“Cuando lo nominaron por Chile, se escondió a largar unas lágrimas... Viajé para que mis hijos vean a su papá en la Roja”

A pocas horas de que la Roja visite a Paraguay en Asunción, Fernanda Benavidez espera en un hotel a 10 kilómetros del Estadio Defensores del Chaco. La argentina, de 33 años, viajó desde Santiago para acompañar a su esposo, Fernando Zampedri, quien está nominado por primera vez a la selección chilena: “Estoy nerviosa”, revela ella al instante.

“Siento que es la primera vez o el primer trabajo de Fernando. Estoy disfrutando, pero con unos nervios peores que días anteriores (ríe). Viajé a verlo a Bolivia, Brasil, Uruguay, por todos lados, y me faltaba venir acá, así que no iba a ser la excepción. Uno no sabe cuántas veces puede vivir algo así”, profundizó “Fer” en diálogo con AS Chile.

- ¿Con quién vino?

- Vine con Olivia, Donato y mi mamá para ser mi mano derecha porque el pequeño está en la etapa de rebelión. Toda ayuda es bienvenida (ríe). Quiero que mis hijos puedan ver a su papá en la Roja. Más allá de que juegue o no, esto va a ser algo para toda la vida.

- ¿Cómo reaccionó él cuando supo que usted viajaría?

- Él ya sabe que yo organizo los viajes, ya ni me pregunta. Solo le aviso cuándo voy y cuándo vuelvo... Imagínate que ayer llegamos antes que él. Siempre que esté dentro de mis posibilidades, lo voy a acompañar.

- ¿Cómo describiría estas semanas para la familia?

- Ni en el sueño más loco nos hubiesemos imaginado algo así. Cuando nos preguntaban, uno decía “me encantaría”, pero siempre pensando en que no iba a llegar. ¿Por qué? La realidad es que Fernando era argentino, tiene 37 años y la nacionalidad no llegaba, todo parecía en contra... Pero lo tiene merecido. Él supo formar su lugar en Chile y creo que sé todo lo que puede dar, si juega un par de minutos o si le toca estar afuera, alentando al resto, porque es un líder positivo. Sé que va a sumar.

- Usted escribió una carta donde recordó la lesión que Fernando tuvo en 2019. ¿Eso les marcó?

- Con Fernando fue todo muy difícil y por eso hoy se disfruta más. Nosotros la remamos mucho... La lesión del 2019 fue el episodio más fuerte para nosotros, nos decían que no sabían cómo iba a quedar el pie, que es todo para el futbolista. Fue difícil afrontarlo y él nunca perdió la esperanza, pero todo se tornaba cada vez más largo. Tuvimos la fortaleza de superarlo. Algunas personas en redes sociales dicen “ojalá cobrar o vivir como un futbolista” y yo quiero que entiendan que detrás de esto, también hay sacrificio. No es solamente un buen sueldo o buena vida, pasamos cosas feas como todos. Nos costó mucho llegar y ojalá todos lo disfruten, independiente del color de camiseta.

- ¿Cómo reaccionaron cuando Fernando recibió la nominación?

- Fernando estaba viajando a Chillán y yo tengo buena relación con los chicos del club, entonces estaba muy intensa preguntando. Yo nunca estuve pendiente de una citación de la Roja, pero era tanta la euforia al leer las noticias, o que la gente lo pedía, y ese día estuve sentada en la TV esperando. Quería grabar el momento y emocionarme (ríe). Cuando se enteraron del club, me dijeron que el “Tati” (Buljubasich) le avisó y yo “¿cómo que el “Tati”, si yo quería ser la primera?” (ríe). Le escribí y me dijo que estaba dormido y que lo despertaron los compañeros. Ahí es cuando me llega una foto con lágrimas.

- ¿Cuál foto?

- Fernando me dijo que estaba medio escondido largando unas lágrimas porque con el ego del hombre, los compañeros no te pueden ver llorando (ríe). Fue emocionante y los dos teníamos unas ganas locas de abrazarnos. Yo tenía una emoción de euforia, no me agarró el llanto, pero creo que eso va a llegar esta noche. Hablabamos y decíamos “¿vos te das cuenta lo que estamos viviendo?” Yo creo que no, que ninguno de los dos y ni siquiera mis hijos. Pero a él lo noté feliz.