Es figura en Chile y pasó por un dramático momento: “No tenía un plan B y quedé varado”

Nicolás Temperini debió esperar varios años para encontrar su lugar en el fútbol. El arquero surgió de Newell’s, pero debió salir a préstamo una y otra vez e incluso pensó en dejar la actividad.

Hoy, por fin, vive la realidad que soñó: es figura en San Marcos de Arica y su equipo es puntero del Torneo Ascenso. Es un momento dorado dentro de una carrera llena de contratiempos.

“Quedé libre de Newell’s, con el pase en mi poder. No había jugado mucho y las veces que salí cedido no me fue bien”, contó en conversación con As.

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- ¿Y qué hizo en ese momento?

- Fui a hacer algunas pruebas a España y el equipo de allá no quiso contar conmigo. No tenía un plan B. Me jugué todo y quedé varado, porque no podía volver por la pandemia. Mi representante me llamó un día y me dijo que podía ir a jugar a Andorra. No quería seguir en el fútbol, porque estaba decepcionado. Como no pude volver a Argentina, me fui para allá. Estuve ahí con un amigo de Newell’s. A los seis meses, volví a mi país, al club Santamarina de Argentina, y él se fue a México. Quería tirar la toalla, pero al estar allí dije ‘la voy a luchar un poquito más’.

- ¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?

- Siempre fui un luchador, hoy en día uno lo agradece. Me ha tocado ser suplente, pero en base a ello aprendí mucho. En Argentina jugué en reserva y me tocó siempre lucharla. Era el único que tenía contrato y era con condición de irme a préstamo. Arrancaban las pretemporadas y me decían que tenía que partir. Era frustrante, pero sabía que era parte de esto. Entrené, me preparé y fui encontrando mi caminito de a poco. Soy un luchador, nadie me regaló nada y siempre estaré muy agradecido de la gente que ha confiado en mí.

- ¿Se podría decir que Chile es su lugar en el mundo?

- Sí. Uno extraña a su país y no descarto volver, pero siempre trato de elegir la mejor opción. Esperaré a fin de año y donde sea el destino, iremos. De todas formas, aquí en Arica estoy súper cómodo.

- ¿Se proyecta en Chile? ¿Le gustaría llegar a Primera?

- El sueño de todos es jugar en Primera, trabajo para eso. Si se da, mejor y, si no, seguiremos intentando el próximo año.

- ¿Está ilusionado con el ascenso?

- Trabajamos para eso, lo tenemos claro como grupo. Esto es partido a partido. Copiapó es un rival duro, que se hace fuerte en casa. Ahora se están metiendo otros equipos. Hay clubes grandes que se van a reforzar y van a pelear. Esto es pasito a pasito, pero esperamos cumplir el objetivo por la gente, nosotros y dejar a Arica en Primera.