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ENTREVISTA AS

“Castillo me agredió y amenazó por ir con la camiseta de la U a mi trabajo; se cree invencible o intocable”

Isaac Arévalo describe en AS Chile la desagradable situación que le tocó vivir en San Carlos de Apoquindo. “No tengo miedo a represalias”, dice.

“Castillo me agredió y amenazó por ir con la camiseta de la U a mi trabajo; se cree invencible o intocable”
Andrés Piña / PHOTOSPORT

En las últimas horas, Nicolás Castillo fue acusado de una feroz agresión física y verbal a Isaac Arévalo, entrenador de Universidad de Chile en su rama de básquetbol entre las categorías Sub 13 y Sub 17. Según la denuncia de la víctima en su cuenta de Instagram, todo sucedió en San Carlos de Apoquindo, lugar en el que debía dirigir unos partidos de un torneo organizado por la UC. ¿La razón principal de la reacción del ex delantero de la Roja? La indumentaria de Arévalo, quien vestía ropa de la U.

Tenía que dirigir unos partidos en la Copa Navidad que organiza Católica. En lo personal, repercutió mucho en mi familia porque estaban todos preocupados. La situación es súper compleja porque uno no anda buscando hacerle daño a las personas. Eso te afecta en lo anímico y psicológico, porque al final no haces tu vida normal. Imagínese que tuve que tragarme todos esos insultos y guardarlo en una bolsita. Después de la agresión seguí con mi día de forma normal, porque yo tenía que trabajar”, dice el afectado en charla con AS Chile, donde profundiza su desahogo.

- En su descargo, usted dice que él lo agredió sólo por estar vestido con la indumentaria de la U...

- Literalmente. Ni siquiera es que fuera un hincha gritando cosas, no. Yo soy un entrenador, un profesor que cumple sus funciones. Mucho menos ando con el tema de las barras bravas. Yo sé diferenciar lo que es fútbol con las otras disciplinas, pero a esta persona no le interesó nada. En ningún momento pensé que pudiera ser una broma o algo así, porque el tono fue muy agresivo desde el comienzo.

- ¿Podría reconstruir la escena de la agresión?

- Yo iba caminando porque me había bajado en el paradero de micros que hay ahí en San Carlos. Y él ya iba de salida. Cuando me ve, me pregunta si sé donde estaba y le comento a lo que iba. Pero su respuesta fue ‘¡sácate la polera!’ además de muchos insultos. Yo le respondí que no lo haría porque iba a trabajar y ahí fue cuando me amenazó con golpes. Luego, me dijo que iba a llamar a alguien, pero al final no pasó nada. Seguí caminando y, de manera agresiva, cambia la dirección de su auto y se estaciona al lado mío diciéndome que me iba a pegar. En ese momento, se baja y se lanza contra mí y me raja la polera. Yo ni siquiera sabía que era él hasta cuando se bajó del auto.

- ¿Cómo se defendió usted?

- Yo atiné a sacar el celular y le dije que lo iba a subir a redes sociales.

- ¿Cómo pudo evitar que lo siguiera agrediendo?

- Cuando me rajó la polera, se alejó. Seguramente también se asustó cuando vio que lo grababa, no sé.

- ¿Qué pasó después que él se fue?

- Salió una persona de Católica a preguntarme cómo estaba, saber lo que había pasado. Me pidió los datos también para ayudarme. Luego, fui a hablar con los encargados del básquetbol, porque quería que me ayudaran a que se supiera en los altos mandos del club. Después que terminé mi jornada laboral, fui a constatar lesiones.

- ¿Alguno de sus alumnos o apoderados se enteraron de lo sucedido?

- Yo le voy a contar algo. Pasaron dos minutos después que pasó todo y un apoderado con su hijo me vieron con la polera rajada. Después, un alumno me pasó una salida de cancha para que pudiera dirigir y así que nadie más se enterara de lo que había pasado, porque era lo que menos quería.

- ¿Usted qué estaba esperando?

- Un comunicado oficial de Católica o de esta persona, que es un personaje público. Yo si me mando una embarrada, me voy a acercar a la persona para poder solucionarlo de la mejor forma posible, pero no hizo nada. Lo tuvieron que buscar para que diera declaración de lo que andaba haciendo...

- ¿Hasta el día de hoy él no se ha contactado con usted?

- Nada. Yo esperé hasta el lunes, esto pasó el viernes pasado. Esperé hasta ese día porque iban a tener una reunión. Me dijeron que esta persona estaba en recuperación, que no tenía nada que ver con el club, que no tenía contrato vigente, que no es un empleado del club. Simplemente quería las disculpas y que se le sancionara si es que era funcionario del club. Pero nadie se hizo responsable y le avisé al club que iba a difundirlo en redes sociales y que iba a dar las entrevistas que sea porque no me parece justo lo que sucedió. Nunca me había pasado esto y voy siempre, porque es uno de los mejores establecimientos a nivel nacional. Ni siquiera me pasó con un hincha, sino que con un ex profesional, porque para mí ya dejó de serlo con todo esto.

- ¿Tiene miedo a represalias?

- No. Yo seguiré haciendo mi vida tranquila y normal. Si esta persona hace algo, yo me voy a defender con lo que tenga. No andaré con miedo porque yo no estaba molestando a nadie. En la U me ayudaron con todo lo que necesite en este proceso.

- ¿Y su familia?

- Mis papás están preocupados. Al principio hubo un poco de miedo, pero les dije que no teníamos por qué ocultarnos si no hemos hecho nada malo.

- ¿Tomará acciones legales?

- Sí. Voy a querellarme con esta persona porque no voy a permitir que esto se vuelva a repetir. Yo en el básquet comparto con gente o papás que son de Colo Colo, Católica o cualquier club y siempre ha sido con respeto, y ¿esta persona me agrede porque sí? Es inaceptable. El deporte no es matonaje.

- En el caso que Nicolás Castillo se comunique con usted en los próximos días para ofrecerle disculpas. ¿Se las aceptaría?

- No, porque ya fue suficiente tiempo de espera. Si yo fuese un personaje público, lo habría hecho el mismo día o al siguiente cuando todo ya estaría más calmado. Pero no se acercó y sabía cómo hacerlo. Sabía que era entrenador, tenía la información. No sé si se cree invencible o intocable. No corresponde.