El nuevo ‘villano’ de la U: desafió a los hinchas y ganó sus duelos

El Superclásico en el Estadio Fiscal de Talca tuvo un jugador que conjugó un gran desempeño en la cancha con una desafiante actitud fuera de ella. Maximiliano Falcón fue, sin dudas, uno de los protagonistas del nuevo triunfo albo ante la U. A veces confrontacional, el uruguayo tiene el oficio para disputar esta clase de partidos y, este domingo, agitó más que nunca al plantel y a la hinchada azul.

Ya antes del partido se preveía una disputa entre los fanáticos locales y el ‘charrúa’. Luego de que el Cacique reconociera la cancha del recinto maulino, todos los jugadores salieron rápido por la manga dispuesta al medio del campo, con el objetivo de evitar el peligro de los proyectiles. Falcón, por el contrario, se tomó su tiempo y a la hinchada universitaria ubicada en Tribuna Pacífico no le gustó nada.

Luego, en el primer tiempo le ganó la mayoría de los duelos a Cristian Palacios y con Ronnie Fernández también falló poco. Solo se vio sorprendido en el gol del ex Wanderers, que remató justo antes de que el central uruguayo llegara a cerrar el espacio. El cuadro laico levantó a partir de ahí y eso se mantuvo hasta el final de la fracción inicial, en momentos donde caían nuevamente cánticos contra Colo Colo. Al nacido en Paysandú no le pareció y salió de la cancha colocándose las manos detrás de la orejas y alentando al público rival a que cantara todavía más fuerte.

En el complemento, tras el 2-1 de Gil, volvió a hacer uso de experiencia y muchas veces se quedó varios minutos en el suelo cuando recibía alguna infracción, enfriando el partido para el equipo universitario y exaltando a sus fanáticos, que centraron en él sus insultos. Finalmente, en el 3-1 fue el primero en llegar a festejar con Juan Martín Lucero.

Cuando terminó el partido se dio otro momento anecdótico: Falcón, al contrario de sus compañeros que corrieron, volvió a pasar por la manga del centro de la cancha caminando, en medio de una cantidad incontable de proyectiles que caían. Justo atrás venía el capitán albo, Gabriel Suazo, quien lo empujó retándolo para que entrara. Eso sí, el ex Rentistas no pudo esquivar una botella plástica que le impactó en la cabeza.

Tras el triunfo, el zaguero declaró: “Es el sexto clásico que me toca jugar y lo vuelvo a ganar. Son seis partidos, un amistoso y cinco oficiales. Lo importante es no perderlos, siempre digo eso”.