Falsa ilusión y una debilidad crucial: así se hundió el gran ciclo de Ramírez en Iquique
En 2024, el DT construyó un equipo que sorprendió a todos y llegó incluso a la Libertadores. Sin embargo, recientemente debió dejar el cargo por evidentes falencias futbolísticas.


Aunque los resultados habían sido desfavorables, de todas maneras sorprendió la salida de Miguel Ramírez desde Iquique. Tras caer en el debut de la Copa Sudamericana ante Caracas de Venezuela, el cuadro nortino comunicó que “de común acuerdo” se puso fin al ciclo del DT. Así concluyó una etapa que partió a inicios de la temporada anterior y tuvo como hitos importantes el cuarto lugar en la liga 2024, la clasificación a la fase previa de la Libertadores y el paso posterior a la Sudamericana.
Lo concreto es que el elenco de Ramírez no pudo reeditar el buen nivel de juego exhibido en la campaña precedente. Con un juego dinámico, de presiones constantes, con una alta disposición ofensiva y un fútbol de muchas asociaciones, los nortinos brillaron y merecidamente terminaron arriba en la tabla de posiciones. Sin embargo, hasta la salida del DT la imagen del equipo siempre estuvo lejos de lo que mostraron el año pasado.
Debilidad crucial
Actualmente, la situación de Iquique es crítica en el Campeonato Nacional 2025. Los nortinos marchan en el último lugar, con solo un punto en la tabla de posiciones, a raíz del reciente empate ante Ñublense, en Chillán. Únicamente, convirtió 4 goles y recibió 16 en la portería, lo que da cuenta en forma evidente de su incapacidad ofensiva y también de las debilidades en la fase de defensa.
Un recurso colectivo de juego sí continúa presente desde el año pasado, aunque claramente sin el efecto deseado: la supremacía en la posesión del balón. Con éxito en 2025, Iquique siempre apostó por el control de la pelota y eso se mantuvo vigente hasta la salida de Ramírez. Se impuso en esta faceta en cuatro de las seis fechas disputadas y en una de las otras dos jornadas, ante Ñublense, la diferencia fue exigua entre un 49,2 y 50,8 por ciento.
Sin embargo, la gran falencia del cuadro nortino radicó en la falta de capacidad de materializar en acciones reales de ataque los altos índices de posesión. También solo contra Ñublense mandó en los tiros a la portería rival (4 vs 3), pero en los cinco partidos precedentes siempre fue doblegado. En general Iquique controló más el balón que cada oponente, pero atacó mucho menos.
Falsa ilusión
La otra debilidad importante en el ciclo de Ramírez, en 2025, estuvo relacionada con el proceso de Organización Defensiva durante el momento de Transición. La mayoría de los goles que recibió Iquique ocurrió en un escenario táctico muy parecido, con la línea defensiva adelantada y en acción colectiva de repliegue veloz, pero sin los recursos individuales para controlar a los oponentes con mayor ventaja para finalizar la maniobra de ataque.
Los partidos cúlmines en este aspecto fueron las goleadas recibidas, de local, ante Coquimbo (3-0) y Unión Española (4-0). Los visitantes estructuraron las victorias, principalmente, mediante acciones de Contraataque en medio de la falsa ilusión de Iquique de que controlaba el juego a través de la hegemonía en el control del balón. Sin embargo, fue incapaz de imponerse también en la fase de Defensa Organizada de los oponentes y quedó expuesto siempre a los avances libres hacia su portería.