Fue tricampeón con la UC y juega en Chiloé: “Me gusta el sur, por eso quise ir”

Lo último que se supo de David Llanos fue que, aparentemente, tenía posibilidades de sumarse al plantel de Rangers. Sin embargo, al final el tricampeón con Universidad Católica, entre 2016 y 2018, se quedó sin club, tras su etapa en Santa Cruz en el Campeonato Ascenso 2022. Surgió, entonces, una chance inesperada para el ex delantero de Universidad Católica, de 33 años: actuar por el Deportivo Comercio de Castro, en Chiloé.

“Me llamó un amigo y lo estaba acompañando los fines de semana, jugando los sábados en un campeonato regional. Acá en Talcahuano, también estoy desarrollando una escuela de fútbol oficial de Universidad Católica. Es un proyecto en conjunto con Juan Carlos Espinoza (ex lateral también de la UC)”, cuenta Llanos a AS.

“A mí me gusta mucho el sur. Por eso, quise ir a jugar allá mientras encontraba algo. Me trataron bien los dueños, también el técnico, que es Jaime Barrientos, lo tuve de compañero en Universidad de Concepción. Él me habló, me pareció buena la idea y le fui a dar una mano”, agrega el atacante formado en Huachipato y con pasos por varios clubes nacionales.

- ¿Con qué se encontró allá? ¿Se pudo desempeñar bien?

- Sí, la verdad es que hace tiempo que no jugaba en equipos de barrio. Es bastante competitivo, uno cree que no es así, pero la verdad es que igual se entrenan tres veces a la semana y se mantienen bien.

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- ¿Lo reconocen, qué le dice la gente? ¿Se cruzó con hinchas de la UC?

- Sí, en todos lados hay hinchas de Católica. Me reconocen, me piden fotos. La verdad es que ahora quedamos fuera del (campeonato) regional, porque eran partidos de ida y vuelta. Pasamos la primera fase, jugamos sábado y después el domingo. Llevaba cuatro goles y nos tocó ir a jugar a Quellón. No nos pudimos adaptar a la cancha, que no estaba en buenas condiciones, y no demostramos el juego que teníamos como equipo.

- ¿Se entrena por su cuenta para continuar en el fútbol profesional?

- Sí, voy al gimnasio todos los días en la mañana. En las tardes trabajo con un preparador físico, de lunes a viernes. Y los fines de semana estaba viajando a Chiloé.

- Se le vinculó a Rangers durante la etapa de fichajes. ¿Fue real o no la posibilidad?

- Escuché también los rumores y hablé con algunos cercanos al club, pero más allá de eso, no hubo un interés formal. No me llamaron dirigentes ni el técnico (Dalcio Giovagnoli) que estaba en ese momento.

- ¿Su intención es sumarse ahora, a mitad de año, a algún club?

- Sí, me gustaría. Me mantengo bien, sigo entrenando y si hay una propuesta de algún club que sea buena, la voy a tomar.

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- ¿Aparte de su labor en la escuela de fútbol de la UC en Talcahuano tiene otras actividades laborales?

- No, solo en lo que te conté de Chiloé y también preparándonos bien para lo que es la escuela de fútbol. Siempre está la ilusión de volver al fútbol, sé que tuve años complicados por temas de lesiones y creo que por eso pasó el momento que hoy estoy viviendo. Sin embargo, después de esos dos años que estuve con muchos problemas físicos en Unión (Española) y en La Serena, creo que he estado mucho mejor. No he tenido tantas dolencias musculares. Ahora estoy con mucha energía y edad para seguir jugando.

- ¿Fue una decepción no encontrar club? ¿Sentía que al menos tenía la chance de continuar en el Ascenso?

- Sí, pero siempre estuve tranquilo, porque yo sabía que no era por lo futbolístico. Era por un tema más allá… no sé, los dirigentes a lo mejor no tenían confianza en llevarme, porque en los años anteriores había sufrido lesiones. Pero yo estaba tranquilo, siempre pensando positivo.

- ¿Ahí en la Región del Biobío tampoco surgió algunas opción de llegar a un club? Es de la zona y está radicado allá.

- Me llamaron algunos clubes, pero ya había hecho un acuerdo con la gente de Chiloé, me había comprometido con el dueño. Me llamaron tarde y les dije que ya no podía, ya había dado mi palabra. No podía firmar con ellos.