Entrevista AS
Estaba sin club, inició un emprendimiento y brilló en un clásico: “Supimos salir adelante”
Óscar Hernández incluso jugó en México, pero después debió lidiar con una larga inactividad. Hace unos días marcó un golazo en la Copa Chile. “En todo ese tiempo, uno piensa muchas cosas”, dice.
El clásico del Biobío entre Deportes Concepción y Fernández Vial fue uno de los hechos sobresalientes de la fecha pasada de la Copa Chile. Los históricos rivales volvieron a enfrentarse con un gran marco de público, en el estadio Ester Roa, y el triunfo del elenco vialino por 2-0 se selló con un gran gol de Óscar Hernández. El volante, surgido en Unión Española y campeón con los hispanos en 2013, celebró con todo y tenía poderosas razones para hacerlo: permaneció cerca de una año sin club, tuvo que iniciar un emprendimiento e intentó volver al fútbol en Segunda División pero no logró reinsertarse en la actividad. De todo esto, el mediocampista del cuadro penquista dialogó con AS.
“Estoy contento, aprovechando al máximo esta nueva oportunidad que me dio el fútbol. Llegué el año pasado al Vial y, en dos años, estuve casi 12 meses sin equipo. Fue una etapa difícil, así que ahora estoy aprovechándola al máximo. Muy feliz con el gol que pude convertir en el clásico de acá contra Concepción”, manifestó Hernández, quien también actuó en Atlético San Luis de México, Antofagasta y Linares.
- ¿Fueron muy difíciles esos meses sin club?
- Sí, obviamente, fue muy difícil, demasiado difícil. Pero, y gracias a dios, siempre estuve con mi familia, con mis padres, mis hermanos, me estuvieron apoyando, también mis suegros. Especialmente mi señora y mi hija, fueron un pilar fundamental en ese momento. Supimos salir adelante y se presentó esta oportunidad en el Vial y uno la quiere aprovechar a mil.
- ¿Qué hizo en esa etapa para mantenerse? ¿Se entrenó por su cuenta?
- La verdad es que tenía que trabajar, empezamos con mi esposa un emprendimiento de alfajores. Entonces, me quedaba muy poco tiempo para entrenar, quizás las ganas tampoco ya no eran las mismas. Se hacía muy difícil entrenar, porque había que juntar lucas. Había nacido mi hija, fue una etapa muy difícil el 2020. Entonces de entrenar, poquito, ya después cuando había rumores de que podía venir al Vial, empecé a moverme. Gracias a dios se dio esta opción de venir para acá.
- ¿Cómo funcionaba en el emprendimiento? ¿Hacía los alfajores, los vendía o combinaba labores?
- Sí, hacía de todo. Empezamos con alfajores y después las ventas empezaron a crecer y aparecieron las nueces rellenas con manjar, con chocolate. También aparecieron los Prestigio, empezaron las cajitas para el día de la mamá, el día del papá. Así empezamos a emprender y, gracias a dios, fue una bendición parar nosotros. ‘Beladulce’ se llama el emprendimiento. Nos mantuvo un año, tranquilos, trabajando a full eso sí, pero bien.
- ¿Cuándo el emprendimiento prosperaba, no pensó en dedicarse solo a eso?
- Sí, obviamente, lo que pasa es que fue todo en pandemia, en 2020. Me quedé sin equipo y se suponía que el libro se abría en junio y se abrió en noviembre. Se alargó y obviamente que, en todo ese tiempo, pensé qué es lo que yo quería, si quería seguir jugando o si quería seguir con el emprendiendo. También ver otros negocios, qué se yo. En todo ese tiempo, uno piensa muchas cosas, aprende muchas cosas también. Para mí fue un tiempo difícil, pero ahora pienso y digo que fue necesario para aprender muchas cosas de la vida.
Volver a jugar
- ¿De qué forma transcurrió su reintegro al fútbol? ¿Le costó más de lo esperado?
- Sí, costó, casi como un mes. Tuve que bajar de peso, entrenar en doble jornada. Lo importante es que dio frutos, porque terminé jugando el año pasado. Jugué 14 partidos de titular, de los 15 que podía jugar. Se cumplió el objetivo, que era mantener la categoría, y me dio un año más de contrato acá en el Vial. Ese era el objetivo… qué te puedo decir, muy feliz, muy contento por el presente.
- ¿Qué cree que pasó para que quedara sin club? ¿Hizo también una autocrítica?
- Sí, obviamente. Tuve mucho tiempo para pensar y mucho tiempo para aprender también, como te dije. Claramente hay que hacer una autocrítica, tal vez no entrené de la mejor manera. Quizás muchas razones que las desconozco ahora, pero hay autocrítica en el rendimiento.
- ¿Celebró de una manera distinta el gol en el clásico contra Concepción?
