“Es discutible en términos legales”: la amenaza contra el Registro Nacional de Hinchas
La medida busca frenar la violencia en el fútbol. Pero un abogado dice que “es fundamental garantizar el respeto y la protección de los datos personales”.
En Chile, la Ley de Estadio Seguro se alzaba como un pilar crucial para asegurar que el fútbol se viva en un ambiente seguro y protegido. A través de medidas preventivas y sanciones, la legislación buscaba mantener el orden y la tranquilidad en los recintos deportivos, evitando situaciones de violencia como las ocurridas en la final de la Supercopa entre Colo Colo y Huachipato.
La normativa fue publicada en 1994, ha sido modificada en cuatro oportunidades y establece una serie de herramientas para prevenir y sancionar hechos delictivos. “La Ley de Estadio Seguro, en su esencia, procura salvaguardar la integridad física y emocional de los asistentes a eventos deportivos, así como también proteger los bienes públicos y privados asociados a estos espectáculos”, aseguró el abogado especializado en derecho deportivo, Juan Pablo Marambio, de PWC, miembro de Fundación Pro Bono.
Entre las medidas preventivas contempladas, se encuentra la designación de un jefe de seguridad, la contratación de guardias privados y el uso de tecnología de vanguardia, como cámaras de seguridad y detectores de metales. Estas acciones buscaban crear un entorno seguro y controlado, disuadiendo la comisión de actos delictivos y promoviendo un ambiente de convivencia pacífica entre los asistentes.
Otra de las medidas preventivas exige una autorización otorgada por el Delegado Presidencial, previo informe de Carabineros, que certifique las condiciones de seguridad del recinto. “Esta autorización no solo garantiza el cumplimiento de las medidas de seguridad establecidas por la ley, sino que también permite adaptarlas según el riesgo asociado a cada evento”, explica el abogado Marambio.
Además, la ley contempla sanciones para quienes infrinjan las disposiciones. Desde prohibiciones de asistencia a eventos deportivos hasta penas de presidio para delitos cometidos en el contexto de estos espectáculos, las sanciones buscan disuadir cualquier comportamiento que atente contra la seguridad y el orden.
Nueva medida
Claramente la ley no consiguió su objetivo, pues hoy la violencia campea en los recintos deportivos. Para frenar esta escalada, se puso en marcha el Registro Nacional de Hinchas, que incluye precisamente el registro biométrico obligatorio para ingresar a los estadios. Sin embargo, esto plantea interrogantes sobre la privacidad de los datos personales.
“Si bien es necesario adaptarse a los avances tecnológicos para fortalecer la seguridad en los recintos deportivos, es fundamental garantizar el respeto y la protección de los datos personales de los asistentes y su derecho a la privacidad”, comentó Marambio.
A pesar de que la ley faculta al Intendente Regional (hoy delegado presidencial), para solicitar el uso de tecnología, como sistemas de reconocimiento facial biométrico o el registro de hincha, implementar dicha medida produce un claro choque entre los derechos de los asistentes y el resguardo del orden público. Por un lado se encuentra el derecho a la seguridad y la búsqueda de un ambiente libre de violencia, y por otro está la protección a la privacidad de los asistentes a dichos espectáculos y el resguardo y buen manejo de sus datos personales.
“Las condiciones del Registro de Hinchas (al inscribirse) contienen una mención expresa a la autorización y tratamiento de los datos, por lo que se cumpliría en principio, el requisito legal consistente en otorgar una autorización expresa, pese a que esto es discutible en términos legales”, asegura Marambio agregando que un cambio legislativo tendría que llegar para que no existan estas discrepancias.