AS MEMORIA
El día que el gran ídolo del Real Madrid se topó a Caszely en España
El ex delantero es reconocido y admirado en España, un país que no se olvida de él, de sus goles y de su paso por Levante y por el Espanyol.
¡Gerente, gerente!, se escuchó de manera nítida en la entrada del museo del Real Madrid. Aquella vivaz vociferación pertenecía a Alfredo Di Stéfano, leyenda del cuadro merengue.
Y aquel rótulo de gerente iba dirigido a Carlos Caszely, quien estaba junto al histórico hombre de radio, Vladimiro Mimica. El ídolo deportivo chileno y el premio nacional de periodismo deportivo, trabajaban en radio Chilena y se encontraban a mediados de los 90 de gira por España siguiendo los pasos de Iván Zamorano. Y es que el cuadro merengue donde militaba el delantero nacional estaba ad portas de obtener esa ansiada Liga 94-95. En ese contexto, los chilenos fueron de visita al museo del Real Madrid, ubicado en el estadio Santiago Bernabéu. Mientras esperaban que el lugar que conserva camisetas, fotografías y trofeos, abra sus puertas, Caszely advierte la presencia de la Saeta Rubia. Sí, era el mismísimo Di Stéfano. Y desde luego, Caszely se acercó para saludarlo. El ícono del Real Madrid al ver que el ‘Rey del metro cuadrado’ se encaminaba hacia él, no dudó en llamarlo jubilosamente “gerente”. Se estrecharon en un abrazo y luego Di Stéfano invitó al museo a los chilenos y los orientó por los recovecos de aquel espacio donde el Real Madrid exhibe su gloria y honor deportivo. Sin duda, un guía de lujo.
Pero la pasada por la capital española encendió en los dos chilenos el deseo de ir a Barcelona. Luego de recorrer las calles de la ciudad condal, Caszely y Mimica decidieron ir al estadio de Espanyol. Y allí estaban, en la tribuna, a metros del campo de juego. Mientras Caszely recordaba sus goles y momentos de gloria en aquellos arcos, Mimica le dice, -mira Carlos, arriba, en la galería, hay cinco hinchas. Apuesto a que se acuerdan de ti. -Son los periquitos, la hinchada del equipo. ‘Ya han pasado muchos años Vladimiro, no se acordarán’, le respondió el gerente. Mimica decidió corroborar su planteamiento y en cosa de segundos se desplazó hacia donde estaban los hinchas, tres de ellos hombres mayores. ‘¿Ustedes conocen a ese señor que está allí sentado?’, les preguntó Mimica. Los hinchas quedaron confundidos por la pregunta. Luego dirigieron su mirada hacía Caszely, pero la distancia entre ellos y el ex jugador hizo que no lo identificaran. - ¡Es Carlos Caszely!, les dijo con su característica vehemencia Mimica, - ¡El gerente!, respondieron al unísono los hinchas, quienes se acercaron al delantero y desde luego se fotografiaron con él y le pidieron autógrafos.
Más tarde, a la hora de la cena, Mimica y Caszely se situaban en un céntrico restaurante. De pronto se advirtieron movimientos y sonidos extraños en la cocina del local. Sucedió que todos los cocineros abandonaron sus deberes y dirigieron sus pasos a la mesa donde estaba Carlos Caszely y le dedicaron sendos cánticos en su honor. Eran hinchas del Espanyol que querían agasajar a su ex goleador. Y allí estaba Caszely, bebiendo aquel trago dulce del reconocimiento, mientras Mimica, a un metro de distancia, era un testigo privilegiado de la escena.
Es Carlos Humberto Caszely Garrido, el gerente, reconocido y admirado en España, un país que no se olvida de él, de sus goles y de su paso por Levante y por el Espanyol.