El éxito de un cambio total

Su desempeño incluso es mejor Colo Colo, Ñublense y Curicó, tres de los cuadros que animan la temporada. Palestino exhibe un sorprendente 100 por ciento de rendimiento, con cuatro triunfos en línea, lo que dejó a los tricolores en un expectante cuarto lugar. Tras vencer a Universidad Católica, llegó a 32 puntos, muy cerca de la clasificación a la Copa Libertadores.

El elenco que conduce Gustavo Costas es otro equipo, ya que modificó absolutamente su fisonomía de juego. Antes del receso de mediados de año, Palestino exhibía 20 puntos, ocupaba el noveno lugar y estaba fuera de los puestos de acceso a las copas internacionales de la próxima temporada. Además, el modelo exhibido en la cancha no convencía.

Hoy, el panorama es distinto. La performance de los tricolores se encuentra más en sintonía con el formato que distingue al DT argentino. Emplean el sistema de juego 1-4-4-2, que es parte de la esencia de Costas. Sus ataques son veloces, verticales y con predilección por las zonas laterales del terreno de juego, lo que también caracteriza al estratega. Durante la fase defensiva, el bloque medio o bajo de presión es nutrido, impenetrable y eficiente, la piedra angular del técnico en la protección de la portería.

Salidas y cambio

La situación actual, por lo ocurrido durante el receso, parecía lejana. A la inesperada y polémica salida de Luis Jiménez, quien inicialmente anunció su adiós del fútbol pero luego fichó en Magallanes, se unió también la partida de Carlos Villanueva. El zurdo abandonó el club y al igual que el Mago recaló en el puntero del Campeonato Ascenso.

De todos modos, sin la presencia de dos de los tres volantes ofensivos originales del plantel (el otro es el argentino Mauro Díaz), Costas quedó con el campo propicio para implantar la línea de cuatro mediocampistas en ese sector de la cancha. El DT se inclinó por Jonathan Bryan Carrasco y Jonathan Benítez como volantes externos y por Ariel Martínez y Michel Dávila como dupla de mediocampistas centrales.

La nueva estructura modificó el funcionamiento de este sector de los tricolores. Con Carrasco y Benítez el compromiso defensivo es constante y, en ataque, se transforman en punteros para incrementar el volumen ofensivo junto a la dupla de centrodelanteros (Maximiliano Salas y Bruno Barticciotto). Con Martínez y Dávila, en tanto, la circulación del balón es precisa y resulta clave, en su actividad defensiva, el posicionamiento correcto por delante de los dos centrales y la sinergia entre ambos.

Nuevo ataque

Una de las grandes novedades en la versión del segundo semestre de Palestino es la nueva dupla de ataque puesta en escena por Costas. Barticciotto retornó luego de su etapa en la UC y desde México los tricolores reclutaron a Salas, quien había dejado muy buenas sensaciones en su paso por O’Higgins, en 2018 y 2019. Al argentino le fue bien en Rancagua y pudo fichar en el Necaxa posteriormente.

Ha disputado tres de los cuatro partidos de la segunda rueda como titular. Convirtió tres goles y su desempeño ha sido clave, lo que dejó de manifiesto en San Carlos de Apoquindo. El zurdo contó solo con una chance clara, a segundos del final del partido. No falló en la finalización, la que incluyó una acción de dribling a Matías Dituro y un disparo casi sin ángulo de derecha. La buena capacidad de finiquito del trasandino ha sido crucial en el rendimiento ofensivo de los tricolores.

Lo de Barticciotto también resulta evidente. Al igual que Salas su puesto nato es centrodelantero, pero exhibe un perfil distinto. Es un ‘9′ con movilidad y esto le permite circular en torno a la figura de su acompañante en ataque para generar y también aprovechar los espacios en la delantera. En esa tónica destaca más como un generador de juego, aunque también anota: suma dos goles desde el reinicio del campeonato.