Chile sufre su derrota más dolorosa y sigue en caída libre

Chile jugó su mejor partido oficial desde que Ricardo Gareca asumió el mando del equipo, pero cayó 2-1 ante Brasil. Esta derrota agrava la crisis en las Eliminatorias, en un duelo que, pese al buen fútbol y la irrupción de jóvenes como Darío Osorio, Felipe Loyola y Lucas Cepeda, acabó marcado por errores defensivos que a este nivel se pagan demasiado caro.

Ni siquiera los 45 mil espectadores que llegaron al Estadio Nacional esperaban un inicio como el que tenía preparado el partido. A los 69 segundos Felipe Loyola abrió la cancha, Darío Osorio envió un centro preciso y Eduardo Vargas superó la resistencia de Ederson para encender el ambiente.

La Roja demostró que no es tan mala como la versión que exhibió ante Bolivia y tampoco tan buen como la Generación Dorada, pero al menos tiene argumentos para luchar. Apareció por fin Darío Osorio, criticado por su nivel en Copa América y en la fecha previa, y pudo consagrarse con una jugada de crack. Desarmó a Brasil, se perfiló de frente al arco y lanzó un disparo que se desvió sólo al final.

Brasil tampoco vive su mejor época y le costó sacudirse del golpe inicial. Tiene, como siempre, grandes jugadores en grandes equipos, pero carece de un líder e individualidades que aparezcan cuando el escenario se pone difícil. Es cierto que a partir del 0-1 arrinconó a Chile en defensa, dominó la posesión y las jugadas de riesgo, pero con orden y sacrificio, la Roja mantuvo la mínima ventaja.

Parecía que Chile se iría al descanso con la ventaja, pero la fortuna no estuvo de su lado. Diego Valdés cayó en el área tras un leve contacto de Lucas Paquetá, que el árbitro no sancionó. Luego, Thomas Galdames falló en el salto ante Savinho, y Maripán no pudo contener a Igor Jesús, quien aprovechó para empatar.

El segundo tiempo permitió dar un visto al futuro. Lucas Cepeda y Marcelo Morales hicieron su debut oficial por la Roja y estuvieron a la altura. A ellos se sumaron Gonzalo Tapia y Carlos Palacios, que con su ingreso permitieron que Chile recuperara el balón y la intensidad. Los últimos minutos reencontraron al público con la selección, y el empate asomaba incluso como un premio de consuelo.

Pero la desgracia volvió a estar del lado de la Roja. En el minuto 89, Brasil, resignado a un empate, encontró el gol de Luiz Henrique, que destrozó las esperanzas de Chile y dejó al equipo de Ricardo Gareca hundido en el penúltimo lugar de la tabla de posiciones y casi sin posibilidades de ir al próximo Mundial.