Entrevista AS
“La U es el club más grande de Chile, puede ser más fácil salir de este momento”
Hoy está retirado y vive en España. En 2019 fue uno de los flamantes refuerzos extranjeros de los azules y no se olvida del club: “Sigo lo que pasa”.
Lucas Aveldaño estuvo el 2019 en Universidad de Chile. El ex zaguero no alcanzó a disputar toda la temporada, a raíz de la finalización del Campeonato Nacional por el estallido social, lo que también le impidió seguir en el club. Debía completar una cuota de partidos disputados para la renovación automática de contrato y luego de octubre no se jugó más en el país. Hoy, el argentino reside en Mallorca, España, donde se dedica al gremio gastronómico (tiene tres restaurantes), y dialogó con AS para analizar la actualidad del cuadro azul.
“Sigo lo que pasa con el club. Soy amigo de Mati (Matías) Rodríguez y él tiene un amor muy grande por el equipo. Soy un agradecido, me encantó jugar en la U y me hubiese gustado seguir. Obviamente que sigo al club, por Internet, en las redes sociales estoy muy al tanto de todo. Cuando llegué ya venía de un año anterior complicado, son momentos deportivos y políticos que se dan. Es difícil salir de esa rueda”, sostuvo Aveldaño, quien tras su paso por la U actuó otra temporada en Chile con la camiseta de Iquique.
“Se hace más fácil cuando lo deportivo funciona. A veces eso tapa lo político, vivimos en un fútbol resultadista y muchas cosas pasan por ahí. En la U ahora no acompaña lo deportivo y menos lo del otro lado, lo político, y está en ese círculo que no puede salir. Pero es un club enorme, el más grande de Chile, y por eso obviamente puede ser más fácil salir de este momento. Está en ese círculo ahí en que año tras año se van repitiendo las cosas. En algún momento todo puede cambiar, de la noche a la mañana. Sabemos que el fútbol es así y esperamos que sea pronto”, apuntó el ex central argentino.
“Con Mati (Rodríguez) somos socios y estamos mucho en contacto. Viene y me dice ‘che, viste lo último que paso con la U’ y ahí me pongo a ver. Veo cómo le fue al equipo, cómo terminaron los partidos, cuál fue el resultado. Me enteré de lo que pasó en la última fecha del campeonato pasado y después me puse a ver el partido. Fue increíble”, añadió también Aveldaño.
- ¿La U perdió el Clásico Universitario y la gente cree que pasará lo mismo del año pasado?
- Sí, bueno… en los momentos que aprietan, a veces estos clubes no están acostumbrados, más que todo el jugador a una presión muy grande. Estar ahí abajo con un club así es una responsabilidad grandísima y obviamente que nadie quiere estar ahí. Son momentos difíciles y es cuando más el hincha tiene que estar, alentar por más que se haga difícil. Yo que lo viví de afuera, lo haría de esa forma. Después, cuando se termine el partido, si uno quiere insultar por cómo termino el partido, todo bien. Nosotros como jugadores, notamos todo y erras un pase y se siente el murmullo. Al final, el fútbol es muy psicológico, pero es complicado estar en una situación así para el futbolista y para el hincha.
- ¿Qué evaluación hace de su paso por la U?
- Yo llegué desde Europa, que obviamente es distinto a Sudamérica. Siempre digo que el jugador de allá se adapta muy rápido a este fútbol, pero para el europeo es muy difícil adaptarse a nuestro continente. Por ejemplo, está el tema de las canchas. Acá son todas iguales, con el césped cortito, con agua y el balón corre. Allá hay canchas que tienen el césped largo, lo mojan, en otras canchas lo cortan y te lo dejan seco. La bola no corre y entonces tienes que adaptarte. También está el tema de la altura, yo sabía que en el año me iban a costar algunas cositas y más. Además, el tema club estaba como estaba, un poco como ahora, fueron cambiando presidente, fueron pasando cosas que no ayudan en el día a día. Pero con la gente del club y del cuerpo técnico me hicieron sentir muy bien. Es un club que tiene todo para ser un equipo grande, la ciudad deportiva es espectacular. Creo que cualquier jugador cuando es chico sueña con jugar ahí. Me hubiese gustado seguir un año más, pero no se pudo.
- Claro, porque se dio por terminado el Campeonato Nacional y no hubo más partidos. Entonces, no pudo completar la cuota de encuentros para la renovación de su contrato.
- De hecho, podía haber seguido, pero después del estallido social yo tenía ahí un cupo de partidos por jugar, pero no se pudo. Si no, lo hubiese cumplido. Sin embargo, todo se da por algo, yo pienso de esa forma. Estoy agradecido de la U y también de su gente. En mi carrera, la U está dentro de los mejores equipos en los que jugué.
- Hay momentos en que vuelve a pensar en qué hubiera pasado si se jugaban esos partidos que finalmente no se disputaron.
- No, ya no. Fue un tiempo, unas semanas, un mes o dos. Había que pasar la página y mirar para adelante no más. No hay que quedarse atrapado, la vida sigue.
- ¿Cómo cree que le fue en Iquique?
- Fue una situación difícil, estuvimos dos meses y partió la pandemia. Después me parece que fue la ciudad que estuvo más encerrada del mundo (ríe). Estuvimos cuatro meses en casa y después empezamos nosotros a salir por el tema del fútbol. Pero mi familia estuvo encerrada todo el año, casi hasta diciembre. Fueron 9 meses. Se hizo complicado, pudimos disfrutar muy poco.
- Claro, fue en un contexto de pandemia, pero le tocó vivir la realidad de jugar en un equipo de provincia en Chile. ¿Qué tal esa vivencia?
- Me trataron bien, la gente va cambiando. La gente de España no es igual que en Argentina, por ejemplo. Habíamos arrancado muy abajo con el tema del promedio justo ese año. Creo que nos podríamos haber salvado, al último hubo una mano medio oscura, pero yo me lo guardo. Cuando hay injusticias… Hubo un partido como local con Colo Colo en que sentimos cosas, que no tenían que haber pasado. Nosotros estábamos muy fuertes de cabeza, sabíamos que nos íbamos a salvar, pero cuando hay cosas externas que te lo impiden se hace cuesta arriba y es muy difícil.