U. DE CHILE

El brutal daño a la U que provocó su propia barra: el equipo de Pellegrino ya no es el mismo

Ante la UC en Concepción, la escuadra azul llegaba en una gran forma y podía, incluso, alcanzar los primeros puestos. Pero la suspensión, cambió todo.

MAURICIO ULLOA/ATON CHILE

El 30 de abril pasado no fue un día cualquiera para la U. Los azules recibían en Concepción a Universidad Católica en un duelo que podía marcar un giro en la temporada para los dirigidos por Mauricio Pellegrino, que llegaban con un invicto de nueve duelos entre torneo y Copa Chile, racha que había creado posibilidades reales de pelear la punta. Pero la suspensión provocada por sus propios hinchas, cambió todo.

El boicot generado a través del lanzamiento de bengalas e ingreso a zonas no habilitadas del estadio Ester Roa Rebolledo, no sólo terminó perjudicando esa tarde al Romántico Viajero. Desde ese momento, todo el avance futbolístico que se había visto en las semanas previas, se esfumó.

La U, sin ser tan avasalladora, dominaba a la UC, que ni siquiera tenía en la banca de suplentes a su DT, Ariel Holan. Pero eso no le importó al grupo de encapuchados que orquestó la suspensión del juego. Molestos por una supuesta prohibición de última hora del ingreso de los artefactos de animación, decidieron que el partido no se jugara más. Y así fue. Recién el 28 de junio se reanudará el partido en Santa Laura.

No hay dudas que la situación afectó al interior del plantel. Justo después de ese evento, la U perdió ante Coquimbo Unido el invicto reciente que traía. Y luego, no ganó más. Empató sin goles con Cobresal en un partido horrible, rescató un punto en su visita a Ñublense (1-1) y este miércoles fue eliminada de la Copa Chile a manos de O’Higgins, quien por penales pasó de llave. Y lo peor no son los partidos sin ganar, sino que el juego involucionó.

Hoy no se ve una idea clara en el equipo de Mauricio Pellegrino a la hora de atacar. Los volantes no conectan con los delanteros y la baja de Leandro Fernández (por recuperación de una grave neumonía) se siente cada vez más. Cristian Palacios perdió la efectividad de gol y Nicolás Guerra, a pesar de marcar contra Ñublense, tampoco ha sido una garantía a la hora de marcar. A eso se suma que en la banca, las alternativas en ofensiva escasean. En el segundo tiempo, Ignacio González prácticamente no tuvo trabajo, siendo ese un gran síntoma de lo que pasó en la cancha.

Ahora, la U buscará ante la UC cerrar este mal ciclo que se abrió, justamente, el día del clásico universitario. Lo cierto es que aunque gane, el daño de los barristas ya es irremediable.

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