“A veces siento que no me valoran... Quizás es porque no soy un jugador que vende humo”

Christian Bravo (29) volvió a Chile. Tras vivir su segunda etapa en Montevideo Wanderers, en la Primera División de Uruguay, el extremo fichó en Barnechea y jugará por primera vez en el Ascenso. El cambio resulta curioso, pero el futbolista tiene una explicación. “Es una decisión que tomé porque tengo unos proyectos familiares por cumplir en Santiago”, cuenta en conversación con AS.

“Igual tuve ofertas de clubes de Primera, pero que no estaban en Santiago. Y nada, me llamó el entrenador (Antonio Martínez) y se ve un proyecto interesante. Es primera vez que voy a jugar en la B, pero lo tomo como un aprendizaje”, añade el ex seleccionado chileno, quien también suma pasos por la U, Granada, la UC, Unión Española, San Luis de Quillota, Peñarol y Everton.

De todos modos, Christian Bravo también aterrizó en Chile con un ambicioso objetivo personal: “Este año voy a estudiar para ser técnico, así que son cosas que puse en la balanza y todo me indicaba que tenía que quedarme por un tiempo en Santiago”.

- Dicen que antes de que usted firmara en Barnechea había acordado su llegada a Cobreloa. ¿Qué pasó ahí?

- No, como te digo: es netamente por un tema de que el técnico me presentó el proyecto de Barnechea, donde hay un plantel muy joven. Vengo con harta experiencia desde Uruguay y, de hecho, tuve la opción de seguir, pero debía venir a cumplir unas metas familiares a Chile. Y bueno, se sumó que apareció lo de Barnechea, que fue el único club de Santiago que me llamó.

- ¿A qué apuntan sus proyectos familiares?

- Son temas personales, pero más que nada también me quedo por el tema de que quiero estudiar la carrera de técnico. Son cosas que tengo con mi familia, que son para pensar positivo, para el futuro, así que tenía que quedarme a solucionar eso, ya que mi carrera prácticamente la he hecho más afuera. Tenía que estar este año y puede que el otro también me quede.

- ¿Cuáles son sus objetivos deportivos para este año?

- Quiero ayudar porque hay mucha gente joven en Barnechea. Vengo a aportar mi experiencia, a cumplir los objetivos que nos propongamos y tratar de entrar a la liguilla y mantenernos en los puestos de arriba. Sería un mérito para nosotros, porque no hay mucho jugador de nombre, pero sí muchos futbolistas que tienen hambre, sueños y que son esforzados. Tengo compañeros que recién están empezando y uno viene a aportarles, quizás, lo que a uno no le dieron cuando chico.

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- ¿En el último lo han llamado desde Universidad Católica?

- No, no (ríe). Nada de nada.

- ¿Pero ha esperado un llamado para regresar?

- Uno siempre está a la espera de poder volver. Aparte, creo que también hice una buena carrera en Uruguay. El año pasado jugué todos los partidos, fui capitán y eso no es fácil para un chileno. A veces uno siente que no te valoran de la forma que te gustaría, pero así es esto. Quizás no soy un jugador de vender mucho humo o de hablar, pero bueno. Por lo mismo, hoy prefiero quedarme en Chile. No sabes lo que me han criticado porque firmé en Barnechea, pero son proyectos personales que sé que me van a servir y van a sumar para mi vida y lo que viene, así que estoy tranquilo.

- Si bien usted se formó en la U, tuvo una mejor versión en la Católica. ¿Con qué club se siente más identificado?

- Jugué y concreté más en Católica, pero en la U hice mis cadetes, así que por ambos siento el mismo cariño. Quizás en la UC suene un poco más porque jugué de adulto y salí campeón. En la U también salí campeón, pero era más juvenil, jugaba algunos partidos y algunos no, pero en Católica ya fue de otra manera. Venía con el Mundial Sub 20 encima, con una experiencia en Europa, así que nada... A los dos clubes les tengo un cariño especial. La U me formó y siempre voy a estar agradecido de eso.

- Sobre su partida de la U, que fue repentina. ¿Qué reflexiona hoy?

- Yo siempre quise renovar. Como pasa con la mayoría de los jugadores de casa, los dirigentes esperaron hasta el último, pero vino Udinese y me llevó nomás. En su debido momento hablaré todo lo que pasé... Es un tema complejo para mí, porque la pasé mal al irme de la U.

- ¿Cómo recuerda sus días en el Granada?

- Todo fue lindo, era más chico. Me hubiese encantado estar en España con la cabeza que tengo ahora, con la madurez como jugador, pero uno va aprendiendo con el tiempo. Esto es así, así que siempre agradecido nomás y pensando para adelante.

- ¿Qué pensaba en ese tiempo?

- No, quizás fue el extrañar, el ser más chico. Pero hoy en día no. Ya tengo a mi hija, a mi señora, y ya son otras las metas.

- Con el primer equipo del Granada pudo enfrentar al Barcelona de Messi, Neymar, Suárez… ¿Se siente un afortunado?

- Sí, obvio. Fue lindo, pero ahora trato de ver dónde estoy hoy en día nomás y siempre con los pies puestos en la tierra. Como te digo, nunca he sido un jugador de hablar mucho, de sonar en varios lados, y creo que por eso también me ha ido bien en cierto modo. Siempre trato de adaptarme a lo que me toca y de la mejor manera.

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