del boxeo profesional chileno actual, tienen títulos universitarios, son profesionales y pertenecen a un grupo social, intelectual y laboral, que les permite discernir sin “favoritismos”, al ganador de un combate, se basan en técnicas, reglamentos, que hemos aprendido en cursos nacionales e internacionales. A estos cursos y convenciones en el extranjero, hemos viajado con nuestros medios, no nos unen lazos a nadie del boxeo. Eso asegura nuestra independencia. No solos vemos “combos” (otra palabra que usa Vargas). Vemos y calificamos boxeo. Si yo hubiera “favorecido” al local, el desenlace sería fallo dividido: habría sido empate.
Cuarta Confusión: Empatar no es perder. Es haber hecho los méritos necesarios para lograr un combate parejo, sin llegar a ganarlo. La cultura de ganar a como dé lugar “porque Chile tenía que tener un campeón mundial”. No aplica en este caso. Las peleas se ganan en el ring.
Quinta Confusión: Es importante envejecer con dignidad, no basta con ser ídolo, también hay que ser persona de bien. Las cosas no se arreglan a “combos en el hocico”. Sobre todo, a los 76 años. A la tercera edad, es patético. Es la expresión de la rabia. Yo creo que Martín Vargas está con rabia. Impotencia. Frustración tal vez. Aquellos que alguna vez fueron importantes, deben estar a la altura de su fama. Comportándose, hablando, actuando con moderación, mostrando la sabiduría adquirida a lo largo de la vida. Sin mentir, sin confundir a la gente con sus declaraciones. No es el caso de Vargas.
Conclusión: Confunde árbitro con juez. No sabe qué organismo designa a los jueces. Desconoce el reglamento. Pretende “favorecer” al local. No es ético. Quiere solucionar los fallos de las peleas agrediendo a los jueces. (en particular al juez nacional, no se refiere nunca al supervisor venezolano, a la jueza argentina, ni al juez peruano. Nadie vio ganar al local. Sin embargo, su rabia está dirigida a una sola persona).
Jorge Trípodi Falco, Juez internacional de boxeo”