“Me gustaba mucho”: Guillermo Maripán revela a su mayor referente en la defensa

El defensa central del Mónaco y la selección chilena, Guillermo Maripán, habló en exclusiva con AS y reveló cuáles fueron sus influencias en el puesto.

“Desde que era pequeño me gustaba mucho Alessandro Nesta. Y cuando llegué a España, me gustaba mucho Gerard Piqué por todo lo que era en Barcelona. Y después de eso solo he estado enfocado en mí”, confesó el defensa.

Maripán renovó con el Mónaco hasta 2025, donde ya suma 100 partidos con el club, jugando 87 de ellos como titular. El chileno es optimista sobre su futuro en una de las ligas más grandes de Europa.

“La verdad que estoy muy contento, muy feliz. Desde el día que llegué he sentido el cariño de los hinchas, me he sentido muy querido y valorado por el club. Entonces cuando tú ves estas conversaciones con el club, me puse muy feliz porque es lo que quiero. Tengo muchas ganas de seguir mejorando, de seguir progresando, y de conseguir objetivos con el club”, apuntó.

- Es obvio que el Mónaco ha contado contigo como parte importante en su proyecto futuro digamos, a corto y medio plazo, ¿Te han hecho saber alguno de los objetivos marcados para ti y para el equipo en estas temporadas?

- El objetivo siempre está en los primeros lugares. Ellos quieren ganar la liga y jugar copas internacionales. Entonces yo estoy muy comprometido con eso, es lo que quiero también y por eso hemos llegado los dos a un acuerdo.

- Para un club como el Mónaco, que nivel de importancia tiene clasificar a la fase final de la Champions League? ¿Crees que es un objetivo real de cara a esta temporada?

- Sí, claro que es un objetivo. Para el club es un objetivo estar en los primeros lugares y en las copas internacionales. Desde que empezamos la pretemporada, sabemos que queremos jugar la Champions la temporada que viene.

Un defensa goleador

- Según la estadística avanzada, varias de las plataformas más importantes de este campo relacionadas al fútbol te dan como uno de los defensas con mayor peso ofensivo de las grandes ligas en los últimos tiempos, ¿Esto es algo nuevo en tu carrera o es una faceta que siempre has mostrado allá donde has ido?

- No, la verdad que se me ha dado mejor en los últimos años, pero también porque lo trabajo y lo deseo mucho. En los entrenamientos estoy trabajando mis movimientos. Y también que las oportunidades que tenga sean claras o sean gol. Por tanto, es una cosa que llevo trabajando y buscando desde hace mucho tiempo.

- Desde que llegaste a Mónaco, has disputado 100 partidos, 87 de ellos como titular… ¿Cómo se gestiona a nivel personal la importancia de tener un peso tan notable dentro de una plantilla tan exigente?

- La verdad que lo manejo muy bien. Yo desde el momento que llegué, me dijeron que iba a ser importante dentro del club. Me dijeron que iba a ser un pilar defensivo y yo tomé esa responsabilidad. Han sido 100 partidos en tres años y estoy muy contento y muy feliz. Significa que hago las cosas bien, que ayudo a mis compañeros y no es más que el comienzo. Quiero seguir en esta misma línea.

El futuro en la Roja

- Con respecto a la selección chilena, imaginamos que tu mirada está fija en la próxima Copa América, y en el objetivo de clasificar al Mundial de 2026, ¿Que nivel de confianza ves dentro del grupo para conseguir ambos objetivos?

- La verdad que estamos todos muy motivados. Nos dolió a todos haber quedado fuera del Mundial. Obviamente a nadie le gusta, nosotros fuimos los primeros que lo sentimos. Ahora se respira un ambiente muy positivo, de empezar con el proceso, ya con una base pero con entrenador nuevo. Entonces se respira un aire de mucho entusiasmo, y de mucha confianza en que lo vamos a lograr.

- ¿Crees que la Roja tiene digamos, en cuanto a talento y jóvenes, un plan de transición para mantener el nivel de éxitos conseguido con la Generación Dorada?

- Es un proceso que se vive en todas las selecciones, no es nada nuevo. Yo veo desde dentro a chicos que tienen mucha calidad, a jugadores que juegan muy bien; y ellos solo tienen que enfocarse en seguir creciendo y madurando, en tener más minutos y en hacer las cosas bien. Es un proceso que lleva tiempo, y depende de los chicos, de los profesionales que sean y de cómo se lo tomen. Para que así puedan venir a Europa y tener un buen nivel y ritmo de juego.