“Trabajé en más 20 equipos, jugué en el extranjero y dirigí hasta en Indonesia... Cumplí mi sueño de niño”
Hernán ‘Clavito’ Godoy falleció este miércoles, a los 83 años, y así fue su última entrevista con AS, en julio del 2021. “Hice cursos en Francia e Italia”, recordó.


Hernán ‘Clavito’ Godoy falleció este miércoles, a los 83 años. El entrenador chileno llevaba varias semanas complicado de salud, producto de un hepatocarcinoma metastásico, un cáncer que se propaga desde el hígado hacia otras partes del cuerpo.
El nacido en San Félix dirigió por última vez en 2018, cuando descendió a Segunda División con San Marcos de Arica. En la campaña registró cuatro victorias, cuatro empates y cinco derrotas.
La última entrevista de Hernán Godoy en AS
En julio del 2021, en medio de la pandemia, ‘Clavito’ conversó con AS, en lo que fue su última entrevista con este medio. Ahí, además de hablar de fútbol, el DT abordó la actualidad de Chile. Aquí compartimos algunas de sus reflexiones:
- ¿Qué espera del país después de las elecciones?
- El estallido social... Si no arreglan ese problema, va a volver. La gente ya está aburrida. Hay muchos que no fueron a votar. Están cabreados, cansados. Después de tanta encerrona, asaltos, que no se puede andar tranquilo en la calle.
- ¿Y por dónde se hace el cambio?
- El problema es de la puerta giratoria. Caen las bandas, donde, por ejemplo, hay dos adultos y cinco menores de edad. Han caído 14-15 veces, y siguen.
- ¿Qué opina de otros temas como salud y educación?
- El tema de la salud también está malo. Tienen que arreglarlo. También el problema con los mapuche. Yo creo que no estamos en el país de antes, que era alegre, simpático.
- ¿Qué es lo que más extraña del Chile del pasado?
- Que andábamos tranquilos. Después la presidenta Bachelet les abrió la puerta a todos los extranjeros, y la mayoría que ha llegado tiene problemas de delincuencia. Haití, Colombia, Perú...
- Una minoría, porque gran parte de la gente viene a trabajar...
- No... La mayoría viene a trabajar, y están ilegales. Es lo mismo que pasa en Estados Unidos, cuando entran los latinos. Hacen el trabajo, le pagan 20 dólares, y al norteamericano, que pide más, no le dan. La frontera de El Salvador, Guatemala, Honduras...
- ¿Usted es un entrenador retirado o que solo está descansando?
- Mire, yo siempre he sido franco. Yo no tengo representante. Los representantes han echado a perder el fútbol en nuestro país, porque los dirigentes chilenos han aceptado que jueguen cinco extranjeros por equipo. Eso impide que aparezcan nuevos valores, que con 16, 17, 18 años ya tienen que estar jugando. El representante y el club mandan en el camarín, y no el entrenador. Entonces, yo me he rebelado contra eso. También hay periodistas que se prestan para eso y no lo dicen. Yo no estoy retirado. El equipo que se interese en que trabaje, con Justo Farrán, por ejemplo, nos llama. Y si no nos llaman, es porque no quieren.
- ¿Cree que rebelarse le ha jugado una mala pasada?
- No... Lo que yo no acepté es que, en varios clubes, dirigentes y periodistas quisieron hacerme los equipos. No les aguanté. También apareció un representante que dijo ‘estos son los jugadores que les paso. ¿Trabajan sí o no?’
- ¿Cuál ha sido su gran alegría en el fútbol?
- El haber trabajado en más de 20-25 clubes, haber sido jugador profesional, que era mi sueño de niño, y no he parado. Jugué en el extranjero, dirigí en distintos países. Fui a Indonesia, Vietnam. He hecho cursos para entrenadores en Italia, Francia. No tengo nada que envidiarle a otros colegas como Bielsa, Sampaoli, Sulantay, que son buenos entrenadores.
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