“Fue un error irme de Colo Colo... Fui malagradecido y hoy me doy cuenta”
El ex seleccionado chileno también habló de su marginación del Mundial: “Me dolió más que la cresta”.
Roberto Cereceda, histórico lateral de Audax Italiano, concedió una extensa entrevista a la periodista Constanza Solar. Allí, el “Eléctrico” contó detalles de dos de los episodios negativos que han marcado su extensa y positiva carrera.
Primero, Cereceda profundizó en la decisión que tomó de dejar Colo Colo y pasar a Universidad Católica tras la sanción de dopaje de casi un año que recibió en 2011. “Estuve ocho meses sin jugar y luego tuve problemas con Colo Colo, no llegamos a acuerdo. Yo me enojé, en ese tiempo pensaba que eran los peores, pero hoy entiendo que se portaron muy bien conmigo. Me pagaron una plata que no tenían por qué pagarme en todos esos meses”, apuntó.
“Ellos querían que siguiera, pero por temas económicos no seguí. El presidente me llamó 200 mil veces, pero me dejé llevar por lo económico y no por el lindo gesto que hizo Colo Colo. Fui malagradecido y hoy, que han pasado los años, me doy cuenta. Podría haberme quedado toda una vida allá. La gente me quería mucho”, agregó Cereceda.
“Fue muy bueno ese apodo”: le decían ‘Drogba chileno’ y hoy es soldador
“¿Si fue precipitada mi decisión de irme a la UC? Sí, Hoy siento que fue precipitado, me fui con la rabia de querer demostrar, pero en poco tiempo me gané a la hinchada de la UC. Fuimos campeones de la Copa Chile y después me quería Colo Colo de vuelta, la U y Newell’s”, sentenció.
Cereceda, el “jugador 24″ de Bielsa para Sudáfrica 2010
Otro tema que analizó Roberto Cereceda fue su marginación de la nómina final para el Mundial de Sudáfrica 2010. El lateral, en ese entonces jugador del “Cacique”, fue el último marginado por Macelo Bielsa.
“Yo sentí que no estaba para ir, estaba un cambio más bajo con respecto a mis compañeros, sobre todo en la parte física. Me dolió más que la cresta... El profe me llamó a su oficina, me explicó todo y lloré. No me pude despedir de él. Luego, el profe Luis Bonini, que en paz descanse, me abrazó. Fui al camarín a buscar mis cosas y me fui. Tampoco me despedí de mis compañeros”, confesó.
“Llegué a mi casa, mi familia me estaba ensperando, pero yo me encerré en mi pieza a llorar. Estuve varios días llorando, pero hoy siento que eso me hizo crecer... El día de mañana puedo transmitirle esa experiencia a los niños cuando estén bajoneados. Tengo credibilidad y miro todo lo que me ha pasado con mucho entusiasmo y mucho positivismo”, cerró Roberto Cereceda.