“Vidal no me veía hace 17 años, pero se acordaba de mí... nos cagamos de la risa”
Leandro Franco, ex Colo Colo, describe su reencuentro con el jugador de Flamengo en el Maracaná: “Arturo vio a mi esposa y me dijo ‘¿es la misma?’ ¡Claro que sí!”
En febrero del 2020, AS se contactó con Leandro Franco, brasileño que pasó por Colo Colo en 2005. El ex futbolista se enteró, en medio de la entrevista, que es uno de los cuatro jugadores que nunca perdió un partido con ese club: “El mayor dolor de mi vida fue no haber seguido”, dijo. En la misma conversación, el ex atacante recordó anécdotas con Arturo Vidal, quien daba sus primeros pasos en el profesionalismo.
Dos años y medio más tarde, Leandro Franco se trasladó a Río de Janeiro para ver la clasificación de Flamengo a semifinales de Copa Libertadores. Un duelo que tuvo a Vidal, su ex compañero, en la cancha del Estadio Maracaná. Después del encuentro, ambos se reencontraron: “Fue un momento muy lindo”, cuenta el brasileño.
- ¿Desde cuándo no veía a Arturo Vidal?
- Yo no hablaba con Arturo desde que salimos de Colo Colo hace 17 años, pero seguía en contacto con un familiar suyo. Me sorprendió que se acordara de mí por la cantidad de compañeros que tuvo en su carrera. Cuando nos conocimos, él era un joven que buscaba su espacio. Me acuerdo que nos llevábamos bien porque jugábamos la Copa Chile. Salíamos a comer y a jugar bowling.
- ¿Cómo se gestó el reencuentro?
- Hablé con un amigo de él, que se llama Iván Valenzuela y le dije que lo esperaría abajo para que se tomara una foto con mi hijo. Iván me dijo que sí, que iría. Cuando salió del camarín y me miró, se le notó la sonrisa. Eso me dejó muy contento porque Arturo es un ídolo mundial y jugó en los mejores clubes. Quedé muy feliz porque desde que salí de Colo Colo tuve una amistad con (Jorge) Valdivia o (Claudio) Bravo, pero Arturo era el chico con el que no había tenido ningún tipo de contacto, ni por Instagram. Ahora nos acordamos de varias bromas.
- ¿Qué bromas?
- Yo fui el único jugador en la historia de Colo Colo que cayó dos veces en la misma broma. ¡Dos veces! Cuando llega un futbolista nuevo al camarín, se hace un bautizo. Decían que Claudio Bravo era un tipo muy fuerte que con una toalla era capaz de levantar a tres personas. Acostaban a uno en la toalla, otro boca abajo y al tercero, que fui yo, lo agarraban por las piernas y brazos, le quitaban el short y le sacaban todo el pelo: de la cabeza, de los brazos, de todo el cuerpo...
- ¿Y cómo le llegó a pasar dos veces?
- Pasaron los días y llegó (Jorge) Serna como refuerzo. Me dijeron que ahora le tocaría a él. Yo fui el primero en acostarse porque quería agarrar a Serna, pero se pusieron de acuerdo con el segundo y el tercero, y cuando yo me acosté, voltearon y quedé arriba nuevamente. ¡Me pelaron otra vez! Todo ese año decían que yo era el único ‘hueón’ en caer dos veces en la misma broma. Arturo se cagó de la risa porque todos se acuerdan del “levanta tres” de Claudio Bravo.
- ¿Qué más le dijo a Arturo Vidal?
- Le dije que sus números en Flamengo son increíbles. El tipo no falla un pase, todo lo hace bonito. Puede jugar 25 minutos y va a tener 35 aciertos y 4 interceptaciones. Se habla mucho de eso acá, lo digo en serio. En dos o tres partidos, por respeto a los otros jugadores que lo hacían bien, va a ser titular de este equipo.
- ¿Qué dijo él?
- Esa es otra anécdota...
- ¿Por qué?
- Es que yo tengo la misma esposa que cuando jugaba en Chile. En ese momento ella era joven, igual que Arturo. Cuando nos reencontramos, él la miró y me dijo “oye, es la misma”. Nos cagamos de la risa. Ella le dijo “claro que sí” (ríe).
- ¿La gente quiere a Arturo Vidal?
- Yo soy hincha de Flamengo y esto es una locura. Lo de este club es similar a lo de Colo Colo porque tiene la hinchada más grande y no me acuerdo de otro mediocampista que llegara y en tan poco tiempo se ganara el cariño de la gente. Ni siquiera de Arrascaeta. Además es muy humilde y él no se da cuenta de su grandeza. Se detiene con los hinchas y sale a caminar en la calle como si fuera un tipo que recién comienza. Está disfrutando de la vida y de todo lo que conquistó.