“Dejé mi otro trabajo para dedicarme solo al fútbol... cada partido es mi propia Champions”

Luego de cinco fechas, Santiago Morning marcha en el cuarto lugar del Campeonato Ascenso 2023. Con nueve puntos en cinco fechas, la escuadra de Cristian ‘La Nona’ Muñoz se ilusiona con ser uno de los animadores del torneo. Y mucho tiene que ver con eso es Damián de Hoyos (34). En la fecha pasada, un cabezazo del argentino en el octavo minuto de descuento le dio el triunfo con un jugador menos a la escuadra ‘microbusera’ ante Unión San Felipe.

“Las sensaciones son muy lindas. Más allá del gol, estoy muy contento por el triunfo y la forma que se dio. Nunca bajamos los brazos, a pesar de quedar con uno menos. Arrancamos en desventaja y lo ganamos en la última. Es lindo verse arriba en la tabla, en puestos importantes, que es para lo que nos preparamos día a día”, cuenta De Hoyos a AS Chile.

- ¿Qué le han parecido sus primeros meses en Chile?

- El grupo y el club me recibieron de 10. Se formó un grupo humano muy bueno, más allá de lo deportivo, que también es excelente. Es mi primera experiencia fuera del país y estoy tratándola de disfrutar al máximo. En Chile estoy muy cómodo. Vivo en una zona muy tranquila. Lo que me gusta es que todo se hace a pulmón, con mucho sacrificio. Obviamente, todos los clubes tienen sus virtudes y falencias, pero aquí son más virtudes las que hay.

- ¿Con qué liga se encontró?

- Es un torneo muy parejo. Hay que hacerse fuerte de local, son partidos que se definen por detalles y me gusta porque es una liga intensa y muy física. Hay muchos estadios de muy buen nivel, con el piso muy parejo, así que predomina el buen fútbol. Me estoy adaptando de la mejor manera.

“Me iba de mi casa a las seis de la mañana”: el trabajo paralelo que De Hoyos recién dejó a los 28 años

- ¿Cómo calificaría su carrera?

- He ido de menos a más. Se me fueron dando las cosas de grande. Estoy disfrutando este momento. En Argentina no tuve la oportunidad de jugar en Primera, pero sí en la B Nacional. Jugué en varias categorías y me fui adaptando a todas.

- ¿A qué se refiere cuando dice que ‘las cosas se le dieron de grande’?

- Yo no tengo inferiores en clubes de AFA. Solo jugué en mi ciudad, Mar del Plata, y luego jugué en torneos regionales. Jugué Argentino C, Argentino B y Argentino A para llegar a la Primera Nacional el año pasado.

- Al no formarse como un jugador convencional, ¿qué fue lo que más le costó adquirir con el paso del tiempo?

- Cada torneo te va ayudando. Por ahí si tenía inferiores de AFA, podría haber perfeccionado los perfiles, los controles, los giros. Hay un montón de detalles que para un delantero son muy importantes. No digo que perdí cosas por no haber entrenado en AFA, pero hubiera sido más fácil. Pero de la manera en la que me curtí, ganas otras cosas. El roce, la picardía… yo juego mucho con los brazos, porque me formé así. Hay que tener 20 ojos porque no sabes quién te va a pegar (ríe).

- ¿Cómo se vive el fútbol en categorías regionales de su país? ¿Lo tuvo que complementar con otros trabajos?

- Yo trabajé en paralelo la mayoría de mi carrera. Cuando estaba en el Argentino C y B, trabajé siempre. Me iba de mi casa a las seis de la mañana y llegaba de vuelta a las seis o siete de la tarde. Trabajaba en un depósito de una casa de deportes y jugaba a la vez.

- ¿Y en qué momento pudo dedicarse exclusivamente al fútbol?

- A partir de los 28 años, cuando llegué al Argentino A, me pude dedicar de lleno. Dejé mi otro trabajo y por eso es que juego cada partido como si fuera mi propia Champions. Desde que jugaba el Argentino C, yo jugaba con esa mentalidad. Por eso es que siempre digo que con paciencia, trabajo y humildad, las cosas siempre llegan.

- ¿Qué era lo más duro de esa etapa en la que debía afrontar dos trabajos completamente distintos?

- Manejar el cansancio. Yo hacía las dos cosas porque económicamente no me alcanzaba. Lo más difícil era manejar el descanso, tratar de comer bien, llegar bien a los partidos, de suplir las desventajas que tenía al descansar menos que los demás. Siempre prioricé eso. Si no te cuidas, es imposible rendir a un buen nivel.

- ¿Había jornadas en las que no podía dormir por esas preocupaciones externas que se relacionan con lo económico?

- Sí, porque esas preocupaciones siempre estaban, más en Argentina que todo es incierto. Los clubes te pagan cuando quieren o pueden y uno tiene que pagar deudas y comer todos los días. Tuve la fortaleza para llevarlo lo mejor posible.

“Resigné plata por buscar mis sueños”

- ¿Perdió la ilusión en algún momento? ¿Creyó que su sueño de ser futbolista ya no sería posible?

- Jamás. Desde que jugué el Argentino C hasta ahora, afronté los torneos y los entrenamientos de la misma manera. Siempre trabajé para seguir progresando y hoy puedo decir que estoy en una etapa muy buena de mi carrera. Miro para atrás y estoy muy orgulloso de lo que pasé para llegar hasta acá. Hoy, con 34 años, veo como un premio tener la chance de jugar en el exterior. Mis sueños siempre fueron dos: jugar en Primera de Argentina y en el extranjero. Hoy estoy disfrutando de uno. No hay edad para cumplir los sueños. Me fui haciendo fuerte de cabeza y eso me hizo ir subiendo de categorías. Yo resigné cosas para poder jugar en la B Nacional.

- ¿Cómo qué?

- Resigné plata por buscar mis sueños. En el Federal A ganaba más, pero quise subir un escalón más en cuanto a nivel. Los clubes de la B Nacional muchas veces juegan con la desesperación del jugador. Todo sirve de experiencia para mostrarse. Tener un buen año en Deportivo Maipú me permitió salir del país. Siempre creí en mí.

- ¿Y le tocó lidiar con gente que no creía en usted?

- Me ha pasado. Cuando fui a renunciar al otro trabajo, me han dicho ‘vos estás loco, tienes un trabajo en blanco, con plata fija todos los meses’. Sinceramente, eso te fortalece. Yo lo tomaba como un desafío. Era como ‘yo renuncio y vas a ver que estás equivocado en lo que me decías’. Renuncié y mi carrera se fue para arriba. La gente que me rodea me ve como un ejemplo.

- ¿Se reencontró con esas personas que no apostaron por usted?

- Sí, porque era mucha gente de mi entorno y allegados. Uno sabe a quién escuchar o no. Gente cercana me ha pedido disculpas. Me han dicho ‘me confundí, pensé que no estabas para más’. Pero siempre fui sencillo y tranquilo. Trabajo para mí y nada más.

- ¿Hoy está tranquilo a nivel económico?

- Sí, porque en Chile es otra realidad. Es un fútbol muy ordenado, se cobra siempre a fecha, cosa que en mi país, en la mayoría de los clubes uno tiene que especular para ver cuándo te van a pagar. Uno tiene gastos personales todos los meses y si no tienes plata, no los puedes cubrir. Estoy muy contento aquí.