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ENTREVISTA AS

La nueva vida de Marcos González tras su ‘retiro obligado’: una empresa y Estados Unidos

El ex defensa y seleccionado chileno cuenta sobre su vida tras el retiro del fútbol profesional en 2017. “A veces parcho en partidos de fútbol”.

Vicente Madariaga
Actualizado a
La nueva vida de Marcos González tras su ‘retiro obligado’: una empresa y Estados Unidos

Marcos González se retiró del fútbol profesional el 2017, luego del término de su contrato en Palestino. Al no recibir ofertas de clubes de Santiago, el ex zaguero de la U, Flamengo, Colón y la Selección Chilena, decidió colgar los botines, por obligación más que por opción propia.

Si bien existieron conversaciones con clubes de regiones, a sus 37 años no quería salir de la capital, por lo que se dedicó a otras labores. En conversación con AS Chile, el ex central nos cuenta sobre su vida actual, sus experiencias en el fútbol y sus expectativas a futuro.

- ¿En qué está ahora?

- Actualmente tengo un recinto deportivo con canchas de futbolito, tenis y una pista de patinaje. Así que, desde que me retiré, me he dedicado a la administración de eso, además de las escuelas de esas disciplinas. Los últimos años han estado a medias, eso sí, por el tema de la pandemia y los aforos.

- ¿Y ese complejo lo tiene de antes del retiro?

- En realidad en 2017 no tenía pensado retirarme, pero igual estaba en la edad que comienzas a pensar qué hacer luego del fútbol y que te quedan pocos años, así que en ese tiempo comencé con este centro. El mismo año, cuando terminé mi vínculo con Palestino, no me salió ninguna oferta en Santiago, así que me encargué de mi recinto.

- ¿Le costó tomar la decisión de retirarse?

- Es que yo quería seguir jugando, pero como ningún club me hizo ofertas, fue casi como obligación, jajajá. Desde ahí me concentré en mi complejo. También estoy llevando niños a jugar a Estados Unidos con becas deportivas.

- ¿Cómo lo está haciendo?

- Tengo un amigo allá que tiene una academia de fútbol hace años. Él, desde ahí, manda niños a las universidades o a un equipo de la tercera división que tiene, entonces hay harta vitrina. Cuando le envío niños, él tramita el tema de las becas y los lleva a que los entrenadores los vean. Lo del equipo de tercera es una vitrina para las ligas universitarias y también para la USL (segunda división) y la MLS. De hecho, justo ahora tengo dos niños que están entrenando conmigo acá y que la primera semana de abril ya se van a jugar a ese equipo.

- A muchos jugadores les cuesta dejar el fútbol y adaptarse a una vida lejos de él, ¿en su caso fue así?

- Es que, como justo estaba terminando este complejo, pasé directamente a encargarme de él. Así que me retiré, pero me mantuve ocupado. Pero como te digo, igual tenía ganas de volver a jugar. En 2019, con 39 años, seguía con las ganas, e incluso pregunté en algunos lados, pero no se abrió ninguna puerta, así que nada que hacer. Hubo conversaciones, pero fuera de Santiago y eso era lo que no quería, aunque si salía algo en el extranjero igual me hubiera ido, ahí es distinto.

Sus pasos por Estados Unidos y Brasil

- ¿Cuáles diría que fueron sus experiencias favoritas en el fútbol?

- Principalmente en cuanto a calidad de vida, el paso por Estados Unidos y Brasil fueron dos momentos de mi carrera en los que estuve muy bien en ese aspecto. No en cuanto a dinero, más bien en dónde estás viviendo, tu entorno, la comodidad de tus hijos. En Estados Unidos, por ejemplo, vivías bien, todo funciona, tienes todo cerca y si había algún problema con el club, te lo solucionaban enseguida. Además, cuando me fui para allá, el fútbol en Chile era un desastre económicamente hablando, con mucho desorden y con quiebras… Al llegar allá estaba todo organizado, te pagaban al día y te daban los premios el mismo día que los lograbas. Acá hasta en la U pasé por ciertas cosas como que te pagaban atrasado, cada 60 días… Había un gran desorden administrativo y eso que es un equipo grande, entonces al llegar allá te das cuenta del nivel de organización. Aunque, incluso así, la liga no era bien vista en esos años.

- ¿Recuerda alguna anécdota de ese paso?

- Como te digo, la organización era espectacular. Por ejemplo, un día perdimos un vuelo, no sé por qué, y enseguida nos fuimos a un aeropuerto privado y nos fuimos en jet privado. Otra cosa. Eso en Chile o Sudamérica no se veía tanto en esos años y si bien ahora es más común, se da solo cuando estás en Libertadores o Sudamericana.

- En esos años también llegó Beckham y comenzó a popularizarse más la MLS, ¿usted coincidió con él?

- Sí, jugamos contra el LA Galaxy y estaba David Beckham. También había figuras mexicanas como Cuauhtémoc Blanco y llegó Barros Schelotto a mi equipo. La liga se iba nutriendo de buenos nombres, pero seguía siendo mirada en menos por parte de los otros torneos.

- ¿Se ve ligado de alguna manera al fútbol en el futuro?

- No he hecho el curso de técnico, pero me llama la atención ayudar a las inferiores. Yo tengo un hijo que no está inscrito, pero sí está entrenando en la Sub 17 de la U y por ahí me gustaría poder aportar algo en cadetes, pero como no tengo el curso de técnico, es complicado entrar. Yo no busco ser DT de alguna serie, sino ayudar y entregar experiencia en la parte que yo sé, en la defensiva. A pesar de no ser técnico, igual les puedes aportar con todos los años que jugué en Primera.

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- ¿Y le gustaría hacer el curso de técnico?

- Lo estoy meditando. Igual significa tiempo y como estoy con el tema del complejo, las escuelas y lo de llevar niños a Estados Unidos, no tengo mucho. Tendría que ver cómo hacerlo.

- ¿Juega fútbol actualmente?

- A veces parcho aquí en las canchas, jajajá, pero luego del Covid, cuando se reabrieron, no jugué más por precaución. Ahora que ya estamos todos vacunados y tenemos, entre comillas, algo más de resguardo, igual juego algunos partidos

- ¿Y otro deporte?

- A veces también raqueteo en las canchas de tenis. Con algunos amigos jugamos un rato para hacer algo de deporte.