“Fui con la camiseta de la U al velorio de Miguel Ángel Russo... No esperé que los hinchas de Boca me pidieran fotos”

Tomás Calderón fue uno de los chilenos que asistió al velorio de Miguel Ángel Russo en La Bombonera, efectuado éste jueves 9 de octubre. Ingresó al histórico recinto de Boca Juniors con la camiseta de la U, elenco que el fallecido DT dirigió en 1996 y donde alcanzó una semifinal de la Copa Libertadores.

Calderón lleva 14 años viviendo en Buenos Aires. Llegó en 2011, tras terminar los estudios secundarios, para ingresar a Economía en la UBA. “Fue básicamente porque el costo de vida acá es más bajo, y me salía mejor que contraer una deuda educativa tomando un crédito en Chile”, dice, en conversación con AS.

“Además, porque la formación en economía acá es más social. Después me quedé trabajando y ahora estoy terminando una maestría”, complementa. En este período de tiempo, se ha empapado de la cultura futbolera trasandina y conoció bien la trascendencia de Russo en los diversos clubes donde estuvo.

- Más allá de que Russo dirigió a la U en 1996, en una campaña que fue muy importante, ¿hay alguna otra razón que lo haya motivado a asistir a su velorio?

- Principalmente fue por la U, pero además acá soy socio e hincha de San Lorenzo, club que él dirigió en dos oportunidades. Ahora último, pese a que su salida fue problemática porque San Lorenzo está en una crisis institucional gigantesca, logró llegar a semis del torneo y perdió con Platense, equipo que después fue campeón. Siento que donde él estuvo dejó su grano de arena.

- ¿Y cómo se dio su visita a La Bombonera?

- Apenas me enteré que se iba a hacer el velorio en La Bombonera, dije que iba a intentar ir. Quedé con la tincada de que iba a ser imposible entrar y todo lo contrario, increíble lo bien organizado que estaba. La fila era muy corta. Pasas cerca del féretro y te retiras, no tienes más de 20 segundos. Me llamó la atención que fuera a cajón abierto, pero este país es así, más de piel. Pude mirar directo a Miguel. Y lo otro, es que jamás me esperé que saliendo se me iban a acercar hinchas de Boca, argentinos, a pedirme fotos, hablar un rato conmigo. Quedé súper contento.

- Es llamativo eso. Uno pensaría que el ambiente está más hostil, considerando los incidentes ante Independiente.

- Claro, eran gente grande, no tan pendejos. También me pidieron entrevistas afuera. Se me acercó un señor ya mayor que me decía “un amigo me regaló hace un tiempo dos camisetas de la U”. Fue bonito. Yo acá no quiero dejar de usar ropa de la U, más allá de que el ambiente a veces está difícil, porque es parte de mi identidad.

- Y cuando logró ver a Russo, ¿se emocionó?

- Yo creo que me fui empapando del sentimiento a medida que entraba, fue todo rápido. Yo no podía creer que fuese tan fácil, no había ni pacos, con suerte había guardias. Es una lógica a la que yo estoy acostumbrado porque vivo acá, pero igual te sorprende. Uno como chileno piensa en la represión, en que te empujen, ese tipo de cosas. Pero fue todo rápido. Lo otro es que tampoco sabía bien cuando ponerme la camiseta de la U, por todo lo que ha pasado últimamente. De cierta manera andaba con el corazón acelerado. Pero miré a Miguel, le hice el gesto de la U y luego salí.

- ¿Qué le parece la campaña que ha hecho la U en la Sudamericana y que ahora, justamente, la llevará de vuelta a Buenos Aires?

- Para mí es triste, porque yo dependo de que la U venga a Argentina para verla, entonces ahora me da una pena tremenda que nos toque Lanús y no poder estar. Me molesta esa hueá, me pone mal. Pero esta campaña demuestra que, aún con falta de preparación dirigencial y sin traer refuerzos, estamos para una final. Lanús es un equipo difícil, pero creo que se puede. Lo que sí, ese partido va a ser Argentina contra la Universidad de Chile, porque todos quieren que quedemos fuera, no importa si son de River, Boca o Independiente. Pero estoy confiado.