Jugó un Mundial con Chile y hoy lidera un proyecto emblemático que beneficia a cientos de familias

La vida de Moisés Villarroel ha dado varios giros en los últimos años. Tras la abrupta salida de Santiago Wanderers, el mundialista en Francia 1998 inició un periodo como conductor de Uber, labor de la que se siente orgulloso: “Mi familia me enseñó que el trabajo dignifica”, asegura. Sin embargo, un llamado del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, le permitió regresar a las canchas. El ex futbolista de la Roja se sumó al Departamento de Deportes y hoy lidera las nueve escuelas populares que llevan el fútbol a los cerros y que buscan darle una nueva oportunidad a muchas familias.

“No tendría problemas en volver a trabajar en el transporte, pero hoy me dedico 100 por ciento al trabajo del municipio. Cuando el alcalde me habló del proyecto, no dudé en aceptarlo porque me interesa la formación y los niños, y más cuando se trata de sectores que necesitan. Estoy de lleno en ayudar al deporte de Valparaíso”, relata el multicampeón con Colo Colo en conversación con AS.

- ¿De qué se trata el proyecto?

- Es una iniciativa bastante positiva para abordar todos los sectores vulnerables de Valparaíso. Los niños no tenían acceso porque hay muchas escuelas de fútbol que son privadas y es muy difícil que puedan pagarla. Hoy, con nuestra presencia, podemos entregarles esta felicidad a niños que están falta de cariño. Además, más allá de lo futbolístico, tratamos de entregarles valores: que tengan conocimiento sobre la vida y que sepan que hay formas de estudiar con gratuidad. Hay gente que se ha interesado y que nos ha apoyado: por ejemplo, la (Universidad) Santo Tomás nos abrió las puertas y nos ha prestado servicios para hacerle la mayor cantidad de estudios a los niños, ya sea dentales, visuales, auditivos y corporales.

- ¿Son barrios estigmatizados?

- Claro, y con nuestra presencia le vamos ganando un espacio a la delincuencia y al narcotráfico. El deporte nos puede ayudar a superar todas las cosas malas que nos están rodeando al país. Se nombran muchas cosas malas, pero no se destacan las cosas buenas: nosotros hemos abierto las plazas de Valparaíso para la comunidad y hay monitores capacitados en diferentes horarios y lugares. Queremos que el dirigente tome un rol importante porque esto no podemos hacerlo solos, dependemos de los apoderados, que son un pilar fundamental para seguir creciendo y para que nosotros podamos despegarnos a otros cerros que nos están esperando.

- ¿Cuántos niños beneficiados hay?

- Entre las escuelas populares de fútbol, los selectivos y los masivos que hicimos en verano, estamos llegando a 800 niños. Acceden de forma gratuita, con planificaciones deportivas como corresponde, entrenamientos de calidad y enseñanza de valores.

- ¿Podria surgir algún deportista profesional en el futuro?

- ¿Por qué no? el deporte también va enfocado en eso. Ellos se ven reflejado en algún futbolista y nos dicen ‘tíos, queremos ser jugadores profesionales’ y ahí les explicamos que ser deportista también puede ir de la mano con los estudios porque eso ayudará a que desarrollen su carrera de futbolista de mejor manera. Ojalá alguno de estos chicos sea ejemplo para los que vienen creciendo y que tienen la ilusión que algún día tuve yo. A veces no es necesario ser de un sector acomodado para ser profesional, se puede lograr con perseverancia, dedicación y apoyo de la comuna.

- ¿Las familias involucradas reconocen su trayectoria?

- Los niños son jóvenes y sus padres le dicen ‘sácate una foto con él y después te explico quién es’ (ríe). Es normal que pase y eso motiva a niños de otros lados. Los padres se van entusiasmando porque ven que hay un trabajo serio y un conjunto de cosas que van en beneficio de la gente. Estamos agradecidos del apoyo del alcalde porque ayuda a nuestra población y está abierto a toda la gente que quiere participar.

Su labor como DT y el presente de Wanderers

- Se ve entusiasmado en esto, pero usted ya inició su carrera como técnico. ¿Volverá a dirigir en algún momento?

- No lo descarto. Cuando uno fue jugador y hace los cursos de técnico, lo hace pensando en dirigir. Se han presentado algunas oportunidades, pero creo que no han sido serias. Me gustan las cosas concretas y con compromiso. Cuando vea algo con un proyecto de largo plazo y que el resultado no te saque a las tres o cuatro fechas, tal vez pensaré en tomarlo. Ahora estoy contento en esto porque llego a una cancha de Valparaíso y me siento pagado con la recepción de los niños. Mañana no sabemos si serán grandes jugadores, pero sí sé que le estamos entregando valores. Cuando ellos te abrazan es porque saben que le estamos entregando algo más que el fútbol.

- ¿Falta tomar a los técnicos chilenos con más seriedad?

- Sí, falta confiar. A veces se cree más en el técnico extranjero, que puede tener méritos y no los juzgo porque son elegidos los dirigentes, pero falta darle oportunidades a los chilenos. Hay buen material acá y el INAF tiene mucho prestigio. Ojalá se abran las puertas donde podamos mostrar lo que sabemos.

- A propósito, ¿qué piensa de Francisco Palladino (DT de Wanderers)?

- Todos estábamos expectantes porque venía con un gran curriculum de Uruguay y había clasificado a Copa Libertadores, pero lamentablemente no se le han dado las cosas. No sé por qué, pero lo siento mucho porque soy wanderino y cada derrota me duele mucho. Me gustaría ver a un Wanderers que proponga más y que se le vea una línea de juego. Desconozco la razón porque no voy a los entrenamientos, no sé cómo trabaja y tampoco me quiero meter más allá después de todo los problemas que tuve en el club. Prefiero disfrutar el fin de semana como un hincha más.

- ¿Un mensaje final?

- Quiero dejar invitada a toda la gente de la Región de Valparaíso que participe en todo el deporte que tenemos. Estamos a disposición y el alcalde Jorge Sharp está haciendo un esfuerzo tremendo por el deporte, no solo por el fútbol. Hace unos días también se inauguró el centro comunal de autismo y le agradezco a todas las autoridades que hicieron posible su desarrollo porque la gente se podrá acercar para ser atendidos como corresponde.