- Sí, fue increíble la sensación que sentí en el momento. Fue indescriptible. La verdad es que no te voy a mentir… antes de irme a la cancha estaba almorzando con mi señora y sentía que algo iba a pasar. Le dije “Amor, siento como que voy a hacer un gol”. Era muy difícil, porque yo sabía que iba a la banca. Iba a entrar los últimos 20 minutos, si el profe (el DT Claudio Rojas) me poníar. También iba a ser un partido difícil y aparte no soy un volante que haga goles, soy más defensivo, pero lo sentía como en el corazón. Cuando hice el gol, lo primero que se me vino a la mente fue todo lo que viví, lo que sufrí, todo lo que lloré. Obviamente que fue un desahogo para mí, para mi familia, para mi hija, para mis padres, para mi hermano, toda la familia que estuvo pasándola mal.
Un gusto distinto
- ¿Qué piensa para el futuro?
- Estoy viviendo el día a día, aprovechando cada entrenamiento, cada junta en el camarín. Todavía soy un jugador joven, tengo 27 años, siento que puedo dar mucho más. Obvio que el objetivo a largo plazo es el ascenso y, en lo personal, ser titular, sumar muchos minutos. Ojalá tener un nuevo contrato con el Vial, seguir en el club y por qué no llegar a Primera División.
- ¿Tiene un gusto distinto esta nueva etapa en el fútbol?
- Sí, estando qué es distinto. En Unión (Española) yo tuve todo eso y como que no tuve chances de valorarlo. Ahora que estuve sin equipo, uno valora todo eso, los viajes, las concentraciones, el camarín. Cada entrenamiento uno lo ve de manera distinta.
- Salió campeón con Unión en 2013 y se formó en el club. ¿Ahora con los años qué mirada tiene de esos años?
- El club es mi casa, siempre me sentí muy cómodo ahí, estuve desde los nueve años. Después estuve en el plantel como ocho años más y obviamente que siento como que es mi casa. Ojalá que algún día se dé la chance de volver a Santa Laura.
- ¿Por qué en su momento se fue?
- Se dio una chance del extranjero, de ir a Atlético San Luis, en México. Decidí ir para allá a probar nuevas opciones. Siento que de todo hay que sacar lo bueno de lo malo. El primer semestre fue bueno, jugué mucho y el segundo jugué muy poco. Eso dio resultado que volviera a Chile. La verdad que es un campeonato muy parecido a la B acá en Chile, con mucho meter, mucho roce, mucho físico. No es como primera división, donde hay jugadores de mayor calidad y se manejan mejor los tiempos.
Regreso a Chile
- ¿Volvió entonces a Antofagasta? ¿Qué pasó que no pudo consolidarse?
- Firmé por un año y medio, y en el primer semestre jugué bastante. Después estuve lesionado, me desgarré dos veces, fue difícil y opté por finiquitar contrato para irme a Puerto Montt. Me pidió Fernando Vergara, así que terminé el contrato y me fui para allá. Lamentablemente, no jugué lo que esperaba. Las razones uno tiene que buscarlas y hacer una autocrítica del rendimiento o quizás falta de oportunidades. No lo sé, no hay una respuesta única. Entonces de ahí pasó que quedé sin equipo.
- ¿La inactividad la interrumpió con un paso por Linares, en Segunda División?
- Sí, se abrió el libro de pases en noviembre de 2020 y me fui por dos meses para allá, buscando volver a jugar. Fue difícil. Linares estaba en la última posición y fue muy extraño cómo llegué a allá. Estaba despachando en el emprendimiento de mi esposa y me habla un representante, que había una chance de ir a Linares, pero tenía que ir a probarme. Venía entrenando como un mes antes, porque sabía que se iba a abrir el libro de pases. Tenía que estar bien por si surgía alguna prueba o una opción en un equipo. Me fui para allá a ojos cerrados. El profe me conocía, quedé al tiro, pero fue difícil. Me fui solo, la plata no era mucha, dejé a mi esposa con mi hija acá en Santiago. Estuve dos meses y medio, viviendo en una pensión. Me sirvió para volver a jugar, pensando también que me podía ir a otro equipo. Lamentablemente, no se dio porque en febrero del 2021 quedé sin equipo nuevamente hasta junio, cuando salió lo del Vial.
- ¿Qué tal la sensación de estar en el club? Se ve como que está renaciendo y que cuenta con un gran apoyo popular.
- Sí, es un club muy popular por su gente. La gente es muy fanática, va al estadio. Orgulloso de pertenecer al Vial, es un club que está creciendo. Yo creo que va para cosas grandes, por lo que están haciendo los dirigentes. Esperamos darle una alegría a toda la gente que trabaja, es humilde y va a la cancha y nos apoya en todo momento. Sería un sueño estar jugando en Primera con el Vial.