“Se nos desaparecía y tenía bajones”: así partió la ruta del nuevo chileno a seguir en Europa

Víctor Felipe Méndez (22) dio el gran salto. El volante dejó Unión Española para reforzar al CSKA de Moscú, y en Valdivia, su ciudad natal, hay emoción. Así se refleja, por ejemplo, en el Atlético Merino, la escuadra que el joven defendió en sus inicios en el barrio. Aliro Silva (69) es el presidente de esa institución y en conversación con AS habla con orgullo de su ex pupilo. Los recuerdos están intactos.

“Para nosotros, su partida al fútbol ruso es un hecho súper importante. Significa que cuando se trabaja bien y hay apoyo, los jóvenes pueden surgir. Víctor se esforzó mucho”, reflexiona Aliro Silva. Y agrega: “Muchas veces, los futbolistas tienen condiciones, pero se van perdiendo porque no están las instancias para ayudarlos. Felizmente, él tuvo la capacidad de ser constante y salir adelante”.

- Previamente, usted me comentó que recibió a Víctor con siete años en el club. ¿Cómo lo recuerda?

- Lo tengo como grabado (ríe). En ese tiempo, yo entrenaba a las categorías Sub 8 y Sub 10. Y él llegó a un entrenamiento, estaba sentadito, mirando, y lo vi con entusiasmo y lo invité a jugar. Él vivía con la abuelita. Me dijo ‘ya, tío, pero hay que ir a avisarle a mi abuelita, que está trabajando en la feria’.

- ¿Y qué pasó después?

- Sin saber las condiciones que tenía el niño, le dije ‘vamos’. Y fuimos, hablé con la abuelita, le dio permiso, pero me dijo que no podía acompañarlo. Y ahí le dije ‘no, no se preocupe. Veamos cómo anda. Nosotros nos comprometemos’. Y ahí empezó todo. El niño siguió jugando con nosotros y sus condiciones eran realmente notorias para su edad. Después lo juntamos con chicos de 10 años y casi no había diferencia.

- ¿Siempre jugó en la mitad de la cancha?

- Siempre. Y él solo quería ganar. Lo tuvimos hasta los 13 años. Jugó un Nacional con nosotros en Antofagasta y ahí también destacó.

- Usted dice que muchos jugadores prometedores a veces se pierden. ¿A Víctor le pudo pasar eso?

- Sí. Y no tan solo una vez. De repente se nos desaparecía, porque tenía un carácter bien especial, y su soporte familiar no era muy bueno. Entonces, cuando eso pasaba, con Luis Villalobos, un profe, a quien le doy bastante mérito de lo que hizo con Felipe, lo íbamos a buscar y lo incentivábamos de nuevo. Obviamente, como tenía tantas condiciones, volvía y seguía con nosotros.

- Después, él estuvo en Huachipato...

- Sí. Se fue a los 13 años, pero tuvo bajones y luego se devolvió y estuvo un tiempo corto en Deportes Valdivia. De ahí nosotros pedimos la recalificación para el fútbol amateur y no estuvo mucho tiempo. A los 16-17 años fue a Juegos de La Araucanía con nosotros y de ahí lo llevaron a Unión Española. Pero, como le digo, tuvo periodos en que si no hubiese recibido el empujoncito, el incentivo para que pueda aprovechar, capaz que se hubiese perdido en el fútbol.

- ¿A propósito de qué eran los bajones de Méndez?

- Seguramente era en lo emocional, en lo familiar. Los problemas a veces repercuten en la motivación de un jugador. Pero bueno... Después, su familia supo motivarlo para que él siguiera.

- Ahora, él es el ‘ilustre’ del barrio...

- Sí, por supuesto. Siempre que viene a Valdivia tiene contacto con nosotros y, cuando puede, va a los entrenamientos de los niños. Para nosotros es súper motivante que ellos sepan lo que es Felipe Méndez, que nació de ahí, igual que ellos... Siempre tratamos de que ese contacto esté.

- Los niños querrán seguir sus pasos, ¿no?

- Por supuesto. Siempre les estamos hablando de Felipe Méndez y otros jugadores sobresalientes. Realmente llegan niños con muchas condiciones, aunque a veces no está la motivación de la familia... Pero los niños ven en Felipe que se puede. Y nosotros estamos trabajando en eso, motivándolos.

- ¿Pudo conversar con Méndez en el último tiempo?

- Ahora último, no. El profe Luis Villalobos, nuestro coordinador deportivo, sí. La última vez que pude conversar con él fue cuando vino en el verano. Ahí hicimos un partido amistoso con un equipo fuerte de la región y él jugó. También le hicimos un pequeño homenaje y una cena con él y su familia.

- Ahora se las arreglarán para seguirlo en la liga rusa...

- Sí, acá hay harta gente que lo sigue. No sé cómo se las arreglan, pero siempre dan noticias de lo que está haciendo Felipe. Así que no va a ser problema. Además, las redes sociales siempre están aportando en eso.

- ¿Siguieron sus últimos partidos en la Roja?

- Sí, de todas maneras. Y cuando vino a jugar por la Unión Española contra Deportes Valdivia, por la Copa Chile 2019, mucha gente fue a verlo. Acá siempre estamos pendientes de él. Es conocido por la gran mayoría.

- Entonces, se les infla el pecho de orgullo...

- Sí, por supuesto. Además, él fue un chico bien humilde, no fue levantado... Fue bien sensato en su accionar, así que eso lo puede ayudar mucho.