ENTREVISTA AS

“Con mucha calidad, pero sin hambre...”: ex ayudante de Lasarte habló de Vidal, de supuestas indisciplinas y del recambio

Sebastián Eguren repasó su paso por la Roja y dejó varios mensajes: “Tienen que tener las ganas de quitarle la camiseta a Vidal, Alexis o Bravo”.

Sebastián Eguren, mundialista en Sudáfrica 2010 y campeón de la Copa América 2011 con Uruguay, fue el ayudante de Martin Lasarte en la Roja. Este jueves, en un hotel ubicado en el barrio Pocitos de Montevideo, el ex jugador del Villarreal atendió a AS para repasar su etapa en Chile. El ex volante habló del fracaso rumbo a Qatar, de Arturo Vidal y de los motivos que han frenado el recambio de la generación dorada.

Eguren, tras partir de Chile, comenzó su carrera como DT principal en Montevideo City Torque. Hoy está buscando un nuevo club. “Tuvimos un inicio muy bueno, pero en el final del Torneo Clausura no nos fue bien. Perdimos muchos jugadores importantes, como Marcelo Allende que era uno de los pilares. Decidimos dejar el puesto para que el equipo pudiera repuntar”, cuenta el ex mediocampista.

- ¿Qué balance hace de su paso por la Roja?

- El balance, en cuanto a la experiencia, fue positivo. Indudablemente, en cuanto a los resultados, fue negativo... Ser extranjero en una selección tiene una cuota extra de responsabilidad. Yo lo viví con Uruguay y sé lo que los jugadores y los hinchas desean ir a un Mundial. No conseguirlo es jodido. Para nosotros fue doloroso, pero creo que lo intentamos e hicimos todo lo que podíamos. El partido con Bolivia (1-1 de local) habría direccionado todo de otra manera. Mi experiencia en Eliminatorias dice que tienes que ganarle a los países que no van al Mundial y si no lo haces, te termina pasando la cuenta.

- ¿A qué atribuye el fracaso de no ir al Mundial de Qatar?

- A veces cuando uno se expresa puede llegar a sonar como excusa, pero llegamos con la Eliminatoria ya jugada y con Reinaldo (Rueda) con largo tiempo en la Selección. Eso permite no desarrollar mucho la idea, pero sí gestionar lo que uno tiene, que en este caso son los futbolistas. Intentar que se cohesionen y que sean un grupo homogéneo, con una misma idea. Eso lo intentamos. Hay algo especial que tiene esta selección chilena que es que está con un proceso de recambio que ha sido difícil. En Uruguay lo vivimos, pero con jugadores jóvenes con un desarrollo internacional más alto. Eso ha dificultado en Chile y Eduardo (Berizzo) lo puede estar viviendo ahora. La generación dorada ha “tapado” jugadores que no se han desarrollado dentro de la Roja y eso complica. Seguramente esta Eliminatoria, donde clasifican más equipos, permitirá a Marcelino, Brereton, Suazo o Kuscevic que se desarrollen jugando estos partidos.

- ¿Tuvieron problemas para encontrar nuevos jugadores jóvenes?

- Lo complicado es que estos futbolistas, en medio de una Eliminatoria, con todo lo que conlleva eso y el costo deportivo que es quedar fuera del Mundial, tuvieran que insertarse. En el partido en La Paz, la mitad del equipo no tenía más de tres partidos en Eliminatorias y eso es mucho para realmente competir al máximo nivel. Hay futbolistas de buen nivel, necesitan un espacio, pero también que en su fuego interno tengan ganas de quitarle la camiseta a Vidal, Alexis o Medel. Tienen que querer ser ellos. Ahí la competencia interna crecerá.

- ¿Y con qué sensación se quedó de los jugadores más grandes? ¿Estuvieron a la altura o sienten que les faltó?

- En esto no nos podemos separar: jugadores jóvenes, los del medio, los más veteranos y el cuerpo técnico. La responsabilidad es de todos, pero obviamente nosotros teníamos más porque éramos la cabeza del grupo. Yo con ellos competí durante muchos años de mi vida. Competí en clubes y en Selección y con otros fui compañero, como Mati Fernández (Villarreal) y Jorge Valdivia (Palmeiras). Yo los conozco bien y son, por sobre todas las cosas, muy competitivos. Eso los llevó a ganar Copas América y estar en el primer nivel en el plano mundial. La calidad no alcanza y el gran legado que dejarán para las generaciones futuras es que compitiendo al máximo, cualquier selección puede competir con cualquiera. Con mucha calidad, pero sin hambre competitiva, te quedarás en el camino. Yo me llevé eso de ellos.

- En cuanto al recambio, ¿le ha faltado “cabeza” a los nuevos futbolistas chilenos para ser como Vidal, Alexis o Bravo?

- Lo que puedo decir es que hablamos de futbolistas extraordinarios, fuera de la norma. Es como poner de ejemplo a Messi, no se puede ser como él. No se puede pensar que hay que llegar a ser como Vidal, Bravo o Alexis. Nadie gana títulos en la Juventus, después se va al Bayern Múnich y después al Barcelona. Eso le pasa a muy pocos, pero ojalá que pase más. Los futbolistas jóvenes lo que sí tienen que entender es que para permanecer en las grandes ligas hay que saber sufrir. Puede ser fácil salir, que no lo es, pero lo más difícil es mantenerse. Ahí la cabeza de ellos sí es importante. Ellos tuvieron las fortalezas y la ambición de aguantar y creo que ese es su verdadero legado a las futuras generaciones... Víctor Méndez no va a ser Vidal, pero puede ser el mejor Méndez si mira el legado que le dejaron esos otros futbolistas.

- ¿Y qué opinión se llevó de Arturo Vidal, considerado por muchos como el jugador más importante de la historia de Chile, pero que también mete ruido por su personalidad?

- Es uno de los mejores futbolistas que he visto. Es capaz de gambetearte lento, porque tiene la capacidad de amagar. Es un tipo que ante las situaciones adversas, crece. Hoy el físico le viene costando, pero es por la edad. Yo creo que se irá acomodando a jugar de otra manera y explotando más la capacidad de conocer el juego. Y lo otro, es que las personas no somos inseparables. La personalidad de Vidal, con sus cosas buenas y malas, lo hacen único. Sería de otra manera si tuviera otra personalidad. Yo conozco mucho a Matías Fernández y si Vidal tuviera la personalidad de él, no sería Vidal, sería otro futbolista. No hablo ni bien ni mal de ellos, sino que las personas somos como somos.

- La reconciliación entre Bravo y Vidal fue una de las cosas que más se destaca del paso de ustedes por la Roja...

- La gran virtud que tiene Lasarte es que es un ser humano extraordinario y tiene una capacidad para ver las cosas de antemano muy grande. Él no le esquivó a un tema que todo el mundo veía, pero que nadie quería hablar, que era una mala relación entre dos referentes del plantel histórico y con una ascendencia importante dentro de la Selección. Él, con su habilidad, logró que los dos se encauzaran y estuvieran en el mismo camino. Para mí eso era fundamental para tener chances de ir al Mundial. No fuimos, pero sin eso no hubiéramos tenido ni la más mínima chance.

- Se habló mucho de la Copa América en Brasil y de otros episodios, entonces le tengo que preguntar. ¿Hubo indisciplinas en la Roja mientras ustedes estuvieron?

- Yo aprendí algo en el fútbol que tiene muchísimo valor: las cosas que uno tiene que resolver, se resuelven donde se tienen que resolver. Con esto no esquivo nada, pero todo inconveniente que tuvimos que solucionar, se hizo. Todos llegamos a un acuerdo, que es que había ciertas normas que respetar y que para ser parte de la Selección había que seguirlas. En eso nosotros no tuvimos inconvenientes. Cuando tuvimos algún problema, como ha habido en todos lados, lo importante es asumir el error y encaminarse. Obviamente, siempre hay límites y nuestro límite no se superó.

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