Entrevista AS

La nueva vida de un ex seleccionado chileno en EEUU: “Uno puede vivir la vida que quiera, hay más oportunidades”

Jugó en la UC, Palestino y Unión Española, y también estuvo en la Roja Sub 23. Reside en Estados Unidos y está en la MLS: “Cuando me retiré acá, trabajé un tiempo como gerente”.

Pronto cumplirá 20 años de residencia en Estados Unidos y Rodrigo Ríos vive una etapa crucial junto a su familia en el país norteamericano. Dejó el Atlanta United y también la ciudad para iniciar el ambicioso proyecto del Austin FC en la MLS. Se encamina a completar la segunda temporada en su rol de DT ayudante de Josh Wolff, entrenador en jefe del naciente cuadro de la capital del estado de Texas. El ex volante de Universidad Católica, Palestino y Unión Española ha hecho su carrera en la nación estadounidense y, en conversación con AS, contó qué ha sido de su vida lejos de Chile.

“Es bien bonito todo acá, son cosas que solo pasan en Estados Unidos. (Austin FC) es un equipo nuevo, este es recién el segundo año. Como todo, en el primer año costó mucho, pero este año nos organizamos un poquito mejor, trajimos un par de refuerzos que mejoraron el equipo. Ya con la experiencia del año anterior hemos podido tener una mejor campaña. Estamos en los primeros lugares de la conferencia este (de la MLS). El puntero es Los Angeles que, como dicen acá, es el equipo de las estrellas, y ahí estamos nosotros dando la pelea”, manifestó el también integrante de la Roja Sub 23 en su momento.

Ríos como DT ayudante en el Austin FC.

“Me tocó venir desde Atlanta después de vivir más de 16 años ahí. Fue no solamente un cambio de club, sino que también de estado, de todo. La verdad es que estoy muy contento acá, ilusionado, sobre todo por la respuesta de los jugadores, el ambiente de la ciudad, de los hinchas, del mismo club. Esto me hace ver que ha sido un paso acertado en mi carrera acá. No solamente yo, sino que también la familia está muy contenta”, agrega el ex mediocampista que se formó en la UC.

- ¿Qué lo impulsó a cambiarse de ciudad y también de club?

- Estuve en Atlanta como entrenador formativo, llegué hasta la Sub 19. Además, en el proceso del ‘Tata’ (Gerardo) Martino, me pidió que participara como un ayudante más de campo. Ayudando sobre todo con las traducciones y la ejecución de algunos ejercicios de campo, que por ahí requerían no de un traductor, sino que de un entrenador de fútbol que pudiera hablar el idioma. Tuve esos dos años en Atlanta, a nivel profesional, que fueron los dos primeros años de Atlanta (United) a nivel profesional, similar a la que vivo ahora.

- ¿Fue una etapa cumplida en la ciudad de Atlanta?

- Mira, la gente de la liga me empezó a conocer, como Josh Wolff, el entrenador acá del Austin FC. Sus dos hijos jugaban en Atlanta y además él había sido ayudante en Columbus Crew y en la selección de Estados Unidos, así que tenía referencias del trabajo que hacía el Tata Martino en Atlanta y tenía conocimiento de que yo había sido partícipe de ese proceso. Entonces, me empezó a entrevistar y la verdad es que coincidimos en muchas cosas no solo del fútbol, sino que también en cómo entrenar, cómo enseñarlo. La verdad es que la química no solo se ha dado con él sino que también con el resto del cuerpo técnico. Creo también que los resultados son el reflejo de esa relación y buen entendimiento que tenemos fuera de la cancha.

- ¿Su proyecto original era quedarse a vivir en Estados Unidos luego de terminar su carrera allá?

- Sí, la verdad era venir y quedarme acá. En una de las primeras giras que hice con Católica -debo haber tenido 14 ó 15 años- venimos a Estados Unidos y tuve la suerte de conocer a Jorge Alveal. Fue la persona que trajo a muchos de los jugadores y desde ese tiempo Jorge, porque me encontraba buen jugador y buena persona, siempre me invitaba a jugar acá. En este tiempo, tan joven, le decía que no, que todavía tenía otras aspiraciones. A lo mejor ir a jugar a Europa, lo que no se dio, pero llegó un momento en que lo llamé y le dije que sí estaba preparado. Mi idea era venir, poder jugar y empezar a prepararme para lo que vendría después.

“Austin es una ciudad que está creciendo mucho. Si bien es la capital del estado de Texas, siempre se vio eclipsada por Dallas y Houston”.

Rodrigo Ríos

- Una decisión de vida era abandonar el país sin fecha de retorno.

- En Chile había hecho un curso de administración de empresas deportivas. La idea mía era poder trabajar más en la oficina, en gestión, un poco cansado por los viajes, por la vida del futbolista. Cuando me retiré acá, trabajé un tiempo como gerente deportivo de Atlanta, que en ese tiempo era Atlanta Silverbacks, que solamente participaba en la segunda división, y fui el gerente por casi dos años. Pero a los dos tres meses de cumplir esa labor, la cancha me empezó a llamar, hice los cursos de entrenador y apenas pude me puse a trabajar con academias de niños para seguir aprendiendo y creciendo como entrenador.

- ¿Cómo es la vida en Austin?

- Es una ciudad que está creciendo mucho. Si bien es la capital del estado de Texas, siempre se vio eclipsada por Dallas, que es muy grande, y por Houston, que es la tercera ciudad más grande de Estados Unidos. Texas, en sí, es muy grande, hace mucho calor, está todo muy abierto, no hay cordillera, no hay nada. La ciudad se está orientando mucho al tema de la tecnología. De hecho, Apple tiene prácticamente todo acá o muchas oficinas. Tesla ya puso la fábrica acá y las empresas de tecnología se está viniendo desde California. Ha ido creciendo con gente más joven, emprendedora.

- ¿Y qué tal ciudad?

- Es muy bonita, tiene el río que pasa por medio de la ciudad, que forma casi como un lago en el centro. La gente anda en kayak, también funciona como playa. Hay otros lagos también. Es muy bonito, la gente va a andar en lancha y todas esas cosas. También es una ciudad muy internacional, en el tema de las comidas tienes de todos los tipos. Hay también un carrito con empanadas chilenas, que tiene su visita semanal (ríe) con toda la familia. La gente se volcó con todo al fútbol, al club, el estadio está vendido completo. La barra tiene cantos tanto en inglés como en español. Es una ciudad bien mezclada y eso ayuda.

“Acá están las academias de niños, debe haber 30 millones de niños jugando y el entrenador puede dedicarse solo a eso”.

Rodrigo Ríos

- ¿Qué aspectos de la vida estadounidense le llamaron la atención? ¿Por qué optó por vivir allá?

- Mira, un poco engañado (ríe), porque cuando uno venía de Chile nos tocaba ir a Florida, donde todo es playa, donde todo estaba limpio, ordenado, la gente te respetaba. Después nos tocaba ir a California, un par de veces fuimos a San Diego, Los Angeles, y creo que esa vida está como más organizada, como que la gente tiene acceso a otras cosas. A lo mejor es una sensación, porque después viviendo acá, vas viendo que las realidades cambian. Obviamente que en diferentes proporciones, hay gente que vive en la calle, que trabaja solo para llegar a fin de mes, hay cosas que por ahí no funcionan tan bien como uno piensa.

- ¿Se encontró con la vida más real del país?

- Mira, uno reconoce acá que uno puede vivir la vida que quiere. Si uno quiere una vida más agitada, la puede tener. Si uno quiere tener más tiempo o salir a conocer, sobre todo con los niños, es otro mundo. Creo que está más avanzado, a pesar de que sigue teniendo algunas carencias. Te da más oportunidades para desarrollarte en cualquier ámbito que tú quieras. En el caso mío que es el fútbol, están las academias de niños, debe haber 30 millones de niños jugando acá, y el entrenador puede dedicarse solo a eso. Comparado con los entrenadores de cadetes allá en Chile, que tienen que trabajar en universidades, en colegios, y seguir dando una batalla que por ahí es mucho más difícil. Acá, hay otro tipo de oportunidades y obviamente que va a depender de uno qué tan lejos pueda llegar.

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