El sello de Diego Sánchez: irreverencia y efectividad
El ‘Mono’ fue pieza clave del histórico primer título de Coquimbo Unido. Los números demuestran su valía en el campeón del fútbol chileno.
Si Coquimbo Unido salió campeón de la Liga de Primera con cuatro fechas de anticipación fue, en parte, por la enorme temporada de Diego Sánchez. El ‘Mono’, de 38 años, ganó su segundo torneo nacional (el anterior lo consiguió con Unión Española), gracias a un rendimiento pocas veces visto en los últimos años.
En 25 partidos jugados, mantuvo el arco en cero en 15 y apenas recibió 12 goles. Impresionante.
Solo Deportes Limache (fecha 3 y 18), Cobresal (F4 y 19), Audax Italiano (F6), Colo Colo (F9), Deportes La Serena (F13). Deportes Iquique (F16), Everton (F20) y Ñublense (F23) le pudieron marcar, siendo apenas los dos primeros equipos mencionados los únicos que le anotaron en ambas ruedas.
Con un estilo único, marcado por el histrionismo y carisma, Sánchez se ganó la confianza de los compañeros y la hinchada, que jamás olvidará la atajada ante Bryan Rabello en el último minuto del duelo ante O’Higgins. Esa salvada, le permitió bajar la primera estrella del club en casa.
El ‘Mono’, junto a Francisco Salinas, Bruno Cabrera, Manuel Fernández y Juan Cornejo, conformaron una retaguardia que, por momentos, era impasable. El arquero disfrutó y estuvo sano físicamente durante todo el torneo. De hecho, el único partido que se perdió fue ante la U, pero por acumulación de tarjetas amarillas.
Sánchez encontró en el norte un lugar seguro para desarrollarse y ser nuevamente campeón. El nombre del ‘Mono’ quedó inmortalizado para siempre en el público aurinegro, que respiró aliviado cada vez que el arquero tuvo que intervenir.
Un festejo único
El guardameta, fiel a su estilo, optó por subir una fotografía de espalda completamente desnudo, y sólo cubierto por un emoji, desafiando la censura en Instagram.
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Además, post consagración, reveló que respetó la cábala de dormir junto a Sebastián Galani, capitán del equipo y compañero de concentración.
Con notables atajadas y un carisma pocas veces visto, el histórico primer título coquimbano se explica por el aporte del ‘Mono’, que vivió un 2025 inolvidable.
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