Asumió en el colista y hoy todo cambió: la obra de Salas en 2023
Con el DT, Magallanes dejó el último lugar y roza los puestos de permanencia. La forma de juego es otra y el 61% de rendimiento lo avala.
Durante la fecha pasada, Mario Salas consiguió, por algunas horas, lo que parecía imposible. Luego de la victoria ante Unión Española en San Bernardo (1-0), Magallanes quedó fuera de los puestos de descenso al sumar 19 puntos. Después, Curicó empató agónicamente contra Copiapó y los albirrojos lograron quedar a salvo, con 20 unidades, pero apenas por un punto en la tabla de posiciones.
Buenas cifras
El desempeño del elenco albiceleste mejoró notoriamente tras la llegada de Salas a la dirección técnica en reemplazo de Nicolás Núñez. El actual DT de Universidad Católica se marchó en la fecha 14, luego de la derrota por 2-1 contra Audax Italiano. Posteriormente, Braulio Leal dirigió de manera interina en la derrota por 1-0 ante Coquimbo y Salas debutó el 3 de julio frente a Huachipato en un duelo postergado desde la fecha 12 de Campeonato Nacional. Fue empate 1-1 en Talcahuano.
Desde entonces, el DT de Magallanes suma seis partidos dirigidos en el torneo con una marca de tres triunfos, dos empates y una derrota. Registra 11 puntos, lo que arroja un 61,11 por ciento de rendimiento. El contrapunto resulta evidente respecto de lo que venían realizando los albicelestes. Antes, Núñez sumó dos triunfos, el mismo número de empates y nueve derrotas, con un nivel de desempeño de 23,07 por ciento. Se marchó con el equipo en la última posición, con solo nueve unidades y a cuatro puntos de los puestos de permanencia.
Otra forma
En la cancha, Salas ha ido otorgándole su sello futbolístico a Magallanes. Lo más llamativo en las formaciones ha sido la inclusión definitiva de Joaquín Larrivey como uno de los tres atacantes. El argentino debutó como titular en la derrota por 2-1 ante La Calera y no dejó más el puesto. Ya había convertido un gol antes en el 1-1 contra Ñublense y volvió a marcar en la victoria frente a Unión Española.
La principal variante introducida por Salas abarca la organización posicional de los albicelestes. En tres de los seis encuentros de su ciclo, Magallanes empleó el sistema de juego 1-3-4-3, un cambio relevante en vista del apego irrestricto de Núñez, durante la etapa anterior, al esquema 1-4-3-3. Así, quien se ganó un espacio fue Nicolás Berardo, pues el zaguero pasó a ser titular junto a Christian Vilches y Fernando Piñero en el trío de centrales. En los duelos restantes, Salas conservó la línea de cuatro defensas y los tres atacantes, pero sí hubo una modificación en el mediocampo. El DT dispuso solo un volante ofensivo y dos mediocampistas centrales.
Ahora con Larrivey
Sin embargo, Salas no solo implementó un cambio posicional. Esto también involucró una variante en la operatividad futbolística. De ser uno de los cuadros con mayor posesión de balón en 2023 pasó al otro extremo. Durante los últimos cuatro partidos de Núñez al mando, el registro de tenencia superó siempre el rango del 60 por ciento. En la etapa actual, no alcanzó el 40 por ciento y solo contra La Calera llegó a 57,4 por ciento.
También ha habido un impacto en las formas colectivas de juego. Mayoritariamente, Magallanes es hoy un equipo que se organiza en un bloque bajo de presión durante la fase defensiva, con una estructura de cinco defensas (por el retroceso profundo de los carrileros Matías Vásquez y Felipe Espinoza) y una línea de cuatro volantes. En ataque, la única referencia es un único delantero (antes Felipe Flores y ahora Larrivey).
Ofensivamente, el diseño también varió de manera significativa. Los largos momentos de construcción de juego hacia el arco rival han sido reemplazados por acciones ofensivas con mayor velocidad y predominancia de pases verticales. Los contenidos están vinculados al Contraataque y lejos del anterior formato de Ataque Construido. Al respecto, la presencia de Yorman Zapata ha vuelto a recuperar relevancia. El colombiano es veloz, brinda profundidad y se impone con regularidad en los duelos ofensivos.