ENTREVISTA AS

Fue limpiador de autos y hoy sueña con ascender: “Quiero que mi mamá deje de trabajar”

Bairo Riveros destaca en Unión San Felipe, que animará la liguilla de la Primera B. “Los goles se los dedico a mi abuelito, porque gracias a él juego a la pelota”.

Unión San Felipe es uno de los equipos que buscará el segundo ascenso a Primera División. Sin chances de ser campeón, el equipo del Valle del Aconcagua buscará a través de la liguilla el ansiado cupo que le permita regresar a la élite del fútbol chileno luego de 11 años. Para que ese sueño esté intacto, mucho ha tenido que ver Bairo Riveros (23).

El zurdo comenzó su periplo por el profesionalismo en Trasandino de Los Andes, club al que fue a una prueba y en el que terminó quedándose hasta los 19 años, instante en el que pasó al cuadro sanfelipeño. Pero su vida con el fútbol comenzó mucho antes.

“A los 6 años mi abuelito me empezó a llevar al club de mi barrio, que se llama La Capilla. Mis primos más grandes también jugaban ahí”, cuenta a AS Chile. “Siempre fui rápido. Me acuerdo que me pegaban muchas patadas en el barrio y mis dos primos mayores con los que jugaba saltaban a defenderme”, dice entre risas.

Bairo Riveros (abajo a la derecha), junto a su equipo de barrio La Capilla.

“Hasta el día de hoy sigo yendo a todas las pichangas que me invitan. Tengo a todos mis amigos con camisetas mías (ríe)”, indica.

Para llegar al profesionalismo, hay una figura que lo ayudó en demasía: Iván Carvajal, su abuelo materno. “Mi abuelito murió en 2017, pero siempre me acompañaba a todos lados. Cada vez que hago goles, se los dedico, porque gracias a él juego a la pelota”, indica.

Riveros valora ese camino recorrido. Hoy reconoce que lo ilusiona la chance de llevar al equipo a Primera a pesar que Unión San Felipe recién cortó una racha de cinco derrotas consecutivas. “Nos mantuvimos arriba en esas cinco fechas que no ganamos por el primer semestre que hicimos. Nos permitió estar ahí más de un mes, que es algo difícil en esta categoría. La solidez del inicio nos dio aire. Fue un desahogo para todos ganarle a Puerto Montt”, expresa.

Bairo Riveros (segundo de izquierda a derecha), junto a un compañero de su equipo de barrio La Capilla.

- ¿Los golpeó la salida de Jonathan Orellana? Con él al mando, estaban haciendo una excelente campaña...

- Nos pegó porque estábamos en una buena posición, habíamos perdido algunos partidos pero no era para tanto según mi visión. Creo que estábamos haciendo las cosas bien, pero el club sabe por qué toma sus decisiones.

- ¿Cómo miraba el plantel el momento en el que Magallanes bajó su nivel? Parecía que ascendería con mucha ventaja, pero la situación se apretó.

- Nosotros en su momento estuvimos segundos incluso más cerca que Cobreloa, pero no supimos aprovechar cuando Magallanes y Cobreloa enredaban puntos y nos fuimos quedando atrás. Queda esa sensación de rabia de no haber podido ser más regulares. Ahora estamos enfocados en terminar bien la fase regular para ir con todo por la liguilla.

- ¿Qué balance hace usted de su carrera en el club?

- En 2020 me tocó alternar antes de la pandemia y eso me sirvió para volver aún más fuerte después. Me preparé mentalmente y volví convencido en que iba a jugar. Después logré la regularidad que buscaba y no salí más.

Limpiador de autos: la sacrificada historia de Bairo Riveros

- ¿Había otra opción si es que no se daba lo del fútbol?

- Difícil (ríe). Yo era malito para los estudios (ríe). Terminé el colegio porque mi mamá me metió presión (ríe). Si no lo hacía, no me dejaba jugar más.

- ¿Tuvo otros trabajos además del fútbol?

- Sí, a los 16-17 años trabajé limpiando autos aquí en Calle Larga, que es donde vivo. Un primo tenía un negocio de autos y ahí me ganaba unas moneditas, porque siempre andábamos justos de plata en la casa. Mi mamá trabajaba todo el día y a veces no tenía para darme y por eso limpiaba autos para poder moverme en la micro. Ahora gracias a Dios tengo mi autito para movilizarme en los tiempos que quiero. Pero mi primer objetivo era devolverle a mi familia todo lo que me ha dado. Quiero que mi mamá deje de trabajar, poder ayudar acá en la casa y tener mis cosas, no depender de nadie más.

- ¿En qué trabaja su madre?

- Es reponedora en un supermercado. Cuando chico no la veía en todo el día, solo en la noche. A mí me crio mi abuelita. En la infancia pasaba en la multicancha que está al lado de mi casa.

- Lo llevo otra vez al fútbol. ¿Se ilusiona con dar el salto a Primera en 2023?

- ¡Obvio! Ese es mi sueño: llegar a Primera. Me encantaría ascender con San Felipe y, si no es posible, me gustaría llegar a cualquier equipo de Primera. La Selección obviamente siempre ha estado dentro de mis objetivos, como creo que es el sueño de todo jugador.

- ¿Y jugar en el extranjero? ¿Le tienta alguna liga?

- Me gustaría jugar en el fútbol brasileño. Me gusta Gremio y Santos, por Neymar. Mis referentes son Ronaldinho, Messi y Neymar, que es mi ídolo de ahora.

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