El goleador chileno que busca una nueva chance: “Estoy muy bien; extraño jugar”

En marzo de 2022, Marcelo Larrondo (34) rescindió su contrato con Audax Italiano por motivos personales. Tras 10 meses sin club, el delantero argentino-chileno anhela una nueva oportunidad en el profesionalismo. Entrenó una semana con Unión La Calera, cuadro con el que incluso se lo vinculó para la temporada 2023, pero finalmente el fichaje se cayó. Es por eso que en AS Chile, el atacante decide contar cómo pasó todo.

“Tuve varios clubes interesados en mí. Del mercado de Bolivia, Jorge Wilstermann quería contar conmigo, pero hoy en día las decisiones uno las toma pensando en la familia. Tal vez antes uno era más egoísta y decidía por uno, pero ahora con los hijos y la familia, que es lo más importante, decide. Estuve una semana entrenando con Unión La Calera, en su complejo, pero no llegamos a un acuerdo”, cuenta Larrondo a AS.

- ¿En qué sentido?

- En lo económico no me terminó de cerrar. La propuesta no me terminó de convencer, era muy poco lo que ellos me ofrecían y mover la familia a Chile por esa propuesta... no me cerraron los números. Yo les hice mi contrapropuesta y al final dije que no porque no me terminaba de convencer. Ahora estoy esperando a ver qué sale y también quise salir a aclararlo, porque ayer (jueves) salía que yo ya era jugador de La Calera, y eso me impide que el mercado se siga moviendo porque todos pensaban que ya había arreglado con el club. Por suerte, ahora puedo aclararlo. En lo físico estoy bien, muy contento, esperando volver a jugar.

- ¿Fue en buenos términos el fin de la negociación con La Calera?

- ¡Obvio! Siempre he tenido buenos términos con los dirigentes de Unión La Calera. Es más, les agradezco, porque cuando salí a hablar en un medio chileno, ellos rápidamente se contactaron conmigo y me entusiasmó la idea de volver a jugar acá. Esa semana que estuve entrenando, analicé el contrato, pero al final no llegamos a un acuerdo, pero siempre en buenos términos.

- ¿El mercado chileno y el argentino son su prioridad por el tema familiar?

- Sí, totalmente. El presidente de Wilstermann me insistió para ir, pero la familia siempre está por delante. Le agradezco muchísimo a ellos por el interés. Chile y Argentina son siempre los países que miramos. Chile me queda a cinco horas de Mendoza y Argentina obvio que siempre seduce, pero está medio complicado el mercado. Estoy esperando a ver qué pasa y sigo entrenando. Lo importante es que sigo teniendo propuestas y solo queda ver y analizar la más importante para mi familia.

- ¿Se pone algún plazo para fichar en algún club?

- Últimamente estoy acostumbrado a integrarme último a los planteles (ríe). Lo bueno es que siempre me adapto rápido y termino jugando. Eso me deja tranquilo, sé mis cualidades y que me puedo poner rápido a disposición del equipo.

- ¿Cómo han sido estos meses sin jugar?

- Uno siempre piensa que el fútbol está por encima de todo, pero la verdad que este tiempo me ayudó a estar con mis hijos, compartir un cumpleaños con ellos, poder llevarlos al colegio y retirarlos, compartir con mi mujer. Hace años que no compartía cumpleaños con mi familia (ríe). Comerme un asado con mis amigos como hace tanto no hacía, también está bueno. Esas cosas me ayudaron a llenarme de energía. También tuve a un ‘profe’ de Rosario en mi pueblo y entrenamos constantemente. Nunca dejé de entrenar y siempre me mantuve activo. Eso me ayuda.

- ¿Nunca se le pasó por la cabeza retirarse?

- No, no, no. Es cierto que uno disfruta mucho esas cosas que te comentaba porque no las tiene siempre. Pero también, disfrutas del estrés que vives como futbolista. Aunque no lo creas, la presión de jugar bien, entrenar constantemente, de no bajar el rendimiento, es algo que está presente. Eso sí, a veces estar fuera de eso también está bueno. Obvio que se extraña volver a jugar. Físicamente estoy muy bien. La semana que entrené en La Calera me sentí muy bien. Pensé que lo iba a sufrir, pero no. Me sentí cómodo.