Tiene sólo tres años y es una de las deportistas chilenas con más futuro

Uno de los casos más sorpresivos en el deporte nacional es el de la pequeña piloto Elena Álvarez, de apenas tres años. Nacida en Costa Rica, hija de padre chileno y madre colombiana, comenzó a gustarle el automovilismo a los seis meses, según cuenta Domingo, su progenitor. En el país centroamericano es casi una celebridad y ya ha tenido apariciones en varios canales de televisión. Su gran objetivo es llegar a la Fórmula 1 y, para ello, busca ayuda con el fin de viajar el próximo año a Europa.

“La verdad es que nadie se lo inculcó. Nosotros con mi señora vemos la Fórmula 1, las clasificaciones, las pruebas libres y todo eso, y ella desde los seis meses más o menos que ya se quedaba sentada al televisor con nosotros. Las carreras le fascinan”, señala su padre, quien dialogó con AS.

“A los ocho meses le compramos un carrito eléctrico, que lo manejaba yo, y después de cuatro meses ya no lo quería usar porque andaba muy lento. Tenía que empujárselo y recién ahí ponía cara de felicidad (ríe). Luego le compramos uno a pedales, ella subía los pies y yo se lo empujaba. Ella ni hablaba, pero estaba fascinada con el automovilismo”, agrega.

- ¿Y cómo se acrecentó tanto esa afición?

- Un día pasamos por afuera de indoor park, vio los kartings y se volvió loca. Le compré un eléctrico, un ninebot, que se podía regular y lo limitamos a 10 kilómetros por hora, con una app en el teléfono. Son los mismos que usa Eliseo Salazar en el Mall Plaza. Me tocó mandar a adaptárselo porque ella es muy pequeñita. Pero se subió y descubrió sola cuál es el freno, el acelerador, desde el primer minuto se manejó perfecto. Luego le compramos uno de competición, que lo trajimos desde Panamá a Costa Rica. Y le cambia mucho el genio, anda irritable si no maneja, pero si lo hace es paz y amor, anda feliz (ríe). Necesita botar esa energía. Hoy entrena 16 días al mes y las clases duran una hora, pero como es bebé, cuando termina empieza a gritar “no, no quiero”, y entonces el profesor le dice “ya, demos un par de vueltas más”.

- ¿Dónde entrena actualmente?

- Ella entrena en Costa Rica. Hay dos pistas nada más que se pueden utilizar. Y en Colombia en el Kartódromo Juan Pablo Montoya, con la escuela Easy Kart. Allá nos ayudan. De hecho, nos pidieron autorización para que sea utilizada en las publicidades.

- ¿La idea es que se siga perfeccionando?

- Mi señora y yo lo tenemos súper claro. El día que ella nos diga “no quiero manejar más”, dejamos los karts ahí, como lindos recuerdos. Pero mientras ella vibre y disfrute con eso, haremos lo posible porque tenga la mejor formación y preparación. La idea es ir a Europa. Ya nos están ayudando personas de la FIA para conseguir cupos en escuelas. El tema es que solo lo hacen desde los ocho años en adelante. Entonces hay que gestionar algunos permisos. Hay un alto funcionario de la FIA acá en Costa Rica y él nos está ayudando con eso.

- ¿Y cuál es su sueño?

- Ella lo que quiere es ir a correr y ganarle a Hamilton y a Verstappen. Es fanática de Ferrari y de Fernando Alonso. Cuando ve carreras me dice “papá, cómprame uno de esos, de Ferrari y me lo haces más pequeñito” (ríe).

- ¿Le gustaría que representara a Chile o esa decisión se la deja a ella?

- Claro, uno le deja la elección a ella, pero a mí me encantaría que en un futuro su auto tenga pintada la bandera de Chile. Pero ella es costarricense, la mamá es colombiana, entonces hay un conflicto de emociones. Eso sí, los otros deportes no le interesan mucho, cuando ve fútbol tampoco y menos las selecciones, pero ve algo de Colo Colo y ahí sí grita.

- ¿Cómo está la agenda de Elena para los próximos meses?

- Ahora, a fines de abril está invitada por la colombiana Tatiana Calderón (única piloto mujer en participar en la Fórmula 2), al lanzamiento de su libro. Luego de eso seguirá entrenando acá en Costa Rica y alternando con Colombia, pero la idea ya es, como te decía, terminar de gestionar todo para que se vaya a Europa